¿Qué es una revolución? Algunos piensan que es un desorden mayúsculo que interrumpe el “normal desenvolvimiento” de un país o región. Otros pensamos que es el clímax de un sistema moribundo y el inicio de una nueva etapa. Para llegar a una revolución hay acometer una serie de requisitos: primero reemplazar las fuerzas armadas a las órdenes del viejo régimen; segundo las revoluciones son grandes enfrentamientos de clases, no una colaboración de las clases como pretenden algunos reformistas; la creación de un nuevo marco de “pacto social” por contraposición del que rige el periodo anterior, lo que generalmente se hace vía una nueva constitución, adoptada mediante una convención o asamblea constituyente. Dicha convención o asamblea debe ser electa por todo el pueblo a través del sufragio universal.
En América Latina y El Caribe se han sucedido varias revoluciones icónicas. La más relevante fue la revolución de los esclavos del Saint-Domingue francés, al occidente de nuestra isla y que tuvo dos etapas: la primera que fue una guerra de clases de amos contra esclavos para alcanzar la libertad, que se inició en 1791 –con un primer conato en la revuelta de Mackandal asesinado en 1758- y concluyó con la victoria de los esclavos y a proclamación de la abolición de la esclavitud en febrero 1794 por la Asamblea Nacional francesa dirigida por los jacobinos. La presión de los esclavistas franceses y de países imperialistas como España e Inglaterra, llevaron al Consulado de Napoleón a restablecer la esclavitud en julio de 1802. Fue la segunda guerra de liberación en el actual Haití que derrotó una enorme fuerza expedicionaria francesa comandada por el General Leclerc, española y británica que fue derrotada por los ex esclavos y que produjo la muerte del mismo Leclerc. Después vinieron las épicas guerras de independencia de América Latina, desde México hasta la Patagonia chilena y argentina y los genios militares del Libertador Simón Bolívar y el General argentino José de San Martin, y que en el caso de Bolívar contó con el apoyo decisivo de Petion caudillo de la República de Haití.
Sin embargo las revoluciones al sur del Río Bravo, la grandes revoluciones fueron, la mexicana de 1910 a 1917; la guatemalteca de 1954; la revolución cubana de 1959; la revolución dominicana de 1965; la revolución nicaragüense de 1979; la revolución de Granada de 1979; y la revolución bolivariana venezolana desde el triunfo electoral de Hugo Chávez en 1999.
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La revolución mexicana, que abarca desde 1910 hasta la constitución de 1920 grosso modo, es una de las revoluciones más relevantes del continente y del mundo. La larga dictadura reeleccionista del General Porfirio Díaz, de más de 30 años, había sumido a México en pobreza de la gran masa de campesinos y obreros, represión a la más mínima expresión de objeción y crítica –véase el caso de los hermanos Flores Magón fundadores del Partido Liberal de tendencia semi anarquista- y a la promesa de no volver a optar por la reelección en 1910. Evidentemente, Díaz no cumplió su promesa, como hacía aquí el caudillo Joaquín Balaguer-. Esa promesa se la hizo solemnemente a un periodista canadiense y al candidato opositor Francisco Madero. Inmediatamente Díaz lanzó su candidatura en 1910, los campesinos y trabajadores de las ciudades se alzaron en armas contra el ejército federal, para echar del poder a Díaz. Madero figura prominente, agrupó a su alrededor la élite liberal, y ganó las primeras elecciones libres en México en 1911 con respaldo del llamado Plan de San Luis de Potosí y asumió en noviembre de ese año hasta su derrocamiento en 1913. En el norte y en el sur de México se formaron grandes ejércitos populares de campesinos, con Emiliano Zapata en el sur y Francisco (Pancho) Villa en el norte. En ese año de 1913 se llevó a cabo un alzamiento militar contrarrevolucionario que terminó con el asesinato del Presidente Madero y de su Vicepresidente Pino Suárez.
Carranza convocó a los jefes revolucionarios a la Convención de Aguascalientes para nombrar un solo jefe de la Revolución. Entre 1913 y 1917 fueron años de grandes enfrentamientos y en el cual podemos destacar la entrada y toma por Emiliano Zapata y de Pancho Villa de la capital Ciudad de México, donde hubieran podido formar un gobierno revolucionario bicéfalo que aplicará la reforma agraria que ambos perseguían. Pero no fue así. Ambos volvieron a sus feudos para ser asesinados por las fuerzas reaccionarias una vez terminada la etapa álgida de la revolución. La historia fue otra. Los Estados Unidos intervinieron muchas veces, como en el bombardeo y ocupación del puerto de Veracruz. La épica movilización del campesinado de México no tiene parangón en los movimientos sociales de la región.
Después de 1917 y la adopción de una Constitución que prevalece hasta nuestros días, la revolución mexicana se burocratiza, a pesar de momentos épicos posteriores, como fue el gobierno del General Lázaro Cárdenas, que se enfrentó a los intereses imperialistas al nacionalizar el petróleo y los ferrocarriles. Estamos hablando del sexenio 1934 a 1940. La revolución mexicana fue la primera revolución importante y vital de la historia latinoamericana con la protagónica participación de los campesinos y trabajadores y la destrucción total del viejo orden oligárquico porfirista.