Los eventos de lluvias, inundaciones, deslizamientos de tierras y desbordamientos de ríos que ocurren con frecuencia en el territorio dominicano cada año, produciendo daños y sufrimientos en las comunidades; en zonas y lugares donde existe un nivel de vulnerabilidad social económica que acrecientan el riesgo, definitivamente que hay que difundirlos para conocerlos a profundidad.
Son sucesos de la naturaleza que se adhieren a los humanos y suelen generar pérdidas sensibles a las familias e infraestructuras de servicios, tales como: sistemas de agua potable y de generación de energía eléctrica, dejando situaciones delicadas en el orden económico que detienen el desarrollo local.
Para el caso específico de los sistemas de acueductos, infraestructuras vitales para el crecimiento de la población, existe un índice de acueductos seguros que varias entidades de gobiernos y privadas implementan, con el propósito de determinar la fortaleza de esas estructuras.
Es un instrumento diseñado para evaluar y conocer las vulnerabilidades y capacidades de los sistemas de agua ante las diferentes amenazas de origen natural y antropogénica y establecer un puntaje que la define resiliente, es decir, una estructura fuerte capaz de aguantar vientos y sismos importantes. Un índice de acueductos seguros y resilientes.
Si bien el instrumento existe en el país, pensado y elaborado por profesionales locales, no obstante, las informaciones levantadas en esos procesos de análisis deberán ser difundidos en la población.
Si las informaciones se ponen a la disposición de las comunidades, se conocerán los sistemas que, a la luz de los últimos fenómenos ocurridos, necesiten ser intervenidos y mejorados con la participación de las comunidades.
Y con la aplicación del Índice de Acueducto Seguros y Resilientes igual se identifican los sistemas de acueductos resilientes y determinan los que necesitan reforzamientos para los eventos naturales y humanos futuros. Lo novedoso en este punto es el compartir los datos recabados para diseñar juntos planes y estrategias participativas de reforzamiento y mantenimiento.
En el país tenemos instituciones de desarrollo que han articulado acciones con fines de aumentar la resiliencia de los acueductos existentes. Se han ejecutado diplomados para evaluadores con objetivo de orientar decisiones a partir del análisis realizado.
Los profesionales capacitados en la herramienta, puntualmente universidades, organizaciones no gubernamentales y agencias de desarrollo; como parte de los esfuerzos de mejoramiento de estas infraestructuras, deberían aprovechar las evaluaciones y socializarlas con el público.
De hacer esto que recomendamos, estaríamos ayudando a crear una sólida cultura del cuidado de los acueductos a través de un mejor conocimiento de esos sistemas.