El obispo domínico-catalán Víctor Emilio Masalles Pere es un pastor virtuoso. Poseedor de una profunda espiritualidad, demostrada vocación pastoral, espíritu evangelizador, de amplias y sólidas competencias académicas y profesionales, de una inteligencia sobresaliente, gran educador del evangelio como Pablo. De  una íntegra lealtad a su fe y una fecunda formación teológica.

De carácter y porte parecidos a los de Su Eminencia Reverendísima Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien propició que en mayo del 2010 el papa Benedicto XVI lo nombrara Obispo Titular de Girba (Yerba) y Obispo Auxiliar de la arquidiócesis de Santo Domingo.

Nació en 1961 en Barcelona, España, pero su familia vino a  residir a la República Dominicana en febrero de 1965, dos meses antes de que estallara la Revolución de Abril. Estudió economía en la Universidad Autónoma de Santo Domingo antes de ingresar al seminario como para formarse para el sacerdocio. Su padre, el profesor David Masalles Lafulla,  fue el fundador de la Química Superior en el país.

En 1994 viajó a Roma para realizar sus estudios de postgrado. Obtuvo la maestría en Teología Espiritual (Espiritualidad) en la Pontificia Facultad Teológica Teresianum en el 1996. Posteriormente obtuvo su doctorado (Summa cum laude) en Teología Bíblica por la Pontificia Universidad Gregoriana en la misma ciudad de Roma. Habla catalán, inglés, francés, italiano, latín y tiene amplios conocimientos de griego.

En la Arquidiócesis de Santo Domingo se desempeñó como Canciller Diocesano y Vicario Episcopal del Clero. Fue párroco de la iglesia  Santa Clara, en el populoso Barrio de Capotillo, en Santo Domingo, donde realizó un intenso trabajo de inserción social de los sectores más pobres. En Baní dejó una imborrable impronta pastoral.

Soy de los cree que Monseñor Masalles realmente no “renunció” como obispo titular de la diócesis de Baní, sino que sus jefes del Vaticano pusieron la mirada en él para realizar un  trabajo pastoral de impacto en la curia Catalana bajo la sabia tutela del Cardenal Juan José Omella, Arzobispo de Barcelona, Presidente de la Conferencia Episcopal  Española, Miembro del Consejo de Cardenales, colaborador y asesor personal del papa Francisco. ¡Fue requerido!

La propia respuesta salida del corazón del obispo Masalles da peso a nuestra interpretación del verdadero motivo de su viaje cuando a raíz del mismo expresó: “Procuro siempre estar en el lugar que entiendo que Dios quiere y que la Iglesia me requiere". Obediencia que encuentra vida en el mensaje de su Escudo que reza: “Praedica Verbum” (Predica la Palabra. 2 Tim 4,2).

Ferviente admirador y estudioso del pensamiento del papa Francisco, dio un testimonio de la “democracia sinodal” de la Iglesia cuando en marzo del 2021 advirtió públicamente “que la  Iglesia dominicana tiene vacío de liderazgo y que ha ´soltado´ su rol de mediación”. Alarma que le valió una “censura subliminal mediática” de parte de la Conferencia del Episcopado Dominicano.

Su grito, como el de Juan y el Montesinos, por fortuna, lo acercó a  la lealtad a la prédica del papa Francisco, que ha dicho que hoy es algo "común criticar a la Iglesia" o "subrayar las incoherencias" que se constatan, señalando que esto significa también "amar" a la institución porque eso implica "decir siempre la verdad", incluso "las cosas que están mal". (EUROPA PRESS. 16 de febrero de 2022).

El periplo del Obispo Marsalles será muy diferente al del “Obispo misionero” Raúl Berzosa que nos enviaron de España y que está “peregrinando” desde el 2018. Deseamos que su trabajo aquí le venga bien para su recuperación anímica después de su paso por el monasterio Calcat en Francia y la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves de Bogotá, Colombia. El obispo Berzosa no fue admitido en la Arquidiócesis del mismo Cardenal Omella por “no hablar catalán”.

Buen viaje Monseñor Masalles. ¡Usted no tiene que sacudirse el polvo de los pies!