El pasado 23 de octubre del 2023, en el marco de la celebración del septuagésimo sexto aniversario del Banco Central, el gobernador de dicha institución pronunció un discurso orientado a “…mostrar los principales logros en el ámbito de la política monetaria y comentar sobre la coyuntura, tanto internacional como doméstica…”.
El referido funcionario enfoca gran parte de su análisis al desempeño macroeconómico durante el trimestre julio-septiembre del 2023, haciendo las debidas comparaciones con el tercer trimestre del año 2022; aunque en ciertas ocasiones, apoya su análisis sobre la base del acumulado de los últimos nueve meses del año 2023, mientras que, en otros momentos, realiza comparación puntual del último mes del trimestre (septiembre 2023) con algún otro dentro de los últimos doce meses.
De conformidad con las funciones propias del Banco Central, y con la postura predilecta del pensamiento hegemónico, en el discurso del gobernador se expresan las políticas económicas de la entidad en términos de objetivos intermedios, tal como los agregados monetarios, la tasa de interés, el dominio de la inflación a rango sostenible, domeñar los tipos de cambios, flexibilidad en la política monetaria; las cuales se complementan con otras que diseña e implementa el Gobierno Central, entre las que se incluyen procesos privatizadores de activos y servicios públicos.
Atado a los referidos objetivos intermedios, el Banco Central alinea la consecución de la mayoría de los logros obtenidos durante los últimos cuatro trimestres (julio 2022-septiembre 2023), y lo hace tanto en materia de crecimiento de riqueza, control de inflación, generación de nuevos empleos y calidad de los mismos, y expansión de visitantes extranjeros, entre otros.
Si se acepta la línea causal de objetivos intermedios con logros obtenidos, dicha lógica también debería explicar el desempeño de aquellas variables que soslaya el análisis del disertante, pues el Banco Central dispone de los datos para acometer ese tipo de consideración, tal como lo muestra el análisis incompleto que se realiza en la parte del mercado laboral; una pocas de esas omisiones se incluyen en la presente reflexión, sobre todo en materia ocupacional y de nivel de vida
Sin lugar a duda que, en la coyuntura analizada, el retorno de la inflación al rango meta de 4% (+o-1), constituye un logro que, de alguna manera, puede ser vinculada con el ámbito de política monetaria implementada; aspecto este que contó, además, con cierto aminoramiento de presiones inflacionarias en el entorno internacionales.
Así mismo, la reanimación del crecimiento interanual real del PIB (2.6%), puede ser parcialmente vinculante con dichas políticas, pero en tanto crecer, por sí mismo, no es un objetivo que se traduzca en bienestar para el colectivo, precisa ser matizado con los que si constituyen objetivos últimos de políticas económicas, como por ejemplo, el nivel de desocupación, la calidad de la ocupación y el desempeño del nivel de vida dentro de esa coyuntura, entre otros.
En el documento leído se vanagloria la fortaleza en reservas internacionales, al tiempo que se silencia que gran parte de dichas reservas se sostienen por aportes de remesas y “mediante endeudamiento”(Veloz, A. 2023), aspectos ambos en que es baja, , si es que hay alguna, la incidencia de las políticas que se incuban e instrumentalizan desde el Banco Central.
Cabe señalar que durante la parte intensa del período covid-19 el peso relativa de la informalidad laboral se deslizo hasta un promedio de 55%, pero en el lapso 2021-2022 dicha proporción retorna al valor que antecedió al período agudo de la pandemia(promedio de 58%), sin embargo, durante el primer trimestre del 2023 la informalidad laboral retorna al nivel pre-pandémico de 56%, por consiguiente, durante los primeros nueve meses del año 2023, la informalidad laboral total no mostró mejoría alguna, pues, de acuerdo a los propios datos publicados por el Banco Central , lo que hizo fue registrar un ligero aumento en 0.5 puntos porcentuales.
Al mismo tiempo, durante el tercer trimestre del 2023, la tasa de desocupación se envuelve en un intenso trastorno de soledad, pues al asumir un valor de 5.4%, no fue posible encontrarle dato alguno que demostrara un avance satisfactorio, ya que venía de un nivel inferior de 4.8% en el tercer trimestre del 2022, y durante los últimos nueve meses del presente año registró un acumulado de +0.5 puntos porcentuales, por lo que se ha deteriorado durante la coyuntura, de ahí que dicho indicador se muestre en solitario y se obviara realizar algún tipo de comparación.
En otro apartado del discurso glorificador se omite que, al comparar el tercer trimestre del 2023 con el del 2022, y a pesar de llevar la inflación al rango deseado, el nivel de vida del 20% más pobre de la población, medida a través del costo de la canasta familiar, se ha deteriorado un 37% por encima del aumento que ha impactado la canasta del 20% más rico de la población, de ahí que esté presente en la coyuntura un aumento en la brecha de desigualdad entre el bienestar de los más pobres y los mas ricos.
Por consiguiente, cuando se incorpora al análisis de la coyuntura las afectaciones negativas que fueron omitidas en el discurso en cuanto al impacto diferenciado de grupos poblaciones en la carestía de sus canastas familiares, el pobre desempeño en tasa de desocupados, la estancada proporción de informalidad laboral en los ocupados totales durante los últimos nueve meses del presente año, entre otros, entonces es posible escuchar desde las gradas del colectivo afectado la interrogante ¿podrían bajarle algo a ese análisis glorificador?.