La mente, la conciencia o la psicología individual es la zona más importante y, menos comprendida de la psicología moderna.
Los estudios y evidencias han establecido que el cerebro es la base biológica de la mente y no el corazón, como relatan los poetas. Desde 1880, mentes brillantes como los europeos, Sigmund Freud y Wilhelm Wundt, y los norteamericanos John Watson y Daniel Kahneman, han tratado de explicar cómo funciona
Al menos cuatro médicos investigadores del sistema nervioso han recibido un premio Nobel en medicina y fisiología: el ruso Iván Pavlov, en 1904, por sus descubrimientos de los reflejos condicionados, o respuestas aprendidas relacionadas con procesos mentales. El español Santiago Ramón y Cajal, en 1906, por sus estudios sobre la estructura y los cambios del sistema nervioso.
También el estadounidense Eric Kandel, en 2000, por la plasticidad neuronal, o sea la capacidad renovadora y cambios permanentes en las neuronas por la práctica y la repetición constante. Y el psicólogo norteamericano Daniel Kahneman, en 2002, por sus aportes sobre los juicios y decisiones humanas y cómo pensamos, donde vincula la economía con la psicología.
Recordemos que en 2013, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, patrocinó la iniciativa o “Proyecto Cerebro”, con el objetivo de mapear o identificar las funciones cerebrales, y todavía queda mucho por descubrir sobre el cerebro humano. Imagínense cuánto falta por entender sobre la mente humana.
Lo paradójico es que, aunque no se sabe exactamente cómo funciona, cada vez es más fácil influir en ella. La psicología, la neurología y las herramientas informáticas, en especial, la inteligencia artificial, cada vez más influyen y manipulan las creencias, emociones, percepciones, temores, ira y esperanzas de las personas.
Les pondré estos estos ejemplos.
La pintura La Mona Lisa o La Gioconda. A pesar de su pequeño tamaño (77 x 53 cm), es la más estudiada y visitada en el Museo del Louvre, de París, el más famoso del mundo. Ya el presidente de Francia anunció que le habilitarán un acceso directo a un costo de 834 millones de dólares. Expertos aseguran que la expresión de La Gionconda es ambigua, y despierta en la mente humana sensaciones de misterio, belleza y curiosidad, y provoca instinto de atracción casi universal. Es un ejemplo de atracción aprendida.
Las culebras o serpientes, aun en países como República Dominicana, donde las especies que existen son inofensivas, provocan en la mente humana sensaciones repulsivas o de miedo, y despiertan un temor instintivo, tal vez por su relación con veneno y con relatos y mitos bíblicos, que simbolizan el engaño y el peligro.
Por otro lado, los medios de comunicación y las redes sociales se han convertido en herramientas clave para moldear la mente colectiva, mediante ellos se transmiten relatos generalmente, exagerados, manipulados o falsos, que infiltran creencias y mitos que afectan la capacidad de pensar. Este fenómeno ha sido aprovechado por líderes de distintas épocas, como Franklin D. Roosevelt, John F. Kennedy y Fidel Castro.
Actualmente, el expresidente estadounidense Donald Trump, apoyado por 77 millones de votantes, ha sabido promocionarse al explotar la atracción y el miedo. Se ha presentado como un clarividente o líder mesiánico; y aplica una estrategia publicitaria basada en amenazas y sanciones, a organismos, países y ciudadanos, a través de sus declaraciones y ordenes presidenciales, análisis sobre cómo pensamos; de tal potencia que ha impactado en mentes brillantes y simples, y ha logrado estremecer el planeta.
** Este artículo puede ser escuchado en audio en Spotify en el podcast Diario de una Pandemia por William Galván