Existe un creciente reconocimiento en torno a que estamos viviendo una Cuarta Revolución Industrial (4RI). Una revolución que está transformando las estructuras sociales, culturales, institucionales, económicas, políticas y medioambientales a una velocidad, profundidad y magnitud sin precedentes (Schwab, 2016).
En ese contexto, cobra relevancia prioritaria revisar el papel de las Humanidades y las Ciencias Sociales (HyCS) de cara a los desafíos y en aprovechamiento de las oportunidades y los retos que plantea la Cuarta Revolución Industrial.
El escenario tecnológico de hoy comienza a reconocer la importancia de la cercanía de la tecnología a las HyCS: “Las humanidades deben tener igualdad de condiciones con las ciencias. Las humanidades son las que dan el contexto del mundo, y si lo que se quiere es desarrollar soluciones y servicios que tengan un impacto positivo en la humanidad, no se pueden descuidar”. (https://factorhuma.org/es/actualitat/blog-factor-huma/13609-por-que-la-tecnologia-necesita-a-las-humanidades).
La lección es clara, para que la tecnología pueda cumplir su promesa de mejorar la calidad de vida humana, necesita una brújula cultural y moral. Por mucho tiempo, las disciplinas que originan esa brújula, es decir, las Humanidades y las Ciencias Sociales, han sido relegadas por considerarlas alejadas de las tecnologías, cuando en realidad pueden ser precisamente las que nos permitan hacer el mejor uso de esas tecnologías cada vez más potentes e indispensables.
Las HyCS están llamadas a responder en el contexto de la Cuarta Revolución Industrial: (1) contribución a una mayor comprensión de las complejidades de la cambiante realidad; (2) exaltación del ser humano en la llamada sociedad del conocimiento; (3) apoyo a la toma de decisiones ilustrada y a la solución de problemas públicos; (4) desarrollo y aprovechamiento de oportunidades empresariales; y (5) apoyo a la inclusión social, la democracia y la paz.
Desde esta perspectiva, se torna necesario integrar las Humanidades y las Ciencias Sociales en la educación preuniversitaria y universitaria y en la formación técnico profesional para la Industria 4.0. Mientras la tecnología nos dice cómo construir, las HyCS nos dicen qué construir y por qué construirlo, conciliando los intereses particulares con los intereses sociales y comunitarios.
La Cuarta Revolución Industrial requiere una fuerza de trabajo con estas nuevas competencias, que van desde la automatización, la inteligencia artificial, el internet de las cosas o la robótica avanzada al pensamiento crítico, la resolución de conflictos y la capacidad de adaptación al cambio.
Según Sung-Chul Shin, presidente del Korea Advanced Institute of Science and Technology (KAIST), la investigación interdisciplinaria y las humanidades serán "clave en la Cuarta Revolución Industrial". Una educación en Humanidades y Ciencias Sociales, además de una sólida formación en ciencias básicas e ingeniería", será vital para preparar a los estudiantes y trabajadores para la Industria 4.0 y la sociedad 4.0.
Nuestro país, al igual que todos los países que han optado por insertarse en la carrera de la globalización, debe contar con individuos formados con una perspectiva cada vez más interdisciplinar, donde las Humanidades y las Ciencias Sociales se complementen y hagan vida con otras disciplinas como las ingenierías, la informática, la electrónica, la medicina, la psicología y las ciencias naturales.
La importancia de esta íntima relación radica en que las Humanidades y las Ciencias Sociales tienen la virtud de despertar y facilitar nuevas formas de pensar que permiten aproximarse a la comprensión de la realidad de distintas maneras, generando posibles preguntas y respuestas relevantes (preliminares, tentativas o hipotéticas) acerca del qué, dónde, cuándo, quién, cómo y por qué de las dinámicas que afectan a la sociedad y se gestan en ella.
En este sentido, en el marco de la Cuarta Revolución Industrial la investigación interdisciplinaria y la formación en Humanidades y Ciencias Sociales preparan para enfrentar el reto de crear nuevos conocimientos y formar criterio crítico en las personas para que asuman sus responsabilidades en la toma de decisiones sobre la forma en la que las nuevas tecnologías se pueden desarrollar y aplicar para mejorar o evitar el deterioro de nuestro futuro en sociedad.
Constituye un verdadero reto fomentar el avance de las Humanidades y las Ciencias Sociales, cuya labor resulta fundamental, no solamente para el mundo laboral, académico y empresarial, sino también para proteger y robustecer la democracia , transparente y en paz, así como para comprender y abordar los desafíos que supone la Cuarta Revolución Industrial.
La gente con una educación en arte y humanidades puede aportar creatividad y conocimientos a los lugares de trabajo técnicos en la Cuarta Revolución Industrial. ¡Su importancia no puede ser ignorada!