Las políticas públicas comprenden muy importantes actividades que, desde el Estado como el más alto nivel de organización de la sociedad, conciben y gestionan los gobiernos.

Un simple análisis del Estado en la República Dominicana evidencia lo históricamente distante de las auténticas políticas públicas, pues se ha puesto no pocas veces predominantemente al servicio de intereses contrarios al interés público.

Considerar a las energías renovables desde el elevado concepto de políticas públicas y la valoración ética que se deriva, podría lucir exagerado; pero mucho que actualmente le corresponde. Veamos.

La generación de energía eléctrica en la República Dominicana tiene una extraordinaria dependencia de combustibles fósiles importados, de gran impacto económico y de no menos serias implicaciones en la sostenibilidad ambiental, ante la vulnerabilidad como país insular.

De ahí que las acciones orientadas al desarrollo de las energías renovables principalmente solar y eólica han alcanzado la categoría de relevantes políticas públicas; pero dado que “la práctica es el criterio de la verdad”, vamos a los hechos.

Entre los años 2000 y 2024, en el subperiodo 2000-2020 se adicionaron al sistema eléctrico dominicano como energías renovables 457 megavatios; mientras que solo en lo va de 2020 al 2024, la contribución ha sido superior a 595 megavatios; mucho más aun, están en construcción aproximadamente 1240 megavatios adicionales de renovables, resultado de 38 concesiones y contratos ya aprobados; además de los que están en proceso. Junto a un considerable incremento en hogares y pequeñas empresas como generación distribuida.

El almacenamiento para las energías solar y eólica es también un tema-problema de alta prioridad y seguimiento en sus fronteras científico-tecnológicas y económica.

Las políticas públicas han sido tan proactivas que aun con los avances logrados, se emitió el 8 de enero del presente año el decreto 3-24 que declara de alto interés nacional la promoción y desarrollo de proyectos de energías tanto renovables como no renovables, de muy importantes implicaciones para la efectividad de los procesos.

El conjunto de las acciones descritas que lidera el Ministerio de Energía y Minas-MEM- contempla también muy proactivamente la cooperación internacional y con relación a lo cual se destaca su participación en la 14ta Asamblea Internacional de Energía Renovable -IRENA- del 16 al 17 del presente mes de abril en Emiratos Árabes Unidos, asumiendo incluso una de las vicepresidencias del buró ejecutivo de IRENA.

Cual colofón se destaca, por el importante camino que traza, la incorporación en las instalaciones del MEM de la energía solar como fuente eléctrica.

Las energías renovables como políticas públicas: hechos que hablan a un país que tanto lo necesita.