La Inteligencia Artificial (IA) es una disciplina científica que nació oficialmente en 1956 en Dartmouth College, en Hanover, Estados Unidos, durante un curso de verano organizado por cuatro investigadores estadounidenses, presidido por John McCarthy. Este componente de la informática ha crecido de forma constante con el paso del tiempo y las tecnologías que de ella se derivan han contribuido en gran medida a transformar el mundo durante más de sesenta años. Los rápidos avances tecnológicos en IA y otras tecnologías en desarrollo como la robótica, la computación en la nube y el Internet de las cosas, están transformando disciplinas, economías e industrias y su aplicación en la educación ha sido objeto de investigación y desarrollo. La combinación de tecnología avanzada y el aprendizaje automatizado han abierto nuevas posibilidades para mejorar la experiencia educativa y la eficacia de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Algunos expertos consideran que la IA, al igual que la humana, es un concepto complejo de definir, pues aún no existe una definición formal y universalmente aceptada. Sin embargo, hablar de IA es algo tan sencillo como hablar de máquinas inteligentes, es decir, máquinas que están programadas para llevar a cabo determinadas tareas de forma automática sin la necesidad de que los seres humanos supervisen su trabajo. La IA, antes solo pensada e imaginada por el mundo del cine o de la ciencia ficción, hoy día es una realidad. El Parlamento Europeo la define como “la habilidad de una máquina de presentar las mismas capacidades que los seres humanos, como el razonamiento, el aprendizaje, la creatividad y la capacidad de planear”.

Algunas tecnologías con inteligencia existen desde hace más de 50 años, pero los avances en la potencia informática, la disponibilidad de enormes cantidades de datos y nuevos algoritmos han permitido grandes avances de la IA en los últimos años. En el ámbito educativo, la IA tiene muchas posibilidades, pero también conlleva riesgos y límites, que son necesarios conocer y estudiar, para plantear acciones concretas que contribuyan al desarrollo de las personas y sus aprendizajes. Entre sus posibilidades, tiene la capacidad de hacer frente a algunos de los mayores desafíos que afronta la educación en la actualidad, como es desarrollar prácticas de enseñanza y aprendizaje innovadoras.

Distintos autores afirman que la pandemia de la COVID-19 aceleró los procesos de introducción de tecnología en la educación en todo el mundo. Y América Latina vivió un dramático proceso de interrupción de las clases presenciales, más prolongado que en ninguna otra parte del mundo (Jaramillo, 2020, citado por Rivas et al., 2023). ­“Esto permitió la introducción de nuevas tecnologías en reemplazo de la escolarización tradicional, pero al costo de una distribución muy desigual basada en las condiciones sociales y económicas de la población”. Esta situación de crisis educativa también es un diagnóstico que requiere nuevas soluciones para abordar numerosos desafíos.  Por ejemplo, las pruebas aplicadas en 2019 por el Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), en las que participaron 15 países, mostraron un estancamiento en los aprendizajes que, sin duda, la pandemia llevó a situaciones críticas, como han indicado algunos estudios. De modo que “la introducción de la IA en educación puede ser una vía para acelerar, personalizar y distribuir más eficientemente oportunidades educativas”.

La información disponible es que la investigación en IA se ha centrado, principalmente en los siguientes componentes de la inteligencia: aprendizaje, razonamiento, resolución de problemas, percepción y uso del lenguaje. Es importante indicar que existen dos tipos de IA: la basada en datos a través de máquinas de aprendizaje y la basada en una representación explícita del conocimiento del dominio procesada por otra máquina. El éxito actual de la IA es debido principalmente a los avances en la IA basada en datos (Pedró et al., 2019).

La IA en la educación apenas está explorando sus posibilidades. Sin embargo, lejos de ser una innovación ajena a las instituciones educativas, la IA tiene el poder de transformar profundamente la educación, afirma la Unesco. Es decir, la IA tiene el potencial de revolucionar la forma en cómo se piensa sobre la educación. Desde algoritmos de aprendizajes personalizados hasta realidad virtual y aumentada, las herramientas y tecnologías impulsadas por IA están ayudando a mejorar la experiencia de aprendizaje de los estudiantes de la manera que nunca se creyó posible. Tiene el potencial de aportar una amplia gama de beneficios a la educación. Una de las más significativas es la capacidad de personalizar la experiencia de aprendizaje de cada alumno.  Con la IA en la educación se pueden analizar los datos de rendimiento y preferencias de los alumnos para crear planes de clases y evaluaciones personalizados que se ajusten a los puntos fuertes y débiles de cada estudiante. Además, la IA puede automatizar tareas administrativas como las calificaciones, liberando tiempo para que los maestros y profesores se centren en otros aspectos importantes de la enseñanza. "Se espera que la integración de la realidad virtual y aumentada en la educación, potenciada por la IA, cree experiencias de aprendizaje inmersivas y enriquecedoras para los estudiantes" (White, 2021).

Las herramientas y tecnologías basadas en IA también pueden mejorar la experiencia de aprendizaje de los alumnos de varias maneras. Por ejemplo, la realidad virtual y aumentada puede hacer que el aprendizaje sea más interactivo e inmersivo, mientras que otras herramientas basadas en IA pueden proporcionar asistencia a los estudiantes en todo momento y lugar. Además, la IA puede utilizarse para crear pruebas y juegos personalizados que ayuden a los estudiantes a comprometerse con el material de una manera divertida e interactiva. El aprendizaje personalizado es uno de los beneficios potenciales más interesantes de la IA en la educación. Esto puede mejorar el compromiso y la motivación de los estudiantes y, en última instancia, conducir a mejores resultados académicos.

Retos y preocupaciones siempre están presentes en la educación, los cuales no se deben soslayar. Por ejemplo, aunque el uso de la IA en la educación tiene muchas ventajas, también hay consideraciones éticas a tener en cuenta. Una de las mayores preocupaciones es la posibilidad de que la IA perpetúe los prejuicios y la discriminación existentes en la educación. También preocupa el impacto de la IA en la privacidad de los estudiantes y la seguridad de sus datos. Otros motivos posibles son: el desplazamiento de puestos de trabajo en el sector educativo a medida que avanza la tecnología, pues puede haber menos puestos de trabajo disponibles para educadores y personal de apoyo. Otro reto para considerar es garantizar la igualdad de acceso a la educación impulsada por la IA para todos los estudiantes. Con la creciente disponibilidad de educación en línea y recursos educativos en la Internet, es importante garantizar que todos los estudiantes, independientemente de su situación socioeconómica o ubicación, tengan acceso a estos recursos.

Rivas et al., (2023) opinan que el rol de la IA en la educación es una gran incógnita. Aplicaron una encuesta basada en esta pregunta: ¿De qué manera se está desarrollando actualmente la IA y cómo se prevé que evolucionará de aquí al año 2030 en América Latina? La encuesta fue dirigida a tres grupos de la región: académicos del campo de la IA y educación, miembros del ecosistema privado de la tecnología y la educación y funcionarios gubernamentales de las áreas dedicadas a la tecnología y educación de Ministerios de Educación nacionales. El instrumento abarcó cinco dimensiones:  1) Relevancia presente y futura de la IA en los sistemas educativos. 2) El rol de las instituciones y actores relevantes en el desarrollo de la IA en educación. 3)  Escenarios educativos futuros en América Latina. 4) Recomendaciones para el desarrollo de la IA en educación en América Latina. 5. Ejemplos de casos destacados de iniciativas en IA y educación.

Los resultados revelaron que todos los actores perciben que la IA se volverá crecientemente importante en la educación futura, aunque esta relevancia sería más notoria en el nivel terciario y universitario. A su vez, las percepciones sobre el presente y el futuro no se diferencian notoriamente entre los distintos grupos encuestados, aunque se observa una tendencia de parte de los funcionarios gubernamentales a ser más optimistas con respecto a la relevancia futura y las consecuencias positivas de la IA en educación en su capacidad de disminuir las desigualdades educativas dentro y entre los países. Los académicos son el grupo de expertos más pesimista en relación con estas dimensiones y el rol futuro de la IA en educación en América Latina. Si bien la IA en educación puede cumplir diversos roles, no se observan claras diferencias en la percepción de los encuestados. Las cuestiones que parecen tener más potencial de crecimiento de aquí al año 2030 son los usos de la IA para el aprendizaje más allá de la escuela y para los alumnos con necesidades especiales.

Las prioridades futuras en términos de recomendaciones para la política pública están centradas en la conectividad a internet en las escuelas y en la formación de capacidades docentes, temas que incluso parecen ser previos a la introducción de la IA en la educación. El ritmo de crecimiento de la IA en educación se vislumbra como una tendencia en alza que no generará disrupciones en los próximos siete años. Entendemos que esto es indicativo de un campo que todavía está en construcción y en una etapa de incertidumbre sobre su potencial impacto en el futuro cercano.

Según Tatiana Forero (2020) implementar la IA en la educación representa una gran inversión. A continuación, algunos de los beneficios:

  1. Estimular el aprendizaje personalizado y colaborativo. Los sistemas de aprendizaje en línea son potenciados por la IA, pueden sugerirles a los estudiantes, rutas de estudio para estimular el aprendizaje personalizado o contactarlos con grupos de estudio afines para favorecer el aprendizaje colaborativo.
  2.  Facilitar la docencia. El tiempo de los docentes es cada vez más escaso por el incremento de tareas repetitivas como las calificacionesde evaluaciones o la revisión de las tareas escolares. La IA en la educación puede crear algoritmos que califiquen estos cuestionarios, dejándole más tiempo a los profesores para investigar, aplicar nuevas metodologías de enseñanza y atender individualmente a sus estudiantes.
  3. Monitorear el rendimiento de los estudiantes. Los algoritmos de las plataformas educativas pueden identificar patrones en el comportamiento del alumnado. Por ejemplo, determinar la frecuencia con la que acceden a asesoramiento, para interpretar si un estudiante está teniendo dificultades en su formación. Con el procesamiento de estos datos se puede obtener la información necesaria para establecer tendencias en su rendimiento.
  4. Simplificar la gestión educativa. Las tareas administrativas de las instituciones educativas consumen muchos recursos que la IA podría hacer más rápido, mejor y a un menor costo.

Por último, se presentan los cinco ámbitos de la IA en la educación:

1) Al servicio de la gestión y la implementación de la educación.

2) Al servicio del empoderamiento de los docentes y su enseñanza.

3) Al servicio del aprendizaje y de la evaluación de los resultados.

4) El desarrollo de los valores y de las competencias necesarias para la vida y el trabajo en la era de la IA.

5.) Como modo de proporcionar a todos posibilidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida.