Durante la última década, el progreso tecnológico y la innovación han catapultado al sector fintech desde la periferia hasta la vanguardia de los servicios financieros. El avance ha sido rápido y robusto, impulsado por el sólido crecimiento del sector bancario, la digitalización, las preferencias cambiantes de los clientes y el creciente apoyo de inversores y reguladores. Durante esta década, las fintech han remodelado profundamente ciertas áreas de los servicios financieros con propuestas de valor innovadoras, diferenciadas y centradas en el cliente, modelos de negocios colaborativos y equipos ágiles y con habilidades cruzadas.
Ya en julio de 2023 las fintechs que cotizaban en bolsa representaban una capitalización de mercado de 550 mil millones de dólares, el doble que en 2019. Además, en el mismo período, había más de 272 unicornios fintech con una valoración combinada de 936 mil millones de dólares, siete veces más si lo comparamos con las 39 empresas valoradas en mil millones de dólares o más hace cinco años.
En 2022, una corrección del mercado provocó una desaceleración del crecimiento. En este nuevo contexto, ¿Cómo pueden las Fintech seguir siendo competitivas y continuar ganando fuerza y relevancia para los clientes?
En un entorno de liquidez limitada, las fintechs y sus inversores están haciendo hincapié en la rentabilidad, sin embargo, hoy no solo se valora el crecimiento a raíz de las cifras de adopción de clientes o de ingresos totales, sino que cobra asimismo importancia la sostenibilidad del negocio y el mercado al que se dirige.
Basar la medida del crecimiento en un núcleo estable es un primer buen paso. Se recomienda asegurar un negocio principal sólido con un ajuste de mercado específico y probado antes de comenzar la expansión, en lugar de intentar crecer mientras se fortalece el núcleo. En este sentido, las empresas que se centran en su negocio principal y tienen un mercado nacional sólido tienen 1,6 veces más probabilidades de generar rendimientos superiores a los de sus pares. En definitiva, esto se logra volviendo a lo básico: enfocarse en un producto principal para duplicar su rentabilidad y asegurar así una operación estable y viable.
Las fusiones y adquisiciones programáticas persiguen establecer asociaciones estratégicas mutuamente beneficiosas a través del intercambio de valor con empresas tradicionales y otras fintechs, en lugar de fomentar las fusiones y adquisiciones solo como respuesta a un entorno de baja valoración. Para asegurar alianzas fluidas, es clave que las compañías tengan valores y culturas similares con el fin de evitar discrepancias y contrastes mayores.
La disciplina de costos es otro paso primordial a la hora de desarrollar una fintech sostenible. Implica resistir ante el nuevo entorno de financiación sin dejar de ser ágil y flexible. El ahorro de costos específicos se ha convertido en una prioridad para las fintechs que buscan formas de reducir sus gastos mientras mantienen la satisfacción del actual cliente y adquieren nuevos en paralelo. El 50 por ciento de las fintechs públicas (después de su salida a bolsa) fueron rentables en 2022 y de hecho el diferenciador clave entre las rentables y no rentables fue la gestión de costos, no el crecimiento de sus ingresos.
Asegurar la agilidad y la innovación que han sido la base de la disrupción hasta ahora, pasa también por mantener una cultura viva. Las fintech podrían trabajar para fortalecer su cultura, misión y, en consecuencia, su estrategia de contratación. Prestar especial atención a la implementación de estrategias diferenciadas para los diversos puestos vacantes, así como dedicar recursos a la retención de los perfiles experimentados puede ser un punto diferenciador.
Según la Asociación Dominicana de Empresas de FinTech (AdoFinTech), entre los años 2017 y 2021, República Dominicana fue el país con mayor crecimiento en Startups Fintech de la región de Latinoamérica y El Caribe, con un incremento de un 129% de acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Las Fintech representan sin duda un sector clave para la economía dominicana y sus empresas emergentes en el área tecnológica.
La industria continuará experimentando esta transición por lo que los jugadores tendrán que evolucionar para sobrevivir. Los enfoques variarán dependiendo del nivel de madurez de cada fintech y su enfoque vertical y geográfico, sin embargo, el marco anteriormente descrito puede proporcionar una base sólida para un crecimiento sostenible de cara al futuro. Las decisiones que se tomen hoy marcarán el ritmo de las fintechs a medio y largo plazo.