El 30 de enero del 2023 a las 7:00 a.m. (recordemos que era el día 29 en RD) llegamos a Tonga; un archipiélago polinesio que se encuentra en Oceanía. Tiene una superficie de 747 km2 y consta de 172 islas de las que sólo 36 están habitadas. La isla más grande y poblada es Tongatapu, donde viven las dos terceras partes de la población, que es ligeramente mayor a 100,000 habitantes. El 97% de la población son polinesios, y el 3 por ciento restante está compuesto por chinos, europeos y residentes de otras islas del Pacífico. Tonga tiene clima tropical y es un país bastante plano, sin montañas, salvo alguna que otra isla volcánica deshabitada.

El archipiélago fue conocido como las Islas de la Amistad por la forma de ser de sus habitantes. Son amistosos, amables, educados, risueños, de buen trato, bonachones, alegres, campechanos, simpáticos y muy tranquilos.  Hablan inglés y tongano, que son los idiomas oficiales del país.

Aquí se encuentra la última monarquía parlamentaria que queda en todo el Pacífico y en la capital, Nuku Alofa, vive el rey Topou VI.  En esta ciudad se mueve casi toda la actividad económica del territorio. Su economía está basada principalmente en la exportación de pescado y la segunda fuente de ingresos más importante es el turismo.

Los tonganos conservan muchas características de sus primeros pobladores y su cultura es reconocida por la música, la danza y la gastronomía.

Los tonganos son cristianos en su amplia mayoría y la población es muy practicante. Dedican los domingos a la religión y la familia y ese día no hay ningún tipo de actividad, hasta el principal aeropuerto de Tongatapu cierra y no recibe vuelos.

Como siempre, nos dieron una cálida recepción bailando y cantando al ritmo de tambores e instrumentos de cuerda tocados por la banda de la policía. Los lugareños recibieron de muy buen agrado a la virgen, preguntaron sobre nuestro país, querían saber el nombre de la Virgen, les encantaron los colores de la imagen y dijeron que era muy hermosa.

Tuvimos la oportunidad de visitar la Basílica de San Antonio de Padua, que es la primera basílica en las islas del Pacifico Sur. La iglesia tiene dos niveles, abajo tiene un salón de conferencias y arriba es donde celebran las misas. Este edificio fue construido mayormente con trabajadores voluntarios entre 1977 y 1980 y tiene un techo cónico. Las vigas de madera están cubiertas con esteras de coco tejidas. El altar, el atril, la pila bautismal, los bancos y las mesas fueron hechos a mano y las Estaciones de la Cruz también están hechas de madera de la palma del cocotal e incrustaciones de nácar.

Elizabeth Farinho de Núñez en el exterior e interior de la Basílica de San Antonio Paduamostrando las imágenes de Nuestra Señora de la Altagracia.

De ahí, tomamos un tour para conocer algunos lugares interesantes de Tonga. Luego nos dirigimos al mercado Talamahu, que tiene una parte artesanal y otra agrícola. En la parte artesanal, donde pudimos interactuar con la tejedora Puanani Fakaosi que llamó a varias amigas del mercado para que vieran a nuestra señora. Les dimos toda la información y les regalamos los separadores con las imágenes de la Virgen de la Altagracia. Estaban muy contentas y nos externaron que era la primera vez que alguien les llevaba una virgen de otro país y que las iban a dejar en sus puestos del mercado.

Arriba a la izquierda, Puanani Fakaosi, en plena labor y recibiendo con alegría a Nuestra Señora de la Altagracia. Abajo a la izquierda, sus amigas del mercado Siosi Latu y su madre Vika Piluesi, también quisieron ver a nuestra amada virgen. Arriba a la derecha, Folauhola y Kilisitina pintando la imagen de nuestra señora. Abajo a la derecha, Saloni Sii y su madre, Loleto Lelenoa.

Por donde quiera que nos movimos en el mercado, fuimos recibidos con mucha alegría y emoción, a todos les regalamos la imagen de nuestra señora, que recibieron con mucho agrado. Vimos muchos niños en el mercado; nos encontramos unas niñas que estaban pintando abanicos y nos preguntaron si podían pintar a nuestra virgen y les dimos la imagen para que pudieran trabajarla. Igualmente, una madre y su hija pintaban abanicos en otro puesto y ocurrió que también ellas se quedaron pintándola. También, en esta sección había extraordinarios trabajos hechos en madera.

La parte agrícola tenía una amplia variedad de frutas, vegetales, legumbres y víveres, siempre frescos y muy bien dispuestos.

Arriba a la izquierda: Laila Filikitonga, Siva Fonua y Kilisitina Filikitonga con las imágenes de Nuestra Señora de la Altagracia. Abajo a la izquierda, una tongana coloca la virgen de la Altagracia junto a la que tenía en el altar. Arriba a la derecha: Elizabeth Farinho de Núñez visitando Ha Amonga a Maui. Abajo a la derecha: las imágenes de la Virgen en los respiraderos de Mapu a Vaea.

Aquí en el mercado pudimos ver cómo la dueña de un local que era una especie de colmado colocó la imagen de La Virgen de La Altagracia junto a una pintura de una virgen que tenía en un altar, muestra de que fue conmovida por nuestra señora.

Visitamos también Ha Amonga a Maui (La carga de Maui) en el pueblo Niutoua al este de la isla. Este es un monumento sagrado, es un enorme trilitón de piedra caliza de coral con dos piedras verticales y un dintel en la parte superior. Este monumento pesa entre 30 y 40 toneladas. Se le conoce también como el Stonehenge del Pacifico Sur, haciendo alusión a los que se encuentran en Inglaterra.

Otra visita que ofrecía el tour fue a conocer los respiraderos de Mapu a Vaea llamados también “los silbatos del jefe” (Blowholes en inglés) en el sur de la isla. Unas interesantes formaciones de roca y coral que crean cavidades de presión y emiten fuertes sonidos y espuma con el oleaje que puede elevarse hasta 30 metros.

Otra parada fue en el lugar donde el capitán James Cook llegó por primera vez en 1773, donde quedó impresionado por la recepción que le dio la multitud de hombres y mujeres. El capitán Cook volvió dos veces más a la isla.

Un dato curioso es que no hay aquí ni sapos, ni culebras, ni cocodrilos, aunque sí hay murciélagos grandes que están en peligro de extinción, cosa que tampoco había en las islas de la Polinesia Francesa.

Algo que pudimos observar es que las mujeres andan siempre muy bien vestidas y que no exhiben nada de su cuerpo. También, los cementerios están repletos de flores artificiales y vallas enormes con las fotos y los nombres de los fallecidos sobre las tumbas y las personas van vestidas completamente de negro al funeral. Otra cosa que nos llamó la atención es que no vimos militares en las calles. Tampoco en la calle se puede tomar alcohol, está totalmente prohibido.

A las 5 de la tarde salimos de Nuku Alofa y ya en el barco, disfrutamos de la vista al alejarnos de Tonga.

Para ver con la educación, alegría, cariño y emoción con que la Virgen de la Altagracia y nosotros fuimos recibidos en Tonga, pueden dirigirse a nuestra página de Instagram @virgenviajaporelmundo y en la página de Facebook, Virgen viajando por el mundo donde podrán disfrutar de más fotos y videos de nuestro paso por esta isla. Nuestro próximo puerto es Auckland, Nueva Zelanda.