Composición Social Dominicana, la portentosa obra sociológica e histórica de Juan Bosch fue publicada en el año 1970. La investigación que realizó el autor, seguro le tomó varios años antes de su publicación. La obra en sí termina con la caracterización de la estructura social de la sociedad dominicana a la caída de la dictadura trujillista.
Como es bien conocido, la caracterización sociológica desarrollada por el Profesor Juan Bosch de la sociedad dominicana, desde la conquista española, la partición de la isla entre Francia y España en el siglo XVII, las independencias durante el siglo XIX (de Haití y de España) y el inicio del modo de producción capitalista en la última parte de ese siglo, está signada por el predominio de lo que el llamó la Pequeña Burguesía Nacional en varias capas muy diferenciadas.
Esencialmente, y con subcategorías internas, para la obra de Bosch existía al fin de la dictadura, la Pequeña Burguesía baja y pobre, que constituía la inmensa mayoría de la población dominicana compuesta por campesinos y trabajadores de las pequeñas ciudades; La mediana Pequeña Burguesía que constituía parte de lo que hoy llaman “las clases medias” no poseedora de medios de producción o poseedora de pequeños negocios, y; finalmente, a los grupos más ricos y altos del sociedad dominicana que llama la alta Pequeña Burguesía, con la excepción de Trujillo que en su periodo de gobierno de 31 años se constituyó en “él burgués nacional” que no existió hasta esa fecha.
Independientemente de la crítica o la caracterización que pueda hacerse de la sociedad dominicana hasta 1930 y siguiente, la sociología del Profesor Juan Bosch y las diversas capas de la pequeña burguesía y la particular “psicología” de esta, hubo continuidad de esa caracterización, primero, en el Partido Revolucionario Dominicano hasta 1973, año en que él sale del PRD y funda el Partido de la Liberación Dominicana. Aún después de 1973, la caracterización social de la sociedad dominicana boschista, continuó siendo asumida por el PLD, como sociedad pequeñoburguesa. Entre 1973 y 1996, fecha del ascenso al poder de los herederos de Bosch, pasaron 23 años. Sin embargo, después del abandono “de facto” de la teoría boschista tanto del partido –partido de cuadros tipo leninista- como de la caracterización de la composición social dominicana, la estructura social de la sociedad se ha transformado marcadamente.
A partir de 1990, con los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional y la “Nueva Politica Económica” iniciada por el gobierno del Presidente Balaguer, en agosto de ese año, y la implementación de las recomendaciones del llamado “decálogo” del Consenso de Washington, vía las instituciones internacionales multilaterales y bilaterales de desarrollo, (Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el mismo Fondo), y las agencias de cooperación al desarrollo europeas y norteamericanas, la sociedad dominicana se transformó en una sociedad capitalista periférica (Immanuel Wallerstein/ Sistema Mundo), con todas la contradicciones propias del subdesarrollo latinoamericano y del llamado Tercer Mundo. La República Dominicana en los 30 años transcurridos entre 1990 y 2020, se transformó en una sociedad de ingreso medio alto, según las definiciones de Naciones Unidas y el Banco Mundial. Desarrollo que se ha basado en el turismo, la zonas francas industriales, la minería, y una sociedad urbana, con mucha emigración a EEUU y remesas enviadas por esos migrantes. Igualmente, se dio un fenómeno extraño que incluyó la masificación de la mano de obra haitiana inmigrante en ese periodo en construcción, agricultura –banano, tabaco, azúcar, arroz y café -. Un fenómeno de salida de mano de obra con entrada de otra inmigración más pobre y marginalizada.
Por tanto, la cuestión que nos proponemos es saber cómo ha evolucionado la sociedad dominicana, y por cuales razones la sociología boschista no es aplicable en este siglo XXI para comprender las luchas sociales y su naturaleza, y por tanto las respuestas políticas para avanzar en una sociedad más justa, más democrática y avanzada. Luego de la caída de la dictadura de Trujillo en 1961, la sociedad dominicana vivió una transición traumática, y muchos incidentes al menos hasta 1966. Consejo de Estado I (Balaguer) y II (Bonelly); elecciones y gobierno democrático de Bosch con 62/63; golpe de Estado y Triunvirato de 1963 a 1965; guerrilla del 14 de junio en 1963 contra el golpe de Estado; levantamiento militar y revolución de abril de 1965; invasión militar de los EEUU amparada por la OEA; gobierno provisional de García Godoy 1965/1966; elecciones fraudulentas de 1966 y cacería despiadada a las organizaciones democráticas o revolucionarias a partir de 1966.
En ese año volvió al poder una suerte de neotrujillismo económico y social hasta 1978. El crecimiento económico de los 12 años fue igualmente extraordinario. Desde inicio de los 70, el país conoció cifras de dos dígitos de crecimiento en varios años (Angus Madison/ La economía mundial, una perspectiva milenaria) y la aparición de una burguesía amparada en las transferencias fiscales del modelo inaugurado en 1966. Una burguesía rentista. Leyes de incentivo industrial, agrícola, de zonas francas, de turismo y contratos especiales con grandes transnacionales mineras que transformaron sociológicamente la nación.
Con los dos gobiernos del PRD de 1978 a 1986 se completa la transformación de la estructura productiva y se avanza en la preeminencia del sistema financiero sobre la economía nacional. En 1986 se opera una vuelta al poder de Balaguer, en un contexto latinoamericano, internacional y nacional muy distinto al de 1961 o al de 1966. Se inician los ajustes neoliberales en 1990 y se consolidan a partir de 1996, con la privatización de la empresas publicas, el desmonte de CORDE, de lo que quedaba de las propiedades azucareras del Estado (CEA) y la cartelización y privatización de facto de la CDE. La clases sociales resultantes de estas transformaciones cambian completamente la caracterización boschista de las distintas capas de la pequeña burguesía nacional, y surge grandes grupos capitalistas industriales, de servicios, comercio, entre otros. La sociedad se urbaniza y se crea una amplia clase media y los sectores populares se proletarizan, vía la emigración, la inmigración haitiana, los grandes barrios de pobreza urbana, y la financiarización del tejido económico y productivo. Esta transformación se completa con las reformas del régimen de seguridad social, en el gobierno de 2000-2004. Los cambios económicos y sociales de los gobierno desde 2004 hasta 2020 acentúan esas transformaciones en la sociedad, sus clases sociales, la economía y las relaciones de fuerzas entre las clases resultantes del capitalismo neoliberal y las grandes masas de trabajadores y clases medias.