Recientemente, a la Dra. Claudia Sheinbaum, por su probada honradez, capacidad y valentía al enfrentar con éxitos tres desafíos, tales como la pandemia del coronavirus, la contaminación y el caos del tránsito en la ciudad de México; la juramentaron como   presidenta de México,  un país, tan grande, complejo y machista; en una asamblea donde pronunció un  discurso, de los que llaman del poder; de esos que suelen producirlo destacados intelectuales y científicos; el cual por su extremo valor y el  contexto en que lo entregó, permítanme transcribir  algunos de sus planteamientos.

“Por ejemplo, durante el periodo neoliberal, ése, el que le costó tanto al pueblo de México, que marcó nuestra historia por 36 largos años, se decía que el Estado debía diluirse o subordinarse a las fuerzas del mercado, que si la economía se regaba desde arriba iba a llegar a los de abajo, que si aumentaba el salario mínimo iba a haber inflación y  no iba a haber inversión extranjera, que si el Estado participaba en la economía iba a haber crisis económica y devaluación, que la corrupción era inherente al gobierno, que la libertad solo existía en el mercado, que la educación, la salud, la vivienda y el salario justo eran mercancías y no derechos. Todo resultó falso.

Por ello, para bien de México, de todas y todos, vamos a continuar con el humanismo mexicano, con la cuarta transformación. Resumo algunos de los que considero sus principales principios:

  1. Para que haya prosperidad, debe ser compartida o, dicho de otra forma, por el bien de todos, primero los pobres.
  2. No puede haber gobierno rico con pueblo pobre. Ésta es una frase de Benito Juárez García, que los gobiernos de la transformación hacemos realidad y que sostiene que el gobernante debe vivir en la justa medianía, sin lujos, parafernalias o privilegios, y que el gobierno no debe ser una carga para el pueblo. A eso le llamamos austeridad republicana.
  3. Las y los gobernantes debemos ser honrados y honestos. El uso de las estructuras de gobierno para el beneficio personal o de un grupo ensucia el servicio público. La corrupción debe combatirse por ética y por principios; pero, además, como lo hemos visto, porque ahí radican los recursos necesarios para el bienestar del pueblo y el desarrollo de la nación. En pocas palabras, la honestidad da resultados. Además, la autoridad moral es lo más importante, y ésa no se compra en la esquina, se construye con una sola mística, la de luchar con honradez todos los días por un México con justicia, democracia y libertad.
  4. El principio máximo de que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. O, regresando a Juárez, con el pueblo todo, sin el pueblo nada.
  5. Prohibido prohibir. La libertad es esencia de la democracia.
  6. El desarrollo y el bienestar del pueblo sólo pueden fortalecerse con el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales.
  7. Las mujeres tenemos derecho a la igualdad sustantiva.
  8. México es un país soberano, independiente, libre y democrático. Queremos la paz y la fraternidad de las naciones, y nos coordinamos, mas no nos subordinamos.
  9. La política se hace con amor, no con odio. La felicidad y la esperanza se fundan en el amor al próximo, a la familia, a la naturaleza y a la patria.
  10. Condenamos el clasismo, el racismo, el machismo y cualquier forma de discriminación”.

La presidenta Claudia Sheinbaum llegó a juramentarse en un sencillo automóvil y fue escoltada por jóvenes damas militares y mestizas. Se autodefinió como madre, abuela, científica y mujer de fe.

Que viva México. Lo mejor para la  presidenta Claudia Sheinbaum. Que viva nuestra patria democrática y soberana.