El presente año que iniciamos representa sin dudas un motivo de esperanza por varias razones, tenemos la esperanza que concluyan algunos conflictos armados que ponen en riesgo la paz mundial.
Nos preocupa a muchos, aunque ya a estas alturas tenemos la percepción de que se puede neutralizar, la guerra entre Rusia contra Ucrania y sobre el peligro que supone una guerra a mayor escala entre Rusia y los países que apoyan económicamente y con armas a Ucrania.
Este tipo de conflicto internacional nos afecta porque somos un país que depende mucho de las políticas internacionales del comercio y sobre todo del flujo de divisas con los Estados Unidos, que además es nuestro principal socio comercial.
Se espera que el presidente recientemente electo Donald Trump cumpla con su promesa de que los EEUU no sigan supliendo de armas al régimen Ucraniano, y que de este modo se evite una confrontación mayor, con armas que pueden hacer mucho más daño, como son las de destrucción masiva.
En nuestro país el cual a nivel agropecuario estamos procurando siempre la autosuficiencia, recibimos del pasado año unas buenas condiciones climáticas para los productores, aquellos que pudieron planificarse y beneficiarse de las lluvias y el buen estado del tiempo, cada día se va haciendo más conciencia en este sector de la importancia de la planificación y hay que reconocer que el estado estuvo muy de cerca incentivando a los mismos y brindando su apoyo.
El pasado año nos dejó un nuevo orden gubernamental, ya que aún se haya producido la reelección del Poder Ejecutivo y otras autoridades como síndicos, regidores, diputados y senadores, tuvimos la experiencia como país de celebrar unas elecciones en las cuales se fortaleció una vez más que nuestra democracia y Estado de Derecho. Son evidencias de que, como nación, seguimos avanzando y que no se va a retroceder ante presiones internacionales ni las pretensiones de confundirnos en nuestra identidad.
El presente año debe lucir esperanzador desde la perspectiva de que todos y cada uno de nosotros los dominicanos, tenemos que elaborar metas claras y realizables en la medida de que estemos prestos a cumplirlas, ya que no hay metas claras, ni realizables sin una buena planificación.
Estamos en el momento de que cada uno pueda elaborar sus propias estrategias para lograr las mismas.
Las metas de cualquier índole se logran haciendo un recuento de los recursos que se tienen consigo para conseguirlas, es saludable que las metas personales que nos proponemos dependan mayormente de nuestro esfuerzo y compromiso, aunque sin cegarnos a que a veces dependen de factores externas a nosotros mismos, y que para que las mismas generen bienestar debe visualizarse, si las metas son realizables según las competencias y capacidades de cada uno.
Sin dudas este nuevo año es una oportunidad para levantarnos de nuevo y aportar nuestros mejores actitudes y valores para los que nos toca a cada uno responder según nuestra realidad. Ahí afuera, hay una sociedad y un mundo que espera que cada ser humano juegue su rol para una mejor convivencia entre los seres humanos y una preservación de la paz y nuestro medio ambiente.