La Organización Mundial de la Salud, una prestigiosa entidad de las Naciones Unidas con sede principal en Suiza, fundada en 1948 cuyo objetivo es alcanzar para todos los pueblos el máximo grado de salud o bienestar físico mental y social, y no la ausencia de enfermedades; es dirigida por expertos con mentes grandes y brillantes. Al cumplir el 75 aniversario de actividades, acaba de presentar su Evaluación Anual sobre la salud a nivel mundial, donde plantea que el 2023 ha sido un año de múltiples y complejos desafíos al generarse un número récord de fenómenos naturales impulsados por el cambio climático que contaminaron la tierra, el aire y las aguas y causaron millones de enfermedades y muertes en el mundo, y afectaron los sistemas de salud y la fuerza laboral.
Aquel documento destacada razones para la esperanza, que deseo compartir con ustedes como regalo de Año nuevo, entre ellas, que:
Fue un año récord en el combate y casi eliminación de enfermedades infecciosas como la malaria; la hepatitis C, y la tuberculosis; con señales prometedoras de vacunas efectivas y seguras contra la meningitis, la malaria y el dengue el VPh, el virus del papiloma humano.
En mayo pasado declararon superado la Covid-19 como emergencia sanitaria mundial y la gestionaran como una enfermedad infecciosa; para lo que administraron más de 13 700 millones de vacunas; y un 72 % de la población mundial recibió por lo menos una vacuna contra la Covid 19; lo que evito enfermedades graves, y muertes en todo el mundo.
Recuperaron los niveles de la vacunación infantil después del retroceso que se produjo por la pandemia de Covid-19. Y sepan que pediatras actualizados como el Dr. Rafael Mena a un niño con tres años le han aplicado como 25 vacunas.
Recomiendan acciones cada vez más activas para proteger y prevenir a la población mundial contra los daños de tres enemigos silenciosos, la hipertensión arterial; la diabetes y el tabaco.
Establecieron que los accidentes de tránsito matan a más de 2 personas por minuto en el mundo. Y que desde el 2010, realizaron acciones que iniciaron un descenso del número de muertes por esta causa, lo que se ha reducido en de más de un 5%. Y diez países la redujeron en más de un 50%; aunque lamentablemente Republica Dominicana, mantiene el record de más muertes por accidentes de tránsito en el mundo.
Elevaron elevan sus preocupaciones por el efecto que generan la soledad y el aislamiento en la salud mental.
Cabe recordar cuánta razón tenía mi brillante profesora la Dra. Josefina Padilla, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, cuando alertaba a tener cuidado con el subregistro en los datos vitales, o sea, en la cantidad de muertos, enfermos, los tratamientos y las tecnologías medicas, porque son difíciles de obtener y cada día requieren de investigaciones mas actualizadas. Sin embargo, los estudios y evidencias revelan que los pueblos y gobiernos del planeta deben promover la vacunación para prevenir las enfermedades infecciosas. Deben educar y orientar más a la población sobre hábitos saludables y medidas preventivas; como el consumo de productos alimenticios, y los beneficios de los deportes y ejercicios físicos. Deben democratizar y popularizar el acceso a los servicios y recursos médicos de calidad; para que lleguen a todos los humanos.
Finalmente, es importante resaltar que se ha establecido que en los últimos 200 años lavarse las manos ha salvado más vidas que las vacunas, los antibióticos y los rayos X. Una medida tan sencilla; como saludable. Salud y felicidades en el nuevo año.