Llevo una larga vida viendo y sintiendo cosas, y confieso que es mucho lo que he visto y sentido. De hecho, como cada uno de los humanos del planeta, soy producto de hechos de conciencia y de sentimientos recibidos. Sin embargo, hay un país y un pueblo del que no he recibido  prácticamente nada: ni un libro que me narre su historia, ni una exposición de artes plásticas que me muestre sus paisajes y colores, ni una obra teatral que me exponga sus pasiones, ni un concierto sinfónico que me brinde su mejores acordes, ni una conferencia magistral que me explique sus ideas….(Hablo de Haití, un país muy lejano, el menos conocido por todos nosotros).