Georgia Meloni (45 años) acaba de ganar las elecciones en Italia, lo que representa un evento histórico, sostenida por su partido Fratelli D ’Italia, es la primera mujer a ser elegida para desempeñarse como primer ministra, faltando apenas unos días para que se cumplan los 100 años de la marcha sobre Roma (27 de Oct 1922) liderada por el dictador Benito Mussolini.

Desde los 15 años, Meloni milito en el Movimiento Social Italiano, heredado del fascismo, lo que la identifica con los neos fascistas, y a los 29 años fue ministra de la Juventud, bajo el gobierno de Silvio Berlusconi.

Periodista de verbo fácil y florido, políglota, defensora de la familia, la religión y la patria, valores que blandió Mussolini, cuando intentó reducir la función de la mujer a la procreación y cuidado de la familia. Considerada conservadora y tradicionalista, dadas sus posiciones de no al aborto y rechazo a las relaciones homosexuales, la Sra. Meloni se autocalifica de católica.

Para especialistas y politólogos, su llegada al poder genera inquietud, no solo en Italia sino para el resto de Europa, por las implicaciones que puede tener para  la Unión Europea.

Su coalición con Silvio Berlusconi,( Fuerza Italia) y  con  Matteo  Renzi (Cinco Estrellas), unifica la derecha populista con la derecha extrema, y nos recuerda cuando en Octubre 1921, nacía en Italia el Partido Nacional Fascista (PNF), bajo la jefatura de Mussolini, quien se comportó como un verdadero equilibrista político ,haciendo alianza con la derecha liberal, mostrando aversión hacia el radicalismo subversivo de su seguidores, mientras trataba de sosegar los líderes radicales , squadrist , hasta llegar  afianzarse, como lo señala Francisco Cobo Romero. En  su libro, Las Grandes Dictaduras del siglo XX, Edit. Síntesis.

Cabe recordar que, la dictadura fascista se instaló sobre la defensa de las tradiciones, creencias y rasgos culturales que habían modelado la sociedad italiana, en un intento de poner fin al supuesto caos social.

El proyecto de Estado de Mussolini, estaba orientado en forjar una nueva comunidad nacional, de naturaleza esencialmente espiritual, bajo los principios de la tradición, la memoria del pasado imperial, y el catolicismo. Lo que fue posible mediante la fascistizacion del Estado, siendo una de las primeras medidas adoptadas, la supresión de la libertad de prensa, persecución y eliminación de las organizaciones políticas. Hoy esto sería difícil de hacer, pero no imposible, si se cuenta con el apoyo popular.

La gran motivación de la campaña de Meloni, giro en torno a la recuperación y grandeza de la Italia de otros tiempos, -lo que lleva a pensar en Trump, “América Great Again”- Su rechazo a la izquierda, la migración, criticas al manejo de la crisis energética y el disgusto histórico de los italianos con la diversidad de gobernantes,  desde  la caída  de la dictadura en 1943.

Los elementos esenciales que blande Meloni en su narrativa populista, nos remontan al periodo entre guerra que vivió Europa, 1914 a 1939, cuando se consolidaron los movimientos de derecha que llevaron al poder a Hitler, Mussolini y Franco.

En la actualidad el contexto europeo es tan o más complejo, que el periodo entre guerra, cuando se dio una crisis  económica, junto a otras variables socio políticas, que llevaron aumentar el disgusto de la ciudadanía. Hoy los eventos sociales discurren rápidamente, se difunden en directo y las poblaciones tienen  inesperadas reacciones concatenadas con violencia, estando presente la ausencia de liderazgo y falta de certeza del destino de los movimientos sociales.

Algunas sociedades europeas enfrentan una serie de variables parecidas al periodo de  entre guerra, con altas tasas de desempleo, inflación, niveles de violencia, desarrollo tecnológico, cambios culturales , desilusión social y política,  etc. ,con conflictos bélicos como la guerra Rusia -Ucrania ,de inesperadas consecuencias para Europa y el resto del mundo.

Meloni, habla del peligro del extranjero, de su orgullo de ser italiana, lo que la identifica con un nacionalismo populista, presente en muchas sociedades, donde el inmigrante surge como un chivo expiatorio, ante la crisis económica, energética, aumento de la violencia y sostenida e inesperada presencia de extranjeros.

Es interesante observar como en Europa ,hay cada vez mas partidos de ultra derecha  llegando al poder, o amenazando con alcanzarlo, inspirados en la crisis identitaria ,como es el caso del partido Front National en Francia , que desde la década de los 80 del siglo pasado, no ha cesado de crecer , llegando al segundo lugar en dos elecciones.

De las 27 naciones que conforman la UE, han surgido 18 gobiernos y diversos movimientos de ultra derecha ,que tienen una narrativa populista que les unifica e identifica a todos, con fuertes vínculos con las derechas internacionales

Tras su triunfo la líder neo fascista,  habla de trabajar para “fortalecer la institucionalidad y  reconstruir la dignidad de la ciudadanía italiana.” Consciente de que el Estado italiano no es fácil de manejar porque si bien después de la caída de la dictadura, varios gobiernos, unos 60, se han sucedido en un ejercicio democrático. Es necesario destacar la   capacidad de los italianos de sacarlos del poder, lo que junto al nivel de abstención  ,36 %, y  coaliciónes con otras fuerzas, llevan a pensar que no será fácil para Meloni cumplir con las promesas electorales.

No sabemos, si realmente el fascismo está de vuelta en la sociedad Italiana, que nunca sufrió una desfastizacion, lo que sí parece  ser cierto  es que la figura de Mussolini, como imagen inspiradora, subyace en el ADN de los jóvenes políticos italianos, como acaban de demostrar los recientes resultados electorales.