Los acontecimientos acaecidos en Arroyo Vuelta, perteneciente al Distrito Municipal de Zambrana del Municipio de Cotuí sobre las agresiones a la población, por parte de las autoridades públicas en defensa de los intereses de la Barrick Gold son execrables, para todos los que habitamos esta pequeña isla.

Es consabido que la minera Barrick Gold hace un buen tiempo está tratando de construir una presa de cola o de desechos para depositar los materiales y químicos que se usan en el procesamiento minero, en este caso, los desechos de la extracción del oro. Por más que quieran higienizar las informaciones sobre estos desechos, no son naturales y se ha demostrado que son bastante peligrosos y dañinos para el medio ambiente y la vida misma.

Las ciencias mineras dicen que son inertes, porque han sido neutralizados. Es una falsa información para todos los que leemos o conocemos sobre los residuos y problemas que genera todo tipo de estructura, en este caso una presa de cola a cielo abierto. Si fuera esto cierto, la historia de la mineria estaria con alas volando en los cielos.

Los medios de comunicación alteran la data, muchos de ellos modelan las noticias para amañar información. Tener vertido minero a cielo abierto es una opción peligrosa. No entiendo, porque ustedes han decidido por esta opción. Cada cual  dicen en estos lares asume su propia crisis. Se conoce que los vertidos de una presa de cola son estériles algunos y otros no son amigables con la vida, porque la envenenan. Se sabe que de un kilo de oro se producen tres millones de desechos según el Dr. Steven Emerman. Esto es mucho a mi humilde entendimiento, como antropóloga.

Actuar socialmente comprometido con las comunidades son propuestas más amigables con el ambiente y con la sociedad. Ustedes no tienen la última palabra, necesitan abrirse a las negociaciones públicas.

Con una presa de cola se producen demasiado daño ambientales, porque se compromete  la salud de las aguas, suelos y  aire, lo que conlleva un peligro inminente para el medio ambiente.  Sin embargo, para las autoridades actuales, esto no es relevante. La realidad que valen más los dólares que generan esos kilitos de oro. La vida cabe en las balanzas que pesan su oro. Y los riesgos para las comunidades no pueden ser dejados de lado, debido a los controles y poder de los mineros.

La comunidad se ha visto presionada a vender sus tierras y predios a precios de mercados. Dichos costos son siempre muy pobres para la población afectada, con relación, a lo que ellos conseguirán con sus ganancias por la extracción de oro. Ellos, los señores mineros  no son sacrosantos, como tampoco los interesados en ganar capitales en ríos revueltos vengan de donde salgan.

Aprendí hace mucho tiempo que las comunidades tienen derecho a tomar decisiones en la compra y venta de sus tierras por sus derechos comunales. Aprendía que si hay unos pocos individuos que no están de acuerdo con los dividendos o negociaciones todo se cae en cualquier proyecto social,. Esto se debe a que se necesita un apoyo completo de los que están en conflicto. Lo mejor en este tipo de arreglo es iniciar un proceso en el que ambas partes estén acomodadas. Uniendo múltiples apoyos para el diálogo.

La situación se complica frente a los daños ambientales. Esta presa de cola es un fracaso para el medio ambiente y la comunidad. Y el fracaso se nota de inmediato, cuando se   asume el uso de la fuerza para detener las protestas o disgustos por los tipos de negociaciones que no han logrado un acuerdo entre partes. Cualquier experto en conflicto, reconoce que el uso de la fuerza es un tono no amigable para ninguna de las partes. En mi calidad de antropóloga le diría a la empresa, han sido mal asesorado y la respuesta con dichas medidas son simplemente una garantía de fracaso, que no tendrán posibilidad de  solucionar con la fuerza pública.

La violencia genera violencia. Cabe preguntarse si el repudio a la Barrick Gold por parte del Episcopado Dominicano, la población dominicana en general dice mucho para ustedes señores mineros. Y eso no se resuelve con dinero o buscando apoyo de las autoridades públicas que se desligan de la comunidad. No hay un conflicto que pueda resolverse usando la violencia. Tarde o temprano se desborda la situación y el aparcamiento de las comunidades generará más problemas. Actuar socialmente comprometido con las comunidades son propuestas más amigables con el ambiente y con la sociedad. Ustedes no tienen la última palabra, necesitan abrirse a las negociaciones públicas. Abracen las propuestas para defender la vida y expongan un diálogo abierto con la sociedad dominicana. Esto implica comprender al otro y tomar en cuenta a los comunitarios y volver a las narrativas honestas. Es una apuesta donde todos ganamos, incluidos ustedes señores mineros.