“Actitud o tendencia que consiste en ver el lado risueño o irónico de las cosas”.
Un ser humano sin humor es como un asexuado, nunca podrá disfrutar de un placer tan innato.
Es posible que la danza, la música, las creencias y el canto, al igual que el humor, sean “órganos intrínsecos externos” del ser humano. O sea, se conocen pocos pueblos que carezcan de estos elementos. Todo parece indicar que estas cualidades están insertas en el corpus social-genético de casi todas las culturas.
El humor popular y público es un misterio anónimo, rara vez sabemos quién es el autor de un chiste, cuento o adivinanza. Las ocurrencias humorísticas circulan como virus, y sus versiones se modifican de una cultura a otra.
La sátira pública y de identidad desconocida no tiene género ni frontera. Es de los pocos actos humanos que goza de licencia para burlarse, ridiculizar a cualquier ideología o personaje público sin que el afectado pueda someter a la justicia. Incluso, la prensa lo usa como un medio para criticar escudándose en la ironía y la burla. Recurso que escasamente se le permite a un articulista.
La burla y las sátiras ignotas funcionan como terapia social, barreno que taladra y desmitifica o devalúa lo sacro, lo divino, el poder, el formalismo retórico, que de momento se disfraza de serio. Crea una atmósfera que “irrespeta” cualquier acto de la vida cotidiana. El tema o personaje está sujeto a ser risa burlesca y absurda. Y lo más singular a tomar en consideración, su producción no se agota y se recibe de forma gratuita.
El humor es tan vital para el ser humano que se inventó una industria lucrativa relacionada al cine, a la literatura, al stand comedy, a la televisión. Su oferta como espectáculo es una creación de las sociedades modernas. Posiblemente fue surgiendo en la medida que se pasó de la vida comunitaria (rural-oral) a ciudades industrializadas.
Se podría decir que el humor es un mecanismo del inconsciente colectivo que permite pensar jugando, para atenuar la rutina que llamamos realidad. Es una característica muy singular de los humanos que activa el dispositivo de la risa y permite que se libere endorfina, serotonina, dopamina y adrenalina. “Una sonrisa involucra los músculos que rodean a los ojos, el cuello y los maxilares”.
El humor es la otra mirada distendida y retozona que consiente que la levedad conviva de forma armónica con lo fastidioso. “Es una percepción que nos facilita experimentar sosiego y felicidad, aun cuando nos enfrentamos a la adversidad”.
Cc. Alias, el difícil.