Siempre que termina un período, se suele llevar a cabo procesos de contabilidad o control de avances, estancamientos y retrocesos, sea cual fuere el proceso de que se trate. En esta ocasión se trata de revisar y llevar la contabilidad y control a las tareas que nos planteamos a principios del año que termina en escasos 11 días. Es de esta forma, y por esta razón, que hoy nos abocamos a hacer balance de los logros que tuvimos y los que nos faltaron, en el curso del año que ahora finaliza.  Y de paso hacer la salvedad de que no se trata del pase de lista a procesos personales. Me refiero a procesos sociales, expectativas a cumplirse en este año, cuáles se cumplieron, cuáles no, por qué, y qué debemos hacer para que se cumplan. O tratar de que lo hagan.

Y me refiero a asuntos sociales, porque independientemente de la distancia que tengamos de cualquier situación dada, nos afecta a todos en el conjunto social que formamos. Dígase, por ejemplo, la inseguridad ciudadana. Este fue un año cuando nuevamente tuvimos proceso electoral, en el cual debimos tener opciones para mejorar una propuesta de “cambio” que ya se hacía evidente que de promesa no pasaría. Según lo que se observa, todo se ha tomado de manera festiva, aprovechando los aires de fin de año, la algarabía navideña que vuelve a la gente loca con el fiestear, lo que da pie al dicho, que siga la fiesta y luego se verá.

Un rasgo muy notorio en la conducta social es la chabacanería, el “to e to y na e na”, actitud que llama a la irresponsabilidad por los incumplimientos, por el saltarse las reglas, por la inescrupulosidad, la falta de ética en el actuar, no importando qué ni cómo, mientras se alcancen los objetivos planteados, así sean violatorios a las leyes y la buena convivencia. Esto en cuanto a la moral ciudadana, porque no importa a quién ni cómo perjudico, si consigo alcanzar mis objetivos, ejemplo de ello, la violación de los espacios públicos, como las aceras. Y si usted amigo lector supiera, al ciudadano no le gusta que le enmienden la plana, pero sí muy gustoso se salta las reglas de la moral y la sana convivencia. A pesar de que estas anomalías son de las menos gravosas, el nivel de incomodidad social que provocan es significativo. Lo que pasa es que hay algo más importante de lo cual conviene preocuparse más. La connivencia con lo mal hecho que ayuda a que todos nos salgamos con la nuestra.

El “crecimiento económico” se ha dado en mostrar y vender como el parámetro que mejor muestre y signifique nuestro desarrollo social, cultural y económico. Es decir, si crece o aumenta nuestra capacidad de consumo. No importa qué, ni cómo consumamos, si nos desbordamos como consumistas, tenemos mucho desarrollo social y cultural, si nos imbuimos en la fiesta consumista que se vende como el clímax de la felicidad y la realización humana. Al tiempo que se desborda la pobreza humana, pero que, si yo te doy y tú me das, sin importar de dónde, estará todo bien. Y aquí entra el caso de las 9 toneladas de narcóticos confiscadas en Punta Caucedo, incineradas urgentemente para que no queden huellas ni evidencias de quién, cómo, de dónde ni qué. Pero repetiremos como decía aquella famosa canción de Cecilia García: “Ay, ay, ay..!, si uté supiera, que másimamente yo no me doy cuenta”. Y aprovechando el fiesteo navideño, todos miran para otro lado, porque en verdad, qué se puede hacer, si, y ya que, la justicia es “independiente”. Y ya no hablaremos de los casos de corrupción que se vociferaban “blindados”.

Otro resultado magníficamente nefasto de este año ha sido la campaña de odio, discriminación y violencia racial hacia los migrantes indocumentados, a través de las cuales se han violado sistemática y brutalmente los derechos humanos de personas migrantes indocumentadas, sin que sean ellos los responsables de su situación de irregularidad en el país. Sistemáticamente se continúa repitiendo en la enseñanza escolar de niños y jóvenes que RD es un país soberano y que la “crisis haitiana” es un problema de los haitianos. Cuando en realidad solo se aliena a la población con estas mentiras, pues desde que los Estados Unidos ocuparon en 1905 nuestras aduanas no somos país soberano, y la crisis haitiana es responsabilidad de los colonizadores que no pueden dejar esta isla en paz, desde el 1915 en Haití y 1916 en RD, así que sería bueno que las escuelas y colegios dejen de propalar mentiras sobre la historia, que la gente ya adulta asume como la verdad, y se ven más cómicos y ridículos, pero convertidos en manipulables tontos utiles. Y sin que, a los verdaderos responsables, empresarios de la agricultura, del turismo y la construcción, se les reclamen cuentas y responsabilidades por la contratación irregular de estos trabajadores, bien sabemos, con fines de aprovechamiento económico de su situación de irregularidad. Ni qué decir de la dinámica migratoria que llevan a cabo las autoridades militares con el trasiego ilegal de los migrantes, haciendo su agosto económico con la deportación y vuelta a entrar de los que son las víctimas del dicho “la soga corta por lo más fino”. Y lo bueno es que toda la situación de la estancia irregular, aun la de principios del siglo XX se quiere tomar bajo la óptica de una ley hecha 90 años después. Sin embargo, no es posible actualizar el Código Penal de 1844, ya sabemos por qué. Más adelante revisaremos esa ley 245-04 para ampliar sobre ella.

La fresita del pastel, como se dice, de nuestra evaluación de resultados para este año 2024 lo constituye la situación de la calidad de la educación en las escuelas públicas y privadas de nuestro país, la cual ya corre el primer cuarto de siglo XXI y no hay forma de que levante cabeza hacia una mejora real de sus niveles de calidad. Y es que se puede introducir toda la tecnología al sistema de gestión escolar, como difunde en su página web el Ministerio en cuestión. Se puede decir que se va a cumplir la orden presidencial de mejora de la calidad educativa para los próximos 10 años, en el Plan Horizonte 2034, supuestamente mediante un trabajo mancomunado de participación de actores involucrados en el proceso, tanto de estudiantes, maestros, instituciones públicas, privadas, descentralizadas y sin fines de lucro. Pero es que LOS NIÑOS NO SABEN LEER al pasar la barrera del primer grado de primaria. Mediante la práctica profesional he podido constatar que estudiantes de bachillerato y niños de 9 años en 4to de primaria, NO SABEN LEER..!!! ese niño no conocía las letras, no sabe lo que es el abecedario, no sabe lo que es una sílaba..!!! cómo puede un maestro que NO SE OCUPA de enseñar a sus estudiantes a leer y escribir, hacer sugerencias para mejorar la calidad de la educación..?? cómo puede un estudiante que considera que la educación y el aprendizaje de la lectoescritura no le sirve para el desempeño social y laboral colaborar con sus opiniones a la mejora de la calidad de la educación..?? cómo puede un maestro con 40 estudiantes en su aula enseñar a cada niño de primer grado a leer perfectamente..?? me parece que el señor ministro Ángel Hernández no está bien informado sobre la raíz, las razones verdaderas que subyacen en la deficiente calidad de la educación. ¿Y cuáles serían…?? La primera es la politización de la labor, donde el maestro es un compañerito del partido a quien se le otorga una jugosa posibilidad de empleo que les resuelve la vida económica, pero que frustra las de los niños y jóvenes, cuyo aprendizaje no es lo que está incluido en su plan de trabajo. Pero la cantidad de niños en las aulas no constituye una preocupación más que para que ingenieros y politiqueros hagan su agosto con la excusa de la construcción de más aulas escolares, mientras la vocación por la enseñanza brilla por su ausencia. Esto que escribo corresponde a opinión de maestros responsables consultados sobre la problemática. De manera que señores responsables de la educación, menos discursito, y más trabajo, menos politiqueros y más maestros de vocación, menos chabacanería y más preocupación por el aprendizaje, menos creer, como se cree en las afueras de los límites de la ciudad capital, que la cotidianidad de la vida se resuelve con las relaciones primarias y que más allá no se necesita más nada, una de las razones principales del mantenimiento y crecimiento de la pobreza en zonas rurales y periurbanas. De manera que no, no podemos hablar de un balance positivo para este 2024, año en que se suponía que se estaba de acuerdo con la gestión pública que llevaba este gobierno de la promesa de cambio, que, vuelvo a repetir, quedó en promesa, diluida por el interés en el “crecimiento económico” que solo hace crecer las riquezas de los más ricos, lo cual constituye otro balance negativo, que la población ya tiene asumido y aceptado que para eso es que está el gobierno, mientras ellos, la población, se la bandea con uñas y dientes, como sea que pueda, inmoralidad incluida, todo sea para alcanzar el nivel de vida que se pueda, siendo que debería constituir el derecho de todos y cada uno de los ciudadanos que vivimos esta nación y la hacemos nuestra. Para que se vean cumplidas las expectativas ciudadanas y humana, no solamente para este año 2024 que cierra y termina, sino para el que viene 2025, y después de este el otro, esperando que más que consumismo desenfrenado, podamos dar de nuestra alma lo que nos enriquece como seres humanos y espirituales que somos.

Fuentes consultadas:

https://www.elcaribe.com.do/panorama/educacion/ministerio-de-educacion-implementa-innovador-sistema-tecnologico-de-gestion-escolar/

https://presidencia.gob.do/noticias/ministro-de-educacion-anuncia-que-impulsara-el-uso-de-la-tecnologia-en-el-proceso

https://www.ministeriodeeducacion.gob.do/comunicaciones/noticias/minerd-presenta-version-preliminar-del-plan-decenal-de-educacion-horizonte-2024-2034