Primero: Se define como figura política por propia cuenta, sin depender de un gran líder que lo ampare. Segundo: Llega al poder sin ningún precedente negativo y sin enfrentar a grande enemigos. Tercero: Asume un país en triple crisis: sanitaria, económica y moral. Cuarto: se dedica a trabajar para superar la Covid 19, restablecer el turismo y castigar la corrupción. Quinto: Logra la economía nacional más estable de Latinoamérica. Sexto: Invierte por todos lados y fomenta la inversión privada. Séptimo: No discute con nadie, llámese como se llame y haya o no gobernado. Y, dejémonos de vainas, octavo: Abinader merece seguir.