"Nadie tiene una bola mágica en las manos para ver el futuro. Yo no sé lo que pueda pasarme a mí como persona y como presidente de la república. Sí sé que en este país un golpe de Estado va a durar menos que una cucaracha en un gallinero, porque sé que hay fuerzas, fuerzas militares que están dispuestas a defender la Constitución a cualquier costa. No se puede decir que las Fuerzas Armadas son reaccionarias o golpistas. Eso no es cierto. Se ha seducido algunas veces, a muy pocas personas, bajo el engaño de que van a luchar contra los comunistas; se les induce poco a poco a irse poniendo frente al gobierno". (1)

Y, aunque el pronóstico no se cumplió en el tiempo breve, es como afirmó el periodista Silvio Herasme Peña: "En términos históricos así fue, pues la movilización popular nunca se detuvo hasta que culminó el proceso constitucionalista el 24 de abril de 1965″. (2)

Analizando la estructura del crimen en el régimen de Trujillo y consciente de que esa estructura seguía intacta, luego de la muerte del tirano, y siguiendo el curso de la historia, en los sucesivos gobiernos, (excluyendo al de Juan Bosch), las secuencias de los asesinatos políticos, nos atrevemos afirmar que los acontecimientos que provocaron el asesinato del general Rodríguez Reyes, fueron consecuencias de la simpatía de éste con el profesor Juan Bosch; lo que lo convirtió en el objetivo de una trama de parte del gobierno del Consejo de Estado, y/o, por algunos o alguien muy poderoso de los integrantes de ese gobierno.

¿Qué causó la trama para la emboscada de Palma Sola y el asesinato del general Rodríguez Reyes?Captura-de-Pantalla-2024-04-21-a-las-10.05.10-p.-m.-728x513

La identificación del general Rodríguez Reyes, con el candidato del PRD, profesor Juan Bosch, fue de tal magnitud que éste, antes de las elecciones lo visitó para informarle de un complot gestado por miembros del Consejo de Estado que pretendían prolongar ese gobierno por un año más; y uno de los miembros del Consejo le invitó a dar un Golpe de Estado.

El general le hizo creer al complotado que estaba de acuerdo, pero le informó a Bosch que él ni las Fuerzas Armadas se prestarían a eso.

Señala Bosch, al respecto: "Por esos días estuvo a verme una noche el general Rodríguez Reyes. Rodríguez Reyes era inspector de las Fuerzas Armadas y el único entre los generales que tenía condición de líder. Había entrado en la guardia como raso y moriría ese mismo año, a fines de diciembre, en el episodio sangriento de Palmasola. El general me dijo que en el Consejo de Estado había presiones internas fuertes, divisiones y tiranteces. Un grupo de consejeros deseaba prolongar la vida del Consejo un año más, y uno de los consejeros le había propuesto dar un golpe de Estado. Las fuerzas armadas, me afirmó, no se prestarían a dicho chanchullo. Al consejero que le había propuesto el golpe él le había dicho que sí e inmediatamente informó al alto mando de lo que pasaba. Más tarde, tres altos oficiales me confirmaron lo que había dicho el general Rodríguez Reyes; me visitaron para eso y yo los oí con atención…” (3)

Celebradas las elecciones el 20 de diciembre del 1962, quedó en los miembros del Consejo de Estado el sabor de una amarga derrota, sospechada, pero no esperada, porque se hizo de todo para que el profesor Juan Bosch, no ganara las elecciones.

El triunfo arrollador, no detuvo los planes golpistas, pero la acción del general Rodríguez Reyes no sería perdonada por su "traición", al consejero que le propuso el golpe; así como por otros miembros del Consejo de Estado, implicados en el complot.

Hasta esa visita, ningún general, fue donde Bosch, para contarle algo tan delicado como el plan que se gestaba. Con el que sí habló varias veces, fue con el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, del cual dijo que: "era el dominicano que más le había impresionado". Los generales formaban una élite aparte de la oficialidad y, es Reyes, (con de los otros tres oficiales), el único que se acerca al candidato contrario al gobierno de turno; para servirle una confidencia tan delicada en la que él, (Reyes Rodríguez) hizo creer estaría de acuerdo, pero que muy pronto se dieron cuentas de que éste no apoyaría los planes macabros de algunos consejeros.

Corría el rumor en las Fuerzas Armadas que, de resultar ganador Bosch, nombraría en la jefatura de ésta al general Rodríguez. Algo que luce muy lógico por dos razones: la primera es que este general era contrario a los chanchullos, y al reunirse y explicarle a Bosch, el plan del Golpe de Estado quedaba como un hombre en el que el presidente podía confiar. Y la segunda, porque es el único general que apoya a Bosch, y es un oficial muy respetado en las Fuerzas Armadas. Esto indica que, para los planes de la reacción, Rodríguez Reyes era un obstáculo.

LA TRAMA ES CONTRA EL GENERAL RODRÍGUEZ REYES Y EL CORONEL FRANCISCO CAAMAÑO.

LA MASACRE DE PALMA SOLA

Es Claudio Caamaño Grullón, quien relata lo siguiente:

"En la madrugada del día 26 a un día y hora de la toma de posesión del presidente electo, Juan Bosch, recibí inesperadamente la visita del coronel Francisco Caamaño. Al encontrarnos en el recibidor, me pidió que lo llevara a un sitio seguro donde poder hablar."

"Lo encontré serio, muy tenso, la camisa llena de sudor. Me dijo que venía de una reunión en la que participaron oficiales generales y oficiales superiores de los diferentes cuerpos; reunión en la que participaron junto a personalidades civiles de alta investidura. La reunión era para impedir la toma de posesión de Bosch como Presidente Constitucional de la República. "Dijo que una minoría de los reunidos estaba opuesta a tal despropósito, incluyéndose él. Que había planteado en la reunión que, si esas eran las intenciones, para qué se hicieron las elecciones generales más democráticas y limpias en la historia de la República Dominicana, que eso sería como una burla a los dominicanos y a los múltiples invitados extranjeros. Salir con un disparate así, que eso era una vagabundería. Conociendo, como conocía a Caamaño, me di cuenta lo molesto que estaba llamando vagabundos a sus superiores." (4)

Esta confidencia de Claudio Caamaño confirma los planes de los sectores golpistas contra el presidente electo y el propósito de impedir la toma de posesión, aún con la presencia de numerosos delegados internacionales. Es claro que el hecho produciría una masacre en el país. Aunque lo que relata Claudio Caamaño, ocurre dos meses después de los sucesos de Palma Sola, es evidente que la posición del coronel Caamaño, no era la de los golpistas.

Para el presidente Juan Bosch, el asesinato de Rodríguez Reyes constituyó un terrible golpe para sus planes de transformar a unas Fuerzas Armadas, formada a imagen y semejanza del tirano y es con ese general y con el coronel Fernández Domínguez, y otro reducido grupo de militares, que daría los pasos necesarios hacia esa finalidad.

Su indignación la mantuvo oculta, sólo al presidente de la Cámara de diputados le manifestó ese dolor y el coraje que sentía ante ese crimen. Es Molina Ureña quién lo relata en la página 64 de su obra: "Mis Memorias”, cuando viajó a Estados Unidos y se reunió con el presidente, antes de la juramentación de este:

"En esa ocasión hizo un aparte conmigo, Pues quería saber los pormenores de la matanza de Palmasola, ocurrida el día 29 de diciembre de 1962. Les reseñé de lo que se decía, sobre todo lo relativo al asesinato del General Miguel A. Rodríguez Reyes, A quién estimaba mucho y se tenía como seguro ministro de las fuerzas armadas. Me preguntó sobre la participación del coronel Caamaño. De pronto sus ojos se fueron tornando de azules a rojos y vi como tuvo que llevarse el pañuelo a la nariz, pues brotaba sangre de ella. Se excusó conmigo, diciéndome que tal cosa salía pasarle cuando le daba coraje alguna injusticia cometida, justo al tiempo que expresó con rigor poniendo su mano sobre mi hombro: "te digo que las pagarán, José Rafael ese crimen no se quedará impune". (5)

Así era el presidente Bosch, sin saña ni odio, pero tampoco olvido. Un hombre justo y consciente del papel que tenía que jugar para adecentar y liberar a su patria de las ataduras que dejó la herencia y costumbre de un régimen criminal, sustituido por el Frente oligárquico, creado por el Departamento de Estado.

ALGUNOS ELEMENTOS O INDICIOS QUE CONFIRMAN EL COMPLOT.

No se explica que a tan solo 8 días después de las elecciones, el Consejo de Estado, decidiera poner fin de manera represiva, a un campamento religioso que en nada atentaba contra la seguridad del Estado. En esta acción se unieron varios factores, entre los que dominaron el político y el religioso. En el gobierno del Consejo, había un cura católico que sentía un celo descomunal por la competencia que le hacían los predicadores de Palma Sola y, sin embargo, ellos no eran hostiles al catolicismo; y en cuanto a lo político se llevaban de paso al general Rodríguez Reyes, y le creaban una crisis al nuevo gobierno, pero también se quitaban de encima a un hombre (único general) que estaría contra la conspiración y el golpe que darían siete meses después.

Analizamos hoy la trama, tomando en cuenta algunos detalles claves:

Primero:

¿Por qué enviar a un general para un caso como ese, cuando se podía enviar a un oficial de menor rango?

Segundo:

La versión es que quien iría, en principio, sería el general Imbert Barreras, pero que a última hora lo sustituyeron por Rodríguez Reyes. Algo raro y sospechoso, si recordamos que fue un miembro del Consejo, quien le propuso dar el Golpe de Estado, antes de las elecciones, por el temor de que Bosch, ganara. Proposición denunciada por el general Reyes. Es Claudio Caamaño quien afirma el cambio de mando en la Comisión que iría a negociar con los religiosos de Palmasola:

"…, el gobierno colegiado del Consejo de Estado decidió erradicar las actividades de Palma Sola. Para el viernes 28 de diciembre se preparó lo que debía ser un operativo que encabezaría el general Antonio Imbert Barreras, E. N, miembro del Consejo de Estado, quien a última hora fue sustituido por el general de brigada Miguel Rodríguez Reyes." (6)

¿Cómo no creer que ese cambio, a última hora, fue parte de un plan contra Rodríguez Reyes?

Y, si según como afirmó Claudio, el coronel Caamaño se opuso a los planes en la reunión mencionada, esto demuestra que, desde antes de los sucesos de Palma Sola, se identificaba con la posición de respetar los resultados de las elecciones del 20 de diciembre; por lo que esto sería para él también, ¿una sentencia de muerte?

Esto se deduce, porque el coronel Caamaño fue herido. Salvó su vida por la astucia y valentía demostrada. Incluso salvó también la vida de su compañero de armas, el coronel Guillermo Guzmán Acosta. La evidencia es que fue una real emboscada.

Es tan sospechoso el cambio de última hora que nos lleva a pensar en un ardid bien planeado en el que la figura del presidente de la futura "Junta de Reconstrucción Nacional", del año 65, no fue sorprendida. Pero lo que nos crea más sospecha, es que el general Imbert, era uno de los hombres más poderosos de los siete que componían el Consejo de Estado.

El general Rodríguez Reyes era admirado y respetado en las Fuerzas Armadas por su conducta. Por su actitud ante sus superiores y subalternos. Militar puro y pulcro que llegó desde simple raso a general. Un hombre que, de no ser asesinado, se opondría al golpe de Estado contra el presidente Juan Bosch. En el 1965 hubiera estado dentro de los "Militares del pueblo y los Soldados de la libertad", como los nombró el presidente Juan Bosch en la revolución constitucionalista.

Ahí estarían hermanados Rodríguez Reyes, Fernández Domínguez, Francis Caamaño, Montez Arache, Lachapelle Díaz, Lora Fernández, Holguin, Quiroz, Marte Hernández, y todos los que se cubrieron de gloria, al enfrentar al Frente oligárquico y al pentagonismo.

¡Loor a la memoria del general Miguel Ángel Rodríguez Reyes!

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Masacre de Palma Sola

NOTAS:

(1) – Juan Bosch. "El Caribe", 16 de julio de 1963. Cita extraída del libro de Arlette Fernández: "Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez". Pag.117. Tercera edición, año 2013. Impresión: Omar CD' Sistem & Cybercolor. Santo Domingo, República Dominicana, 2013.

(2) – Silvio Herasme Peña. "Listín Diario" de fecha 19 de septiembre del 2010.

(3) – Juan Bosch. "Crisis de la Democracia de América en la República Dominicana", pág.129-130). Colección Bosch para todos. Ediciones Juan Bosch. Fundación Juan Bosch Inc. , 2013. Santo Domingo, . D . N. Impresora Soto Castillo S. A.)

(4) – Claudio Caamaño. "Caamaño: Guerra civil 1965″. Pag. 50. Segunda edición, 2010. Editora Centenario. Impreso en República Dominicana.

(5) – Molina Ureña: "Mis Memorias" -31 de mayo 1961-27 de abril 1965. Pag.64. Impresión, Letra Gráfica, República Dominicana. 2014.)

(6) – Claudio Caamaño. "Caamaño: Guerra civil 1965″. Tomo 1. Pag.44. Segunda edición, 2010. Editora Centenario. Impreso en Santo Domingo, República Dominica