La inmigración de venezolanos, que es la segunda población de extranjeros en la Republica Dominicana, luego de los haitianos, se inicia como tendencia reciente a principios de los años 1990 y no a partir del 2010 como consideran algunos autores. Ciertamente, a partir de esta última fecha es que aumenta de forma más acelerada este fenómeno.
Entre mediados y finales de los años 1980 y principios de los años 1990, Venezuela, así como casi la generalidad de los países de América Latina sufrieron lo que se denomino la crisis de la deuda, que para economistas del ámbito de la CEPAL y del BID e independientes, la consideraron como década perdida para los países latinoamericanos.
Paradoja de la vida, pues a finales de los años 1970 y principios de los años 1980, se dió el fenómeno de dominicanos que viajaban a Venezuela, para aprovechar la bonanza que se produjo a raíz del aumento de los precios del petróleo desde el año 1973, por lo que tanto el comercio y las actividades de servicios en ese país, aumentaron en su actividad, lo que generaba niveles salariales por encima de los salarios relativamente que recibían quienes emigraban desde la Republica Dominicana. Llegando a existir mas de 21,000 dominicanos en Venezuela en el año 1989.
La inmigración de venezolanos ya a principios de los años 1990 se caracterizó por la gran cantidad de profesionales que emigraban y una parte de ellos sobre todo hacia la Republica Dominicana, ante el deterioro acelerado en las condiciones de vida de la clase media venezolana, por el aumento del costo de la vida y el deterioro de los salarios, a raíz de que se produjo en ese país una de las tasas de inflación más con relación a otros países latinoamericanos y la devaluación del peso venezolano.
El impacto fiscal de los venezolanos en República Dominicana sobre pasa los RD$2,000 millones de pesos según estudio de la OIM
Pero a partir del 2010 se produce lo que se podría denominar una segunda ola de emigración de venezolanos hacia la Republica Dominicana, motivada por la situación política, social y económica, por la que ha venido atravesando este país sobre todo en la última década.
En sentido general, para todo el mundo, la emigración venezolana, según información de la Organización Internacional de Migración (OIM), de la Organización de las Naciones Unidas, paso de 437,280 en el año 2005 a más de 5 millones en el año 2020 y ya para el 2022 7.1 millones de personas. Entre el año 2017 y el año 2020 la población de venezolanos en la Republica Dominicana paso de 25,872 a 88,628. Para el año 2022 la población de venezolanos ha llegado a 115,283 personas
El 40.2% de los emigrantes venezolanos en República Dominicana tiene títulos profesionales y el 57.5% tiene formación profesional más una formación técnica, 58% de los profesionales emigrantes no ejercen su profesión, algo que es una tendencia en los emigrantes que por situaciones difíciles en sus países emigran.
El impacto fiscal de los venezolanos en República Dominicana sobre pasa los RD$2,000 millones de pesos según estudio de la OIM, también inversiones por más de US$553 millones y la generación de 9000 empleos, de los cuales el 60% es de habitantes dominicanos.
Como hemos podido observar la influencia de la diáspora venezolana en Republica Dominicana es creciente y por lo tanto se debe poner mucha atención a esta tendencia, pues se debe definir con claridad el estatus de estos extranjeros.
En primer lugar, desde el punto de vista de su legalización, lo que plantea que se debe hacer una revisión exhaustiva de quienes soliciten residencia en el país, para evitar que personas con antecedentes delincuenciales se filtren en la sociedad dominicana.
En segundo lugar, por la competencia que puede significar desde el punto de vista laboral (sobre todo en el ámbito profesional y técnicos), para los trabajadores dominicanos, en un país donde el desempleo es un mal permanente.