Ha causado sorpresa la publicación de los informes de auditoría realizados por la Contraloría General de la República en ejercicio de sus facultades de órgano rector del control interno de los recursos públicos, quizás porque no estamos acostumbrados a la transparencia, y probablemente también por la proverbial desconfianza de los dominicanos que nos mueve a pensar que existe un trasfondo político detrás de cada acción de un presidente.
Sin embargo, si hiciéramos un ejercicio de memoria nos daríamos cuenta de que el tema del fortalecimiento de la Contraloría ha estado siempre presente en el discurso del actual presidente, desde cuando fue candidato, posiblemente porque como su padre y mentor político, José Rafael Abinader, fue un emblemático Contralor General de la República, recibió de su parte lecciones sobre la importancia que reviste este organismo para una buena gestión de los recursos del Estado.
En el documento Lineamientos Generales del Programa de Gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM) 2020-2024 publicado por la Junta Central Electoral, se mencionan propuestas para “Enfrentar la corrupción y la impunidad” en la sección 22, y específicamente en el numeral 22.1 titulado “Acciones de control interno” se señalan entre otras acciones a realizar, “Auditar las instituciones públicas por parte de la Contraloría de manera semestral…” y “Garantizar la publicación íntegra de los hallazgos que soportan las auditorías”, lo que evidencia que lo realizado es el cumplimiento de un compromiso asumido.
Más recientemente, en el pasado mes de abril, el Contralor General de la República informó que la Contraloría haría de público conocimiento los resultados de todos los informes y auditorías que practique a las distintas instituciones del Estado, lo que recientemente ha hecho, y que “en los próximos meses dará a conocer los hallazgos de la auditoría que se le está realizando al Ministerio de Obras Públicas, correspondiente al período 16 de agosto 2020 hasta la fecha”, lo que deja ver que hay otras en curso.
Como se señala en los informes de auditoría publicados por la Contraloría, el enfoque de estas fue diseñado para “identificar y conocer los objetivos de control administrativo utilizados por la Institución con el objetivo de lograr que dicho control funcione…”, y resumir “las limitaciones inherentes al cumplimiento de leyes y normas aplicables”, que “dieron origen a las irregularidades detectadas”, esto es incumplimientos a la ley.
Lo que faltó fue un comunicado de la Contraloría explicando ese enfoque y la metodología utilizada para decidir la realización de las auditorías a las distintas instituciones bajo su control, algunas de las cuales según se ha dicho solicitaron estas, lo que quizás explica porque algunos informes estuvieron listos primero, cuál es el cronograma previsto para la publicación de los demás informes, y el objetivo de las auditorías practicadas de fortalecer controles internos detectando a tiempo fallos para que se realicen los correctivos deseados. En adición deberían publicarse también todas las aclaratorias dadas por cada institución, así como el plan de ejecución de las recomendaciones, lo que causaría un efecto positivo y facilitaría el control social, o por el contrario, cuando los resultados de las investigaciones que realice así lo justifiquen, se proceda con la remisión de los antecedentes al Ministerio Público, conforme ordena la ley.
Debemos ver estas auditorías como parte de un proceso de fortalecimiento del control interno de las entidades bajo la égida de la Contraloría, y por eso deben darse las debidas explicaciones para que una acción en el sentido correcto no sea vista con ojeriza, ni se utilice para intentar empañar la gestión de algún funcionario siempre y cuando se traten de faltas subsanables que comúnmente se reflejan en una auditoría interna, sea a un ente público o privado, pues si apostamos a que todos se pongan “chivos” con estas, la consecuencia indeseada pudiera ser que se desista de publicar estos informes, cuando por el contrario lo que debemos propiciar es que todo se publique, incluyendo las aclaraciones, para que haya cada vez más transparencia.