Este Pentagrama es el primero de una serie de cuatro publicaciones. Que tendrán como punto de análisis la línea de investigación presentada por el autor de esta columna como fin del curso Globalización y Derecho Ambiental del doctor Xabier Eceizaberra en el   Máster en Sociedad Democrática, Estado Y Derecho UPV/Ehu-Universidad Autónoma de Santo Domingo -UASD- Programa de doctorado.

Como primera publicación de cuatro responde a la síntesis de la investigación “Ética, Medio Ambiente y la Guerra en Ucrania”. He respetado la integridad del texto presentado en el ámbito académico, de ahí la naturaleza técnica del lenguaje y lógica interna monotemática.

Cuando asumimos el desafío de tratar este tema desde la perspectiva de la ética y tomando como objeto de investigación de manera concreta un hecho trágico, quizás el más trágico del siglo XXI, como lo es la guerra en Ucrania y la invasión rusa. Destacamos desde el punto de vista moral la catástrofe ambiental irreversible, aceleramiento del calentamiento global por la pérdida de suelo, destrucción de bosques, pesquerías, contaminación, desertificación, y la erosión en diferentes relieves por impacto de los bombardeos; lo establecemos desde una doctrina muy clara que desarrolla Adolfo Sánchez Vázquez al ver la ética y otras formas de conducta en relación al contexto social.

En estas otras formas de conductas sociopatológica de la guerra, pasamos a destacar los siguientes comportamientos: la destrucción de la economía por la guerra, la destrucción del sentido de la política y su brazo, la diplomacia; el desconocimiento de las reglas del derecho internacional y la destrucción de una cultura milenaria. Concluimos que a 200 días de la guerra en Ucrania esta tragedia se expresa en 5,800 civiles muertos, entre ellos más de 370 niños, más de 50,000 soldados rusos y 14,000 soldados ucranianos, según las estadísticas a las que hemos podido tener acceso (15-09-22).

A modo de conclusión voy a asumir de la tesis desarrollada por Mario Bunge en su Filosofía Política: Solidaridad, Cooperación y Democracia Integral, que cito a continuación:

“La guerra. Se trata del crimen supremo, porque involucra el asesinato de numerosas personas inocentes, las cuales son sacrificadas en aras de los intereses de unos pocos: por territorios, recursos naturales, esclavos, mercados, rutas comerciales o lo que fuera. Con todo, numerosos politólogos, filósofo y teólogos han escrito acerca de las “guerras justas”, las cuales habitualmente da la casualidad que son las que inician los Gobiernos de los que tales individuos son partidarios. Sostengo que no puede haber guerras justas, porque la guerra no es más que un asesinato en masa y, como tal, el peor de los crímenes”. (Mario Bunge, 2009, pág. 434)

Cerrando en estas conclusiones apelamos a dos representantes principales del utilitarismo del acto y el utilitarismo de la norma moral Jeremy Bentham y John Stuart Mill (doctrina ética que impulsa Putin contra Ucrania),  quienes afirmaron en su teoría que debemos hacer como acto moral aquello que aporta los mejores resultados para el mayor número (el interés ruso), lo cual en principio no parece objetable, la pregunta desde el punto de vista ético es  ¿Qué es moralmente el mayor número?, ¿los derechos fundamentales en una guerra están sujetos al interés de la métrica del invasor?, ¿cuál es el efecto de la realización de esta teoría? respondemos como ya hemos desarrollado a lo largo de nuestro trabajo(a desarrollar en otras publicaciones ) y como lo establece el derecho internacional público, las convenciones, declaraciones, la Corte Penal Internacional, que bajo ningún concepto ni razón la agresión está justificada y el medio ambiente destruido,  como acontece en cualquier guerra y de manera critica en los más de  200 días de muerte  y destrucción en Ucrania.

No existe justificación ética y moral a la conducta de Vladimir Putin.

* Bunge, M. (2013), Filosofía Política. Solidaridad, cooperación y Democracia Integral (1ra ed.) Barcelona, España. Editorial Geidsa.

R/F. https://acento.com.do/opinion/putin-ucrania-la-guerra-convergente-y-restauracion-del-viejo-modelo-9038799.html