El día lunes 12 de este mes de diciembre 2022 el Ministerio de Educación de la República Dominicana (MINERD) derogó la Orden Departamental 33-2019, que establecía como prioridad el diseño y la implementación de política de género en esa dependencia del Estado.
La anulación fue aprobada por el Consejo Nacional de Educación y establece el único artículo de la nueva orden 44-2022, y la firma del ministro Ángel Hernández. Disponible en: https://listindiario.com/la-republica/2022/12/12/752974/minerd-deroga-orden-departamental-que-establecia-como-prioridad-diseno-e-implementacion-de-politica-genero
A partir de la aprobación de esa resolución en el 2019 y la propuesta de derogación viene quedando claro que necesitamos conocer más sobre ciencias sociales, filosofía, política, antropología, psicología, economía, en materia de derechos humanos, autonomía, igualdad, equidad, inclusión, en el desarrollo sostenible de una sociedad.
Parece no conocerse el concepto género.
Que jerarquías de hombres machistas religiosos no sepan, o tergiversen, el concepto de género, también con sectores de la comunicación no especializados en análisis de este tipo de tema y movimientos sociales es comprensible. Pero necesitamos superar esa limitación en el gobierno, y en especial en el Ministerio de Educación, MINERD.
A su vez estos hombres con jerarquías en sus religiones tienen influencia en parte del gobierno y del Estado. Se negocian votos, conveniencias, continuidad en el control del Estado en base a un cálculo de que ellos influyen en votos. Como si las mujeres, la juventud, no tuviésemos ningún peso en el electorado del país.
La igualdad para las mujeres en las religiones implicaría hacer una revolución en muchos aspectos, así como hizo Jesús cuando defendió a la mujer adúltera de ser apedreada , cuando le dijo a María que dejase a Marta que lo escuchara cuando última quería que María sólo la acompañara en quehaceres domésticos; significaría también dignidad para gays, lesbianas y demás preferencias sexuales no heterosexuales, pues todos/todas somos hijos/as de Dios, así como y el cambio de mitos donde la mujer aparece como de segunda categoría en relatos de algunas religiones.
Hay que enseñar sobre el género en educación porque el concepto permite comprender que la cultura machista, patriarcal, se fundamenta en el
“el conjunto de ideas, creencias y atribuciones sociales, que se construyen en cada cultura y momento histórico con base en la diferencia sexual. Y sus rasgos se han ido moldeando a lo largo de la historia de las relaciones sociales. El enfoque o perspectiva de género considera las diferentes oportunidades que tienen hombres y mujeres, las interrelaciones existentes entre ellos y los distintos roles que socialmente se les asignan. Las relaciones de género determinan diversas formas de acceder a los servicios… “. A funciones de poder y a las riquezas, a la libertad, y a la equidad en el desempeño de roles. Disponible en: https://educacionsexual.uchile.cl/index.php/hablando-de-sexo/conceptos-de-genero-sexualidad-y-roles-de-genero
Hay una serie de situaciones, posiciones, en la sociedad dominicana, y en muchas sociedades del mundo donde las mujeres están en discriminación, más pobreza, menos acceso a servicios, menos empoderamiento social y político. Situación que se evidenciaron en este año en un promedio de 7 feminicidios mensual, 83 al año. Disponible en: https://www.prensa-latina.cu/2022/07/19/republica-dominicana-reporta-43-feminicidios-en-2022
En la política, a nivel local de “158 alcaldías y vicealcaldías, 1,164 regidurías y suplentes de regidurías, 235 direcciones y subdirecciones de distritos municipales y 735 vocales; para un total de 3,849 cargos municipales. En estos procesos electorales resultaron electas 1,391 mujeres para los niveles municipales; en estas resultaron electas 19 mujeres alcaldesas para un 12.3%.
En el Senado de 32 provincias fueron electas 4 mujeres.
En las diputaciones territoriales de 178 fueron electas 44 mujeres, representando un 24.72%. A nivel político los datos están disponibles en: https://www.elmitin.do/representacion-de-las-mujeres-en-los-resultados-de-las-elecciones-2020-de-la-republica-dominicana/
A nivel de ministerios, de 22, sólo hay 3 mujeres.
Cambiar la desigualdad cultural, la violencia, las desigualdades económicas, sociales, psicológicas, espirituales, que sufren las mujeres implica un cambio en todas las enseñanzas socializadoras, las orientaciones machistas y de subordinación de las niñas, niños, adolescentes, mujeres y hombres de todas las edades.
Las diferencias de género entre mujeres y hombres se refieren a aquellas construidas socialmente. El sexo se refiere a las diferencias y características biológicas, anatómicas, fisiológicas y cromosómicas de los seres humanos que los definen como hombres o mujeres; son características con las que se nace, y son universales, y son inmodificables.
En la República Dominicana el ideal del equilibrio o paridad entre mujeres y hombres está establecido en la Constitución, en la Estrategia Nacional de Desarrollo END, ley 1-12, y en diversas plataformas, convenciones, que el país ha firmado a nivel internacional como la CEDAW desde 1995, la Convención Interamericana de Belén de Pará (1995) y en diversas leyes como la 176-07 de los municipios, en la creación del Ministerio de la Mujer, 86-99, entre otras.
“Como categoría de análisis, el concepto de “genero” es utilizado por primera vez en las ciencias sociales en 1955 cuando el antropólogo John Money propone el termino gender role, “rol de género” para describir los comportamientos asignados socialmente a los hombres y a las mujeres. En 1968, el psicólogo Robert Stoller definió que gender identity, la “identidad de género”, que no es determinada por el sexo biológico, sino por el hecho de haber vivido desde el nacimiento las experiencias, ritos y costumbres atribuidos a cada género. Ibid.
Conocer y desmontar las interpretaciones que cada sociedad hace de las diferencias biológicas que las asigna arbitrariamente como género permite una mejor comprensión de la realidad social y se puede demostrar que las características humanas consideradas femeninas, y que las perjudican, son adquiridas por las mujeres mediante un complejo proceso individual y social.
En los años 80, el género comenzó a ser utilizado por diversas disciplinas de las ciencias sociales porque demostró ser una categoría útil para delimitar con mayor precisión: Como la diferencia (biológica) se convierte en desigualdad (económica, social y política) entre mujeres y hombres, colocando en el terreno simbólico, cultural e histórico los determinantes de la desigualdad entre los sexos. Ibid. Universidad de Chile.
Distintas interpretaciones del género según la ciencia:
- Desde la antropología, la diferenciación sexual da lugar a interpretaciones y representaciones sociales, prácticas, discursos, normas, valores y relaciones que dan significado a la conducta de las personas en función de su sexo.
- Desde la psicología, el género es definido como el proceso mediante el cual individuos biológicamente diferentes se convierten en mujeres y hombres, mediante la adquisición de atributos que cada sociedad define como propios de la feminidad y la masculinidad. En este sentido, el género es la construcción psíco-social de lo femenino y lo masculino.
La perspectiva psicológica, el género es una categoría en la que se articulan tres elementos básicos:
La asignación de género: se realiza en el momento de nacimiento de la persona, a partir de la apariencia externa de sus genitales. Con las hermafroditas suelen haber conflictos.
La identidad de género: es el esquema ideo-afectivo más primario, consciente e inconsciente, de la pertenencia a un sexo y no al otro. Se establece más o menos a la misma edad en que se adquiere el lenguaje (entre los dos y tres años) y es anterior a su conocimiento de la diferencia anatómica entre los sexos.
El rol de género: es el conjunto de deberes, aprobaciones, prohibiciones y expectativas acerca de los comportamientos sociales apropiados para las personas que poseen un sexo determinado.
Como las relaciones de género son socialmente construidas son transformables, no son necesariamente armoniosas, al contrario, pueden ser de oposición y conflicto. Y pueden ser de igualdad y equidad según las características de cada sociedad, su nivel de desarrollo y de justicia.
Conviene pues que el gobierno, y sobretodo Educación, aclare bien si desea construir una sociedad de justicia, entre iguales, sin discriminación, una sociedad de armonía entre hombres y mujeres. Su capacidad filosófica, humanista, positivista, debe trascender a sesgos ideológicos patriarcales ya superados por los derechos humanos y la vida en democracia.