La causa original de los aumentos de los precios de los bienes y servicios, así como de cualquier objeto con valor económico, es la oferta y la demanda presente. Sin embargo existen cambios de la demanda futura no sólo a partir de los precios, también influyen factores macro económicos, políticos o por fenómenos naturales, como ciclones, terremotos, entre otros.

En el caso particular de las materias primas que ofertan y demandan a nivel internacional, como es caso del petróleo, la soya, maíz, acero, Cacao, café, entre otras, las cotizaciones en el mercado de valores por venta futuro de las mismas, que en este caso se denominan comodities, expresan una alta volatilidad, ante los fenómenos anteriormente señalados.

En las ventas a futuro su volatilidad o no va depender de ciertos niveles de estabilidad internacional, sobre todo de países que tienen un peso importante en el comercio global, a partir de ésto el mercado internacional a futuro de esos bienes va generar niveles de inestabilidad en los precios a partir de eventos económicos o político-militar.

En el caso actual, en lo que se refiere al petróleo, este ha sufrido aumentos en los precios de acuerdo a como se cotiza a nivel mundial.

El precio del petróleo en abril del año 2021 era de 63.25 de dólares y pasó a diciembre de ese mismo año  a 74. 37 dólares, medido a precios cotizado en el marco de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que controla alrededor del 50% de la producción mundial, para un aumento de 11.12% en dicho período.

A partir de enero 2022,con la amenaza de Rusia de invadir a Ucrania, el precio se dispara a 85.40 dólares el precio del barril, pasando posteriormente, al iniciar el mes de marzo a 108. 05 dólares el barril, a raíz que se ejecuta la invasión  rusa, para un aumento en menos de tres meses de 27%,, más de 15% superior a los aumentos de los anteriores 8 meses.

La tendencia anteriormente señalada evidencia, cómo un fenómeno político puede afectar más rápidamente los cambios en los precios, que los fenómenos económicos, aunque debemos aclarar que este fenómeno tiende a revertirse en un menor corto plazo, que por efectos de un fenómeno económico.

En otras palabras, los niveles de precios de las materias primas se mantienen al alza a más largo plazo, cuando se trata de situación de mercados relacionada con oferta y demanda, sobre todo en productos que además de tener una alta demanda, como es el caso del petróleo, existe un importante grado de monopolio a través de la OPEP.

Claro, esta condición se puede afirmar bajo el supuesto de que la guerra, que se ha iniciado en el actual momento, no se extienda tanto en tiempo como en países involucrados, pues de lo contrario, la situación sería inmanejable tanto desde el punto de vista del precio del petróleo y sus derivados, como en las demás materias primas de exportación.

Amen de las repercusiones que tendría una guerra prolongada tanto en el transporte marítimo y aéreo, así como en los productos provenientes de la industria, el mercado financiero y de valores,  que de por sí ya han comenzado a sentir los efectos de la guerra.

Apostemos entonces a que la guerra cese y no se prolongue, por el bienestar de la humanidad.