ACENTO.COM.DO presenta las “fichas” de los presidenciables para el 19 de mayo, que se accede en el siguiente enlace: https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Facento.com.do%2Fpolitica%2Felecciones-presidenciales-de-republica-dominicana-2024-estos-son-los-candidatos-9325796.html&psig=AOvVaw1PFW2xcATIiEZoYF6dVmjZ&ust=1715373281104000&source=images&cd=vfe&opi=89978449&ved=0CBIQjRxqFwoTCJjIysq1gYYDFQAAAAAdAAAAABAT
Es mi propósito sacar a flote un tema del pasado: “el voto consciente”, que se basaba en la pretensión de no botar el voto. Así se justificaba dejar la utopía guerrillera de esperar una “revolución a lo Fidel” y ayudar a una alternativa más socialdemócrata y eliminar los vestigios del balaguerismo, asociado a la abrupta interrupción de la Guerra Civil de 1965 mediante negociaciones por la OEA.
¿Vale en 2024 esta racionalidad para justificar la escogencia de candidatos en el final de su sainete en el teatro político dominicano, como son los candidatos hijos de don Juan Bosch y una pléyade de juventud que desean emular la irrupción de un “outsider” en el escenario dominicano, como lo ha hecho Milei en Argentina?
La respuesta académica sería decir que el uso de los instrumentos de las encuestas y de la evidencia empírica nos revelaría nuestro nivel de bienestar y los riegos que debemos afrontar: un mundo en guerra tras la devastación producida por la pandemia y la reorganización geopolítica de una neoguerra fría en el horizonte.
Si no reconocemos los cómplices en el pasado para provocar una invasión pacífica de ciudadanos haitianos motivada por el deterioro de las condiciones de vida en el vecino Haití y la codicia de funcionarios dominicanos, sean consulares o autoridades territoriales de nuestra frontera, deberíamos tener el primer rasero que deben pasar los candidatos presidenciales, senatoriales o simples diputados: estudiarlos en su pasado con respecto al tema de la soberanía y su posición futura en la defensa de la soberanía nacional ante las exigencias procedentes desde algunas dependencias de las Naciones Unidas. Hay que evaluarlas por sus acciones o por sus silencios.
Hay otros cómplices en el empresariado con vocación depredadora que, por no pagar las tasas legales a la mano de obra nacional, aprovecharon la presencia de mano de obra haitiana “que negociaron” las sendas dictaduras de cada una de las naciones que comparten la isla.
El gobierno posdictadura trujillista aflojó la vuelta de los braceros luego de cada zafra y se inició la “invasión y haitianización” del territorio dominicano. La negociación se hizo a través del Consejo Estatal de Azúcar pagándole a “Papa Doc” un emolumento que iba directamente a los bolsillos del dictador y a su hijo sucesor, “Baby Doc”.
Si cada dominicano y dominicana revisara esta historia, tan estudiada por los científicos sociales dominicanos, se daría cuenta de varios actores que están en la justa electoral ocultando sus roles en estos procesos y los culparían por crímenes de «lesa dominicanidad».