Las políticas económicas del presidente Donald Trump continúan generando debate entre economistas, inversionistas y empresarios. Aunque su enfoque “proteccionista”, según sus propias palabras, busca fortalecer la industria nacional y reducir el déficit comercial, expertos advierten sobre sus posibles efectos adversos en diversos sectores clave de la economía estadounidense.
Desde el aumento en los costos de producción hasta la incertidumbre en los mercados financieros, múltiples sectores podrían enfrentar desafíos significativos, sin mencionar los efectos directos sobre los consumidores, un tema ampliamente documentado.
Motivado por estas preocupaciones y consciente de mis limitaciones técnicas, decidí realizar una investigación apoyado en herramientas tecnológicas, aun con las dificultades que enfrenta un analógico como yo. Analicé los sectores más vulnerables a estas medidas y las opiniones de especialistas en la materia, obteniendo los siguientes resultados preliminares:
- Tensiones comerciales y la industria manufacturera
Uno de los pilares de la política económica de Trump fue la imposición de aranceles a productos provenientes de China, México y Canadá con el objetivo de proteger la producción local. Sin embargo, esta estrategia ha generado efectos contraproducentes.
Las políticas comerciales con la imposición de aranceles, las restricciones a la inmigración y la incertidumbre sobre la Reserva Federal son factores que podrían repercutir en el crecimiento económico y la estabilidad del país. Aunque parte del mercado mantiene la confianza, existen claros indicios de que la actividad podría ralentizarse en los próximos años, según dijo a Bloomberg en Línea el economista jefe de Barclays en el país, Marc Giannoni.
Un sector particularmente impactado es el automotriz, que requiere piezas importadas para la producción de vehículos. Ford y General Motors han señalado que el alza en los costos de materiales como el acero y el aluminio ha reducido sus márgenes de ganancia y encarecido los precios finales de los automóviles, afectando la demanda.
- Agricultura y exportaciones
Las represalias comerciales de países como China han perjudicado a los agricultores estadounidenses, quienes dependen en gran medida de la exportación de productos como la soya, el maíz y la carne de cerdo.
La imposición de aranceles a productos agrícolas estadounidenses ha reducido la competitividad de los agricultores en el mercado internacional, generando pérdidas millonarias. La Federación Estadounidense de Oficinas Agrícolas estima que los agricultores han perdido miles de millones de dólares en exportaciones debido a las tensiones comerciales con China.
Para contrarrestar este impacto, la administración Trump implementó programas de subsidios para el sector agropecuario. Sin embargo, muchos productores consideran que estas ayudas no son suficientes para compensar la caída en la demanda de sus productos en el extranjero.
- Sector inmobiliario y construcción
El mercado inmobiliario ha sido otro de los sectores afectados por la política económica de Trump. Los aranceles sobre materiales de construcción importados, como la madera de Canadá y el acero de China, han incrementado significativamente los costos de edificación.
En una carta dirigida al presidente Trump, la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas (NAHB), destacó que, desde enero de 2021, los costos de insumos para la construcción residencial han aumentado en más de un 30%. La organización advirtió que imponer aranceles adicionales solo agravaría la crisis de asequibilidad de la vivienda, lo que contradice la orden ejecutiva emitida por el mandatario en su primer día de gobierno para aumentar la oferta de vivienda accesible.
Además, las restricciones migratorias han reducido la mano de obra disponible en la construcción, elevando los costos salariales y retrasando proyectos de infraestructura y desarrollo urbano.
- Industria tecnológica y videojuegos
El sector tecnológico, uno de los más dinámicos de la economía estadounidense, también ha sido impactado por las políticas de Trump. Los aranceles sobre productos electrónicos han encarecido la producción de dispositivos como computadoras, teléfonos móviles y consolas de videojuegos.
La Entertainment Software Association (ESA) ha advertido que “los aranceles a dispositivos de videojuegos y otros asociados afectarían negativamente a cientos de millones de usuarios estadounidenses y dañarían la importante contribución de la industria a la economía de Estados Unidos”.
- Mercados financieros y crecimiento económico
La incertidumbre generada por las políticas económicas de Trump ha afectado a los mercados financieros. Las constantes tensiones comerciales y las amenazas de nuevas tarifas han provocado volatilidad en Wall Street, con caídas significativas en los índices bursátiles en momentos clave.
Un análisis del New York Times señala que, si bien algunas medidas de Trump han impulsado la economía en el corto plazo, el riesgo de una desaceleración económica es alto debido al impacto en la inversión empresarial y la confianza del consumidor.
No me cabe duda de que, si estas políticas pretendían fortalecer la economía nacional, el impacto a mediano plazo será el contrario, lo que obligará a su revisión y dejará la mayoría de esas medidas sin efecto. Pero, como dice el dicho popular: "Después del palo dado, ni Dios lo quita". La economía estadounidense, y por su interdependencia, la mundial, quedará profundamente afectada.