Pentagrama con esta entrega entra en su tercera publicación de una serie de cuatro, en la cual se mantiene como objeto de análisis la línea de investigación presentada por el autor de esta columna al desarrollo del curso: Globalización y Derecho Ambiental del doctor Xabier Eceizaberra del programa de la Escuela de doctorado Universidad del País Vasco UPV/Ehu (España)-Universidad Autónoma de Santo Domingo -UASD (RD).

Tercera publicación de cuatro que responde al enfoque Ética y compromiso de fe con el medio ambiente, en el marco de la línea de investigación “Ética, Medio Ambiente y la Guerra en Ucrania”. Reitero el respeto a la integridad del texto presentado en el ámbito académico, portador de una naturaleza técnica en su lenguaje y lógica interna monotemática propia del modelo de investigación.

En este abordaje destacaremos tres documentos que entran en la complejidad del tema que nos ocupa: las Florecillas de San Francisco de Asís y dos encíclicas; una del Papa Juan XXIII o su   Carta Encíclica Pacem In Terris y, la otra, la Carta Encíclica Laudito Si’ del PP. Francisco, que abordaremos primero.

En su Encíclica, el Papa Francisco en razón de la guerra, caos, la destrucción y muerte en Ucrania y el mundo pide a Vladimir Putin parar la guerra y a Volodímir Zelenski​ ofrecer vías de paz; nos invita Francisco a repensar el sentido de la vida al invocar sobre el cuidado de la casa común o la naturaleza. Nos desafía y nos sacude la “Laudato Si´” sobre la degradación moral y el crimen de lesa ambiental que en adicción al problema ético del llamado progreso social más no moral, que hunde la humanidad en un abismo deshumanizante impulsado por el salvajismo y la barbarie de la guerra, citamos:

“Hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos. Ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad, y llegó la hora de advertir que esa alegre superficialidad nos ha servido de poco. Esa destrucción de todo fundamento de la vida social termina enfrentándonos unos con otros para preservar los propios intereses, provoca el surgimiento de nuevas formas de violencia y crueldad e impide el desarrollo de una verdadera cultura del cuidado del ambiente”. (Carta Encíclica Laudito Si’ del Santo Padre Francisco Sobre El Cuidado De La Casa Común, p. 229,)

El mejor referente de un antecedente teológico de una pastoral social sobre el caos que impone la guerra a la estructura medioambiental y a todo el sistema ecoexitencial del planeta, como rasgo distintivo: aparece en la preocupación del Papa Juan XXIII en su   Carta Encíclica Pacem In Terris que citamos:

Como vicario, aunque indigno, de Aquel a quien el anuncio profético proclamó Príncipe de la Paz, consideramos deber nuestro consagrar todos nuestros pensamientos, preocupaciones y energías a procurar este bien común universal. Pero la paz será palabra vacía mientras no se funde sobre el orden cuyas líneas fundamentales, movidos por una gran esperanza, hemos como esbozado en esta nuestra encíclica: un orden basado en la verdad, establecido de acuerdo con las normas de la justicia, sustentado y henchido por la caridad y, finalmente, realizado bajo los auspicios de la libertad (pto. 167 carta Encíclica Pacem In Terris De Su Santidad Juan XXIII), fin de la cita.

Venimos transitando en la reflexión y acercando el enfoque de este trabajo “una Mirada Ética a la guerra en Ucrania, su impacto en la naturaleza integral de seres humanos, animales y cosas. Y hacemos esta caminata conceptual más allá de los pecados interpretativos como podamos cometer, al retrotraernos al año 1327 y 1337 en el aparentemente libro anónimo hagiográfico “las Florecillas” sobre la vida de los santos. citaremos un fragmento de esta joya “de la filosofía de la naturaleza y espiritualidad cristiana” de San Francisco de Asís que se enmarca en este plan de análisis sobre la violencia, guerra en Ucrania y crimen de lesa ambiental:

– Hermano lobo, tú estás haciendo daño en esta comarca, has causado grandísimos males, maltratando y matando las criaturas de Dios sin su permiso; y no te has contentado con matar y devorar las bestias, sino que has tenido el atrevimiento de dar muerte y causar daño a los hombres, hechos a imagen de Dios.

– Por todo ello has merecido la horca como ladrón y homicida malvado.

Toda la gente grita y murmura contra ti y toda la ciudad es enemiga tuya. Pero yo quiero, hermano lobo, hacer las paces entre tú y ellos, de manera que tú no les ofendas en adelante, y ellos te perdonen toda ofensa pasada, y dejen de perseguirte hombres y perros…,

– Y tú, hermano lobo, ¿me prometes cumplir para con ellos el acuerdo de paz, es decir, que no harás daño ni a los hombres, ni a los animales, ni a criatura alguna? (p.139-140 anónimo, las Florecillas).

En esta tercera reflexión académica o enfoque Ética y Compromiso de Fe con el Medio Ambiente, consultamos como fuentes mensajes, cartas y otras formas de documentos tomados como modelos de la pastoral social de la iglesia cuya línea central o reflexión constituyen un llamado a entender que la guerra solo ahonda el sufrimiento humano,  el deterioro o la destrucción de la infraestructura económica, social y política de las naciones en conflicto y   el medioambiente;  impidiendo con ello, la atención de las necesidades básicas de la población.

Cabe destacar, y es para detener en este rumbo loco de la humanidad, que en los más de 100 conflictos bélicos que se han producidos en los últimos 30 años, más del 80 por ciento de las víctimas son personas civiles y una acción que como impacto resulta demoledor del entorno medioambiental(hábitat). Hecho moral y conducta, esta, que hace de la guerra un comportamiento desastroso multidimensional desde la perspectiva de la tragedia humana.

Para nuestra última entrega hemos centrado nuestro compromiso en una clara reflexión sobre la crisis de dimensiones sin precedentes que ha provocado la invasión rusa a Ucrania y la secesión criminal contrarias al principio del derecho internacional de su territorio, destruyendo todo derecho y sentido de justicia sobre su espacio soberano. La guerra en Ucrania es la crisis de mayores proporciones que se cierne sobre el actual orden y la organización que ha liderado su estabilidad: Las Naciones Unidas (ONU) que es una organización internacional fundada en 1945 tras la Segunda Guerra Mundial por 51 países.

Centraremos nuestra última y próxima cuarta publicación en el derecho internacional. Examinaremos los órganos creados, tratados, convenciones y acuerdos que han garantizado la paz, la estabilidad y la convivencia civilizada planetaria. Invitados a esta urgente lectura de la crisis que envuelve la humanidad.

O/P: https://acento.com.do/opinion/ucrania-guerra-o-carniceria-rusa-9042928.html

Fuentes consultadas:https://www.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html

https://www.vatican.va/content/john-xxiii/es/encyclicals/documents/hf_j-xxiii_enc_11041963_pacem.html

https://www.ead.pucv.cl/app/uploads/2011/12/Florecillas-de-San-Francisco.pdf