La paz mundial y, también en menor grado, la paz nacional están riesgo. Una larga lista de problemas pone a pone a prueba la capacidad de convivencia y colaboración y nos convierte en víctimas individuales y colectivas de peligros silenciados.

En momentos como estos se requiere recurrir a la reflexión filosófica como una línea útil para para descubrir caminos comunitarios que frenen los problemas que aquejan a la humanidad y que nos unan en la búsqueda de la paz política en una misma nación o entre naciones.

“Si los lazos que no unen no nos unen, no puede haber una comunidad. Si algo es el comunitarismo, es antiético a la transgresión. Y el yo transgresor es antiético incluso a la comunidad liberal que lo crea y lo patrocina”. (Michael Walzer. Pensar Políticamente,  2010).

La reflexión filosófica referida a la política y al debate político real siempre generará ideas-fuerza para la reducción de conflictos y la búsqueda de la paz porque la filosofía es la política reflexionada con tranquilidad, y la política es la filosofía llevada a la práctica en medio de la confusión. “La tolerancia –decía Aristóteles– es la tarea de los ciudadanos democráticos”. (Michael Walzer. Tratado sobre la tolerancia, 1998).

La política separada de la religión en este sentido extendido y matizado (en el que a todos los cruzados, ya sean religiosos o seculares, se le niega la espada, pero se les permite desplegar sus estándares) es un conflicto con final abierto en torno a intereses y valores entre personas que comprenden que tienen que convivir unas con otras. (Michael Walzer. Pensar Políticamente.  2010).

La tolerancia religiosa y el pluralismo cultural permiten que los hombres y las mujeres individuales ejerzan su religión y vivan de forma independiente y no sujeta a convicciones, sin temor a ser penalizados política o económicamente por ello. Éstas son, entre otras muchas, formas que tenemos de defender las fronteras entre las diversas esferas de la justicia.

En reiteradas ocasiones, el Papa ha subrayado que solo la difusión de la cultura de la tolerancia reducirá los "problemas" que asedian a la humanidad al tiempo que reivindicado el diálogo "fraterno" entre religiones como camino a la paz.

"El diálogo, la compasión y la difusión de una cultura de la tolerancia, la aceptación de los demás y la coexistencia entre los seres humanos contribuirían en gran medida a reducir muchos de los problemas económicos, sociales, políticos y ambientales que asedian a gran parte de la humanidad", ha destacado el papa Francisco.

El pontífice ha hecho estas reflexiones en su discurso ante los nuevos Embajadores no residentes, acreditados ante la Santa Sede, a quienes ha recibido en una audiencia privada en la Sala Clementina del Vaticano para que le presentaran sus Cartas Credenciales.

En su discurso ante los embajadores de Tailandia, Noruega, Nueva Zelanda, Sierra Leona, Guinea, Guinea Bisáu, Luxemburgo, Mozambique y Etiopia, el Santo Padre ha destacado que los desafíos mundiales "se hacen más complejos".

Por ello, ha subrayado la importancia de la "fraternidad" para trabajar juntos y garantizar que una justa y pacífica convivencia no sea sólo una "mera estrategia sociopolítica", sino un ejemplo de esa solidaridad que "va más allá de un deseo mutuo de alcanzar un objetivo común". "Esta fraternidad –ha precisado el Papa–, se puede reconocer en el deseo universal de amistad entre individuos, comunidades y naciones, aunque nunca se puede considerar asegurada de una vez por todas".

Así, ha puesto de manifiesto que entre las más grandes amenazas a la convivencia en armonía se encuentran "la violencia y los conflictos armados". "La dolorosa lección de la división y el odio también nos enseña que la paz es siempre posible. La resolución de conflictos y la reconciliación son signos positivos de la unidad que es más fuertes que la división y de la fraternidad que es más poderosa que el odio", ha añadido.

El papa Francisco también ha elogiado los esfuerzos que se vienen realizando en la Comunidad Internacional para "superar las situaciones de conflicto armado y crear vías hacia la paz, y ver cómo el diálogo fraterno es indispensable para lograr este precioso objetivo".