En este mismo año la UNESCO nos ofrece el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo, 2023: tecnología en la educación ¿una herramienta en los términos de quién?

Su título mismo nos ofrece una cierta perspectiva sobre el contenido del informe. Y como era de esperarse, azuzó las avispas. En palabra de Ángel Hernández, ministro de educación de la República Dominicana, según se publica en la prensa “el revuelo provocado por los resultados de este levantamiento es porque las nuevas tecnologías se han vendido como la panacea para resolver el tema educativo y no siempre es así, pues los niños se distraen mucho”. Aboga por un uso racional de esa tecnología. Ése sería un aspecto del problema.

En el resumen del informe que aparece en el sitio Resumen del informe de seguimiento de la educación en el mundo, 2023: tecnología en la educación: ¿una herramienta en los términos de quién? – UNESCO Biblioteca Digital, se presentan lo que llaman “mensajes clave” que resultan interesantes, pues recogen algunas de las aristas acerca del tema en cuestión. Veamos:

  1. No abundan pruebas adecuadas e imparciales sobre el impacto de la tecnología educativa y agrega dos subtítulos sugerentes:
    1. No existen muchas pruebas sólidas sobre el valor añadido de la tecnología digital en la educación.
    2. Muchas de las pruebas proceden de quienes intentan vender la tecnología.
  2. La tecnología ofrece esperanza de una educación a millones de personas, pero excluye a muchas más y agrega:
    1. La tecnología accesible y el diseño universal brindan nuevas posibilidades a los estudiantes con discapacidad.
    2. La radio, la televisión y los teléfonos móviles están reemplazando a la educación tradicional entre las poblaciones con las que es difícil entrar en contacto.
    3. El aprendizaje en línea impidió el colapso de la educación durante el cierre de las escuelas provocado por la COVID-19.
    4. Si bien el derecho a la educación es, cada vez más, sinónimo de derecho a una conectividad significativa, el acceso es desigual.
  3. Algunas tecnologías educativas pueden mejorar ciertas modalidades de aprendizaje en determinados contextos:
    1. La tecnología digital ha aumentado de forma drástica el acceso a recursos de enseñanza y aprendizaje.
    2. Ha tenido efectos positivos de bajo y medio alcance en determinadas modalidades de aprendizaje.
    3. Sin embargo, debe centrarse en los resultados del aprendizaje, no en el aporte tecnológico.
    4. Y no es necesario que sea avanzada para ser efectiva.
    5. Por último, puede tener un efecto perjudicial si se utiliza de manera inapropiada o excesiva.
  4. El rápido ritmo de cambio tecnológico dificulta la adopción de los sistemas educativos:
    1. Los países están empezando a definir las competencias digitales que desean priorizar en los currículos y las normas de evaluación.
    2. Muchos estudiantes no tienen muchas oportunidades de practicar con tecnología digital en las escuelas.
    3. Los docentes suelen sentirse poco preparados y sin confianza para utilizar la tecnología de la enseñanza.
    4. Varias cuestiones menoscaban el potencial de los datos digitales en la gestión educativa.
  5. El contenido en línea ha aumentado sin suficiente regulación sobre el control de calidad y la diversidad.
    1. El contenido en línea lo producen grupos dominantes, lo que afecta a su acceso.
    2. La educación superior es la que más rápido está adoptando la tecnología digital y la que está sufriendo una mayor transformación.
  6. La tecnología suele adquirirse para llenar un vacío sin tener presentes los costos a largo plazo
    1. … para los presupuestos nacionales.
    2. … para el bienestar de los niños.
    3. … para el planeta.

Como se aprecia en el informe de la UNESCO, estamos ante los pros y los contras reconociendo desde el principio que aún las evidencias son muy limitadas, sobre todo respecto a los logros de aprendizaje por su uso como para tomar decisiones respecto a la adquisición masiva de los dispositivos electrónicos.

Quienes conocen el sistema por dentro saben que las adquisiciones en educación son más que millonarias y que, por supuesto, aparecerán muchos proveedores ofreciendo “soluciones” de las que no tienen evidencias científicas, aunque sí mercadológicas, sobre su uso. Recordemos aquella iniciativa “One Laptop Per Child”, un portátil por niño/a, y que incluso promovió también el programa G1G1 (Give One Get One) “compra uno y dona uno”, que causaron furor en muchos ámbitos de la educación. Originalmente cada computadora se ofrecía al “módico precio” de US$100.00. A final de cuentas entre el altruismo y el mercado más pudo este último y los costos de inversión fueron otros. Por ejemplo, en el caso de Uruguay, país que inició en América Latina esta estrategia bajo el nombre de Plan Ceibal y el lema “reducir la brecha digital además de la brecha del conocimiento”, la adquisición de laptop representó entonces el 5% del presupuesto en educación. Es muy probable que la brecha digital haya mejorado, de la segunda, no tengo evidencias concluyentes.

Por otro lado, y haciendo uso del famoso chat GPT3.5, cuya información sobre el tema no va más allá del 2021, consultado sobre las posibles diferencias en el aprendizaje de la lectoescritura entre escribir a mano o hacerlo en un teclado de computadora las respuestas resultan interesantes, sobre todo aquella que hace referencia a los procesos cognitivos: “La actividad de escribir a mano puede estar más vinculada con el proceso cognitivo y la comprensión. Se ha demostrado que escribir a mano puede fomentar la reflexión y el procesamiento más profundo de la información. Escribir en un teclado tiende a ser más rápido y automatizado, lo que puede limitar ciertos aspectos del procesamiento cognitivo”. Al final de la consulta señala algo interesante: “tanto escribir a mano como escribir en un teclado de computadora tienen sus propias ventajas y desventajas en el proceso de aprendizaje de la lectoescritura. La elección entre ambas dependerá de diversos factores, como son los objetivos de aprendizaje, las necesidades individuales del estudiante y las circunstancias específicas de la enseñanza. En muchos casos, una combinación de ambas habilidades puede ser beneficioso para un desarrollo completo de la alfabetización”.

Siguiendo la exploración quise saber, además, la importancia de la retroalimentación táctil en el aprendizaje de la lectoescritura y la respuesta fue igualmente de interés: “La retroalimentación táctil desempeña un papel significativo en el aprendizaje de la lectoescritura, especialmente en las etapas iniciales del desarrollo de las habilidades de lectura y escritura. Esta retroalimentación se refiere a la sensación física y la kinestésica que se experimenta al tocar y manipular objetos al escribir a mano”. GPT3.5 ofrece seis razones para justificar su argumento: desarrollo de la memoria muscular, reconocimiento de patrones, vinculación multisensorial, fomento de la atención y la concentración, desarrollo de habilidades motoras finas y conexión entre la forma y el sonido. En resumen, señala: “La retroalimentación táctil desempeña un papel crucial en el proceso de aprendizaje de la lectoescritura al contribuir al desarrollo de la memoria muscular, el reconocimiento de patrones, la experiencia multisensorial y la vinculación entre forma y el sonido de las letras y palabras. Es por eso que las actividades de escritura a mano siguen siendo valiosas y se consideran una parte integral de las estrategias de enseñanza en las etapas iniciales de la alfabetización”.

Concluyo señalando lo siguiente: las tecnologías son herramientas, medios que nos pueden ofrecer oportunidades para alcanzar mayores habilidades en la gestión de los procesos educativos. No son el fin, son medios. Su aplicación por sí solas no producirán más efectos que aquello que es capaz de generar lo “nuevo”. Las intencionalidades educativas, los propósitos, la planificación y desarrollo de los procesos de aula son tareas propias del profesional de la educación, del maestro/a.

GPT3.5 dice ante el dilema educación y tecnología: “Es importante tener en cuenta que, si bien la tecnología puede ser una herramienta poderosa en la educación básica, también debe usarse de manera equilibrada. La interacción personal, el juego al aire libre, la lectura de libros físicos y otras actividades no tecnológicas también son fundamentales, para el desarrollo integral de los estudiantes. Los educadores y padres deben considerar cuidadosamente cómo integrar la tecnología de manera efectiva en el plan de estudios y cómo supervisar su uso para garantizar un aprendizaje saludable y equilibrado”.

Hay muchos otros aspectos a considerar, uno de ellos la edad y la exposición a las tecnologías y sus efectos. Esto podrá ser motivo de reflexiones en entregas futuras.

Mientras, no olvidemos que la educación es un acto dialógico intencional y orientado, que debe ser pensado y actuado desde esa perspectiva.