Durante los dieciséis años consecutivos que el Partido de la Liberación Dominicana gobernó hegemónicamente el país, bajo los sucesivos liderazgos de los expresidentes, Leonel Fernández y Danilo Medina, la República Dominicana ocupó siempre uno de los últimos lugares de América en integridad electoral.
Fueron años en los cuales el partido morado se vanagloriaba de contar con un padroncillo especial que le permitía identificar a los votantes rezagados y llevarlos a votar por sus candidatos, mediante el mecanismo que fuera necesario.
Hasta las elecciones del 2020, este equipo élite de activistas del PLD operaba a favor de Leonel Fernández, en los primeros ocho años, y de Danilo Medina, en los ocho siguientes, desde las más imponentes carpas que se instalaban en los recintos electorales.
Sin embargo, la reacción teatral de los referidos lideres opositores fue la de reclamar el retiro de las carpas, como quien se acaba de enterar de su uso en la jornada de votación.
El descaro del peledeismo, integrado ahora por danilistas y lenelistas, ha sido tal que, al momento de reclamarle a la Junta Central Electoral la prohibición de las carpas, han simulado una dramática reacción de indignación frente a los medios de comunicación.
A la demanda de la prohibición de las carpas le sumaron otras, que también fueron acogidas por la Junta Central Electoral, mediante la resolución 18-2024, con el voto favorable del PRM, tales como circulación de personas con gafetes, el uso de mesas o cualquier otra estructura dentro, frente o en el perímetro de los recintos electorales.
No obstante, como si no estuviera enterado de la prohibición de las carpas, sorpresivamente el expresidente, Danilo Medina, llamó a la militancia de su partido a destruir las carpas en los recintos de votación.
¿Por qué Danilo llamó a su militancia a la violencia para destruir las carpas que ya habían sido prohibidas? Probablemente quería motivar a su militancia. Pero, todo conduce a que su propósito era generar miedo en los ciudadanos, para forzar la abstención en las elecciones.
El lenguaje destructivo del presidente del Partido de la Liberación Dominicana, Danilo Medina, no se corresponde con el comportamiento que debe observar un expresidente de la República.
Sin duda, el discurso destructivo del líder peledeista, que con anterioridad había acusado al Partido Revolucionario Moderno de tener listo un plan para forzar una alta abstención electoral, dejó ver con claridad que no era otra cosa que una maniobra de la oposición para esconder sus verdaderos planes abstencionistas y, de esta manera, justificar la vergonzosa derrota que las encuestas pronostican sufrirán en las elecciones del 19 de mayo.
Como se puede apreciar en las encuestas, el festival de quejas y querellas de la oposición, antes, durante y después de las elecciones municipales de febrero, no ha sido bien visto por la ciudadanía, como se puede apreciar en los últimos resultados de los estudios de opinión de las más acreditadas encuestas, las cuales muestran una intención de voto a favor de Luis Abinader de alrededor del 70%.