Posiblemente el lector está esperando el nombre de las universidades del país calificables con las categorías axiológicas que encabeza  el presente artículo. Pese a que pueden aparecer de los tres tipos, sin embargo, no  es la intención de este análisis.

El objetivo asumido consiste en analizar las funciones y las misiones de la universidad  del siglo 21, destacando el papel de la formación, la investigación, la innovación y la vinculación como elementos centrales en la línea de progreso de la universidad ante el futuro. Presentamos “una hoja de ruta” de sus impactos, responsabilidades académicas y cívicas, sus logros y sus retos éticos visibles, actualizados y renovados: 

  1. Nuevas visiones y misiones: Atendidas las dos primeras misiones de la universidad: formación e investigación, tenemos la llamada ‘tercera misión’, que implica considerar la universidad como una institución de educación para toda la vida y de prestación de servicios científicos mediante la transferencia de tecnología al sector productivo con el objetivo último de ayudar a la consecución de una ventaja competitiva a nivel nacional, regional. y global.
  2. Infraestructura física y facilidades. La evidencia empírica indica que existe una relación directa entre infraestructura física y rendimiento académico, y que las inversiones en infraestructura académica contribuyen a mejorar la calidad de la educación, la capacidad de investigación e innovación, la reputación institucional y los aportes a formación para la vida y para la empleabilidad. La universidad no puede alojarse en instalaciones carenciadas sin dejar de atentar contra la calidad.
  3. Las extensiones universitarias quedaron atrás. “Extender” las universidades a otras comunidades alejadas de su sede principal impide formar verdaderas comunidades académicas y garantizar buenos servicios. Son lugares académicamente áridos, visitados a prisa eventualmente  para “dar clases” sin equipos, laboratorios, investigación, campos deportivos, biblioteca y  con o ninguna  estructura de gobernanza. ¡Las extensiones universitarias no cumplen con los requisitos básicos para ser consideradas verdaderas universidades!
  4. Construir campus universitarios. Los campus son estructuras académica más completa e inteligentes que las extensiones universitarias. Son más idóneos para realizar las funciones de la universidad. Son más “universidad” que las “extensiones”. El Tecnológico de Monterrey, la mejor universidad de México y la cuarta en Latinoamérica  dispone de 26 campus  en el país. Además de 18 sedes y oficinas internacionales en el mundo. Solo en el campus de Querétaro se imparten 11 licenciaturas, 12 ingenierías y 10 posgrados. Este campus  cuenta con una matrícula de 6,472 alumnos. Además, en sus instalaciones se gestan más de 111 grupos estudiantiles académicos, deportivos y culturales. Aquí en el país solo la UASD, la PUCMM y UTESA cuentan con campus universitarios vigorosos.
  5. Las universidades del futuro deben tener una visión global. Que comienza por la enseñanza de idiomas para facilitar alianzas y la movilidad académica de estudiantes, docentes, investigadores para la doble titularidad, pasantías e investigaciones. Representa una alternativa para elevar la calidad académica y la competitividad  de la comunidad universitaria. Todos los campus del TEC cuentan con un Centro de idiomas en el que se enseñan las siguientes lenguas: alemán, árabe, chino, coreano, francés, inglés, italiano, japonés, portugués y sueco.
  6. La investigación como misión del futuro. La función de la universidad no es solo transmitir el conocimiento, sino también generarlo. Las universidades de mayor prestigio tienen un importante compromiso con la investigación, la innovación y la transferencia de sus resultados a la sociedad. Impulsar la investigación universitaria es clave para el avance de un país, así como para construir la economía del futuro. El emprendimiento, verdadero motor económico y social, va de la mano de la innovación y de la investigación.
  7. Profesores capacitados y con estudios de postgrado. La calidad del profesorado, medido principalmente por su grado académico, es determinante para la realización plena de las funciones propias de la universidad del futuro.   En el país existen unos veinte mil doscientos noventa y   un docentes universitarios. Pese a que el Mescyt requiere que las universidades dominicanas deben contar con un 75% con maestría y un 25% con doctorado en su cuerpo docente,  esto no se cumple. Solo un 3.5 % de los docentes universitarios cuenta con un título de doctorado, mientras que el  campus de Querétaro del Tec de Monterrey cuenta con más de 500 profesores con grado de maestría, doctorado y postdoctorado.
  8. Las universidades del futuro deben montarse en la ola de la Revolución 4.0. La universidad innovadora es la que hace de la investigación su principal eje de desarrollo. Para hacer su propia revolución deberán  montarse sin demora en la ola de la Cuarta Revolución Industrial (4RI), asumiendo la investigación para la innovación científico-tecnológica y la investigación para la innovación académica, ya que ambas aportan nuevos conocimientos y redefinen el sistema de aprendizaje-enseñanza. Los datos respaldan el hecho de que las universidades innovadoras basadas en la investigación son las que logran más patentes en el campo de la ciencia y la tecnología. Necesitan  profesores 4.0.
  9. Las universidades del futuro asumen la transformación de la sociedad. Para que las universidades resulten emprendedoras e innovadoras se precisa que sean instituciones más autónomas, más comprometidas y socialmente más responsables. Deben someter al debate los problemas sociales, económicos, ecológicos, políticos. Deben formar para una democracia de alta calidad.
  10. Las universidades dominicanas del futuro deben enseñar humanidades.  Habrán de sumarse a la corriente STEAM que propugna por el rescate e inclusión de la formación humanística como una de las funciones básicas de la universidad. Aquellas que no lo asuman serán universidades incompletas.

Solo aquellas universidades dominicanas que decidan adoptar esta hoja de ruta podrán considerarse universidades del futuro. ¡Cada una sabe si debe caminar o correr!