La geopolítica mundial está dando un giro global. La ampliación de la membresía del grupo de los BRICS, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, a seis países más del Sur Global, compuestos por Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Argentina, Egipto e Irán, y probablemente en la próxima cumbre de 2024, a celebrarse en la ciudad de Kazán, Rusia, el grupo podrá ampliarse a otras países de Sur Global, fortalecerá aún más a la entidad financiera creada hace 10 años por los BRICS, el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), o mejor conocido por Banco de los BRICS, que dispone de un capital de 32 mil millones de dólares y que se ha propuesto una ampliación de ese capital a más de 150 mil millones, con aportes particularmente importantes de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, China, India y Rusia. Algunos de los países que se mencionan para entrar en 2024 son grandes exportadores de Petróleo como Indonesia y Venezuela. Es decir, el Banco de los BRICS será una entidad clave de la nueva arquitectura financiera internacional del nuevo mundo multipolar.

La presidenta del NBD, la ex presidenta brasileña Dilma Roussef, tomó posesión de su nuevo puesto recientemente acompañada por el presidente Lula da Silva y declaró que el Banco con sede en Shanghai, China, acogerá proyectos claves no solamente para países miembros del Grupo BRICS +, sino de todos los países del Sur Global que así lo requieran. Un ejemplo relevante es Uruguay, que sin ser miembro del Grupo de los BRICS +, es miembro de pleno derecho del NBD.

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En ese sentido uno de los problemas mayores de Haití es la falta de fuentes de financiamiento para proyectos claves para la mejoría social y económica del país. Hay una larga lista de necesidades que el NBD podría acompañar a Haití con el patrocinio de Brasil, de Uruguay y Argentina sí es que finalmente entra al NDB el 1 de enero de 2024.

Abajo presento algunos de los proyectos más necesitados de Haití que podrían contar con el financiamiento del NBD:

-Construcción de 3 generadoras eléctricas de no menos de 250 MW en el norte, el centro (Puerto Príncipe) y el sur, preferiblemente de energías renovables;

-Conjuntamente con esta capacidad de unos 750 a 1000 Megawatts, es urgente construir una Red Nacional Eléctrica Interconectada que cubra los principales centros del norte, centro, la mega región de Puerto Príncipe y el sur del país, inexistente al día de hoy;

-Construcción de acueductos regionales del norte, del sur, de Puerto Príncipe y del centro, que provean de agua potable y saneamiento de aguas a no menos del 60% de la población en un periodo de 5 a 10 años;

-Construcción conjuntamente con la República Dominicana de la gran presa de Dos Bocas, en la frontera del río Artibonito y el río Macasías, que permitirá recuperar parcialmente la presa de Peligre hoy sedimentada en más de un 80%;

-Construcción de una carretera del litoral sur, desde Anse-à-Pitre/Jacmel y Les Cayes, para dar paso al desarrollo turístico de esa hermosa región y permita la conexión con Pedernales, el nuevo aeropuerto en construcción y el suroeste dominicano;

-Reconstrucción del puerto de Puerto Príncipe, parcialmente destruido por el terremoto de 2010 y construcción de un nuevo y malecón en la ciudad de Cabo Haitiano;

-Inicio de la construcción de un tren de carga y pasajeros desde Santo Domingo hasta Puerto Príncipe;

-Construcción en un periodo de 10 años de barrios de casas de interés popular no menos de 50000 por año para desarrabalizar grandes centros urbanos. Conjuntamente reconstruir el centro administrativo de Puerto Príncipe, incluyendo el Palacio Nacional;

Esas obras son fundamentales para crear empleo e iniciar un desarrollo armónico tanto de la parte industrial como de la parte agrícola. Estas iniciativas deben ser encabezadas por el Estado, con fuerte supervisión internacional para impedir el desvío de fondos y la corrupción. Haití necesita otras realizaciones en la red de sanidad pública, la medicina preventiva, la ampliación de la educación pública básica, intermedia y universitaria.

Desgraciadamente los órganos multilaterales de financiamiento al desarrollo como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco de Desarrollo del Caribe o el Banco Latinoamericano de Desarrollo, antigua CAF, han abandonado su asistencia a Haití. Por ello, esta nueva arquitectura internacional como el Nuevo Banco de Desarrollo, son fundamentales para poner en la mesa un gran paquete financiero que permita construir su futura sin manipulación y sin condiciones draconianas, como hace el Fondo Monetario Internacional con su visión unívoca en el paradigma neoliberal…!Hasta en Haití!

Estas son decisiones que deben ser tomadas por un gobierno haitiano con un mínimo de legitimidad. Por ejemplo, la propuesta política del llamado “Acuerdo del Montana” permite conceptualmente crear mediante consenso de los haitianos una presidencia provisional, un consejo de transición que haga como parlamento y otras instituciones provisionales de transición en consenso con más de 900 organizaciones políticas, religiosas, sindicales, populares y no gubernamentales haitianas. La solución de los graves problemas políticos, económicos, migratorios, medioambientales, alimentarios que enfrenta la nación haitiana solo puede tener un solución acordada entre los haitianos. No impuesta desde el exterior. En este sentido, la ayuda del NBD y los países del BRICS pueden ser clave para cambiar el rumbo actual de nuestros vecinos.

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