Y finalmente llegó el martes 3 de enero del 2023. Los días previos fueron una tremenda locura: temas médicos, de seguridad, de trabajo, la mascota, las plantas, cancelación de algunos servicios; en fin, toda la logística que conlleva salir de la casa por cuatro meses y, además, la coordinación con las personas que me apoyan en esta aventura a plasmar en distintos medios todas las experiencias relativas a esta peregrinación. No hay palabras que expresen mi eterna gratitud hacia ellos.

Me siento bendecida y emocionada de poder cumplir con la promesa de acompañar a nuestra madre protectora y espiritual en esta peregrinación alrededor del mundo, dando a conocer la historia de su devoción y su gracia, así como la fe que nuestro pueblo le profesa. Tengo la certeza de que la virgen marcará el camino y que solo debo seguirla.

Salimos de nuestra casa en Orlando, Florida, a las 6 de la mañana y llegamos al puerto Fort Lauderdale, Miami, a las 3:00 p.m. La organización es simplemente fabulosa, nada se deja al azar, recibimos todas las instrucciones de seguridad y todo tipo de información valiosa para poder moverse en el barco. En este barco todo está pensado para la comodidad: desde varios restaurantes diferentes y comidas a toda hora, hasta la programación de espectáculos, conciertos y diversas actividades que incluyen manualidades (tejidos, costura, bordados), charlas de interés, clases de yoga, gimnasia, tai-chi, aeróbicos, caminatas, misas, juegos (trivia, mahjong, bingo), clases de arreglos florales, catas de vino, entre otras actividades que varían a diario.

Llevo las imágenes de la Virgen conmigo en todo momento esperando que las personas reaccionen y se acerquen, o a que me den el permiso, aunque sea con una sonrisa o una mirada de reojo, para yo acercarme y contarles.

El jueves 5 de enero llegamos a Falmouth, Jamaica, a las 10:00 a.m. e inmediatamente me preparé para salir a explorar con las imágenes de la Virgen a cuestas, decidida a conquistar Jamaica en su nombre.

Junto a la tripulación: Friso Nicolaas Kramer gezegd Freher, capitán; Manish Lopes, asistente del gerente general; Maja Mylanuska, gerente de servicio a los huéspedes; Henk Jacques Mensink, gerente general del hotel; Elizabeth Farinho de Núñez; Rubén Núñez; Robert Joldersma, gerente financiero y Edmund Simon, gerente de bebidas.

En la ciudad de Falmouth se encuentra la Parroquia de Trelawny en el condado de Cornwall. Esta ciudad fue fundada por Thomas Reid en 1769 y durante mucho tiempo fue considerada una potencia mundial importante en la exportación de azúcar. Después de la debacle de la producción de azúcar, Falmouth se ha mantenido como una ciudad histórica, turística y atractiva que conserva la arquitectura Gregoriana de la época y tiene un puerto marítimo donde llegan innumerables cruceros procedentes de todo el mundo.

En Jamaica tuvimos la oportunidad de cruzarnos con algunas personas para presentar a la virgen y compartir su sentir. También, coincidimos con un grupo de dominicanos que estaban en otro crucero y que manifestaron una tremenda alegría cuando se enteraron de nuestra misión y como buenos dominicanos, manifestaron mucha emoción al estar con Nuestra Madre en Jamaica.

A la izquierda los dominicanos José Quiroz, Mildred Altagracia, Josefina Abreu y Luisa Pujols junto a Elizabeth Farinho de Núñez y Rubén Núñez devotos de la Virgen de la Altagracia, le dan una cálida y emotiva acogida.

Aquí nos topamos con un simpático artesano jamaiquino que se emocionó tanto con la Virgen que nos regaló una pulsera hecha por él mientras nos decía:  Yea’mam…Jamaica no problem.

El artesano Nairon Williams en plena labor.

A las 5:00 p.m. terminó nuestra visita para dirigirnos a nuestro próximo destino: Limón, en Costa Rica.

Para ver más fotos y videos en donde queda de manifiesto la calidez, alegría y emoción con la que hemos sido recibidos en estos puntos, pueden dirigirse a nuestra página de Instagram @virgenviajaporelmundo y en la página de Facebook, Virgen viajando por el mundo.