Ayer
Hoy como ayer, mañana como siempre, soy tu payaso.
Con mis ojos te miro sin chistar. Tan solo bastaría que me mires.
Para bailar contigo, tan solo necesito caer. Nadie vendrá a vernos.
Hoy como ayer, soy tu payaso.
El fantasma sí lo fue
Para ser creído o no, transfigurado por un fantasma de luz,
aquel hombre huyó de sí mismo. Nadie imaginó ni el día
ni la hora de su aparición. Hoy, sus amantes dibujan en sus
ojos otra gota de luz, llorándolo.
Egro
Todos corrimos hasta llegar a la meta. Sin embargo, nadie
nos esperó al finalizar la noche. Muchos huyeron espantados
de aquel lugar. Algunos se escondieron en el bosque y
otros llegaron al Palacio de la Esquizofrenia, para contar lo
que había ocurrido: los habitantes de Egro habían visto la
la mujer de su sueño.
La historia no contada de Pablo Castel
Conjeturan algunos que yo maté al pintor Pablo Castel,
porque aquel día me vieron salir de su casa. Otros conjeturan
que yo escondí su cadáver debajo de la avenida Póstuma,
donde vivo junto al fantasma de su padre, Ernesto Sábato,
y mi ahijado Plinio Chahín.