El grito de los “migrantes” hiere mi corazón y me desmonta de la modernidad hipócrita, burguesa, consumista, individualizante; y pateando mi motor Honda 90 llego a Ranchadero, Guayubín. Aquí me rodea gente empobrecida, dominicanos y haitianos.
Me voy haciendo familiar al Centro Comunal de Asomilin, Asociaciones Solidarias de Obreros Migrantes de la Línea Noroeste; a la reunión del Centro de Madre; a la Junta de Vecinos; a las asociaciones de obreros migrantes; a la capilla comunitaria para celebrar la Eucaristía semanal…
Para viajar a Santiago de los Caballeros Expreso Liniero, a Santo Domingo está Caribe Tours; y en la ciudad están los conchos, moto-conchos y los pies; teniendo que hacer una parada en la esquina que venden frutas para desayunar o merendar y seguir zancajeando.
Hay que olvidarse del reloj y salir con tiempo para llegar a buena hora al lugar que uno vaya.
Acompañar al empobrecido “con y como + discernir” es nacer a un mundo que hemos venido viendo desde fuera, desde la seguridad protectora adquirida por la propiedad comunitaria en trabajo público o privado en la Vida Consagrada…
La primera tarea, al llegar al Centro Comunal Asomilin, es ordenar el archivo de cuatro gavetas. Poner cada papel en su sitio para poder encontrarlo cuando haga falta. Situar en las gavetas el listado de los socios, las libretas de la cooperativa, los papeles de educación y los documentos de identificación personal para la regularización de los obreros haitianos irregulares: actas de nacimientos, pasaportes y listado de los socios y socias que no tienen sus documentos al día.
Para ir acercándome a la comunidad de Ranchadero, donde he pensado vivir, he participado en dos reuniones comunitarias. La primera reunión fue muy agresiva, fui convocado por un vocero político de la oficialidad. Este señor ha querido destacarse como dirigente y se ha propuesto como candidato para Regidor y no ha podido contar con el apoyo suficiente para ocupar un puesto en el Honorable Ayuntamiento de Guayubín; pero tiene un control de cierto grupo que se benefician del programa gubernamental de solidaridad, que reparte fundas de comida desde la oficialidad, más una tarjeta con derecho a una cierta cantidad de dinero para comprar productos de primera necesidad en ciertos colmados. Esto, le da al dirigente cierto poder comunitario y usa a los beneficiarios según sus intereses personales y políticos… El nuevo punto de crecimiento político es usar el anti-haitianismo como empuje de su candidatura política…, y me acusa de “traficante de haitianos”.
Hasta ahora, la relación directa que he tenido con la comunidad dominicana, Ranchadero, receptora de migrantes haitianos irregulares obreros, ha sido puntual. He participado en algunas eucaristías que han programado los migrantes haitianos, pero la comunidad receptora no participa o participa muy poca gente, a penas algunas mujeres del coro.
Cuando la comunidad de migrantes tiene alguna actividad invita a la comunidad receptora; pero no asisten. Hay una distancia notable entre las dos comunidades: receptora y de migrantes. Existe una jucha permanente de los dirigentes comunitarios en contra de los nacionales haitianos…
Una Cooperante, Esther Schnider, llega a Solidaridad Fronteriza por tres meses, e hizo una investigación precisamente tratando de buscar la raíz de ese distanciamiento entre esas dos comunidades: receptora y de migrantes. Parte de las conclusiones son las siguientes:
“Dentro de las relaciones domínico-haitianas en la zona fronteriza norte de República Dominicana hemos podido distinguir tres fenómenos que, si están confundidos, pueden parecer como: 1. Un racismo prolífero hacía el migrante haitiano. 2. Cabe distinguir entre el maltrato y los abusos por parte de autoridades; y 3. La convivencia efectiva y los prejuicios entre ambas poblaciones muchas veces incitados por las elites y adoptados por grupos pequeños”.
Cfr.: www.solidaridadfronteriza.org Medios e Incidencia + Investigaciones.
Relaciones domínico-haitianas en la zona de impacto de Solidaridad Fronteriza
Esther Schneider Diplomada de Maestría en Derecho Internacional Público Universidad Paris 1/Panthéon Sorbonne.
Esta realidad vivida en las comunidades receptoras y de inmigrantes haitianos obreros irregulares es un desafío de humanidad, a nivel local y a nivel nacional, aún en la actualidad. No podemos contemplarla ni acompañarla desde las oficinas de una ONG o desde cualquier otra plataforma externa sea de servicio civil o eclesial…
Además, está la invitación y el ejemplo del Señor Jesús de Nazareth, que para salvar la humanidad, se despoja de los poderes divinos y se hace débil y solidario.
Si es importante el querer cumplir, vivir la misión encomendada por la institución al estilo de Jesús, con y como + discernimiento, más importante aún, es definir el proceso de inserción para acompañar en la comunidad seleccionada…
“Tenemos que nacer de nuevo”; con esto quiero decir que: no bastan las buenas intenciones, sino que la inserción personal en la comunidad supone nacer e iniciar un proceso de crecimiento en la comunidad en cualquier área de trabajo que la persona quiera ofrecer un servicio eficiente a la comunidad.
Las opciones vivas crecen si le damos seguimiento al MÁS que vive en el interior de cada persona. Así el YO apoyado en el Valor Originario se trasciende a sí mismo.
Ese proceso es que me va a ir dando el conocimiento necesario para inculturizarme e integrarme en la comunidad; es el tiempo de Nazareth, que lo determina el mismo proceso vivido con calma y paciencia; ganándome la subsistencia personal con un trabajo manual de pobre; sólo el empobrecido enseña a ser pobre; así podré dar el primer paso para ganarme el corazón de la gente, esto se aprende en una sana, solidaria y transparente relaciones abiertas y sin prejuicios… Tú en Mí y Yo en Ti somos NOSOTROS. Aquí está la raíz de la Democracia Participativa porque todos somos responsables de cuidar lo que es nuestro y para eso está el NOSOTROS.
Quienes generan el “dao”, la imposición de su visión de país por buena que sea, quienes centralizan el poder para una élite social, Alianza Pública/ Privada y mantienen a la mayoría del pueblo entretenida con bono/gas, bono/luz, bono/comida, bono/emprendimiento…, mantienen la fábrica de empobrecidos, para hacerse dueños de las riquezas del país.
Así es que vemos que cada partido de oposición critica la corrupción e impunidad del partido en el poder y cuando llegan al poder hacen lo mismo o peor. Debemos conocer que hay opciones vivas del YO y del NOSOTROS.
El que me da de lo mío, es agallú, no es el mejor, porque me mantiene empobrecido; pero el que me enseña con lo mío y hace que yo trabaje, a nivel local y nacional, es el auténtico líder…, impulsa el NOSOTROS, porque nos enseña a pescar.