Es sabido que la evolución en todos los aspectos de la vida es algo común y que facilita el progreso de nuestras sociedades. Es así como evoluciona la tecnología que hace nuestra vida más eficiente y productiva, el conocimiento de las ciencias que nos aporta la revisión de datos para corregir y modificar conceptos antiguos que con el pasar de los tiempos, se van modificando y actualizando. Y esto ocurre, debe ocurrir, con todas las áreas del saber y del hacer.

Hemos visto con sorpresa que estas modificaciones y actualizaciones no ocurren en la sociología política, por la que nuestra sociedad se promueve como una democracia, un supuesto Estado Social y Democrático de Derecho, cuando en realidad, si se analiza en profundidad el comportamiento de los diversos estamentos sociales, podremos verificar que en toda nuestra vida “republicana”, nos la hemos pasado transitando de tiranía en tiranía. Y es que parte de los preceptos que debemos actualizar, es cuáles son las características del sistema político económico que vivimos para darnos cuenta de si esto es así, o no lo es.

Porque supuestamente si elegimos a los gobernantes, incumbentes o “representantes congresuales” vivimos en democracia, pero, realmente debemos preguntarnos si los elegimos nosotros, o nos llega la fórmula seleccionada previamente por la verdadera tiranía que opera tras las sombras. Y es que nuestra sociedad asiste en estos últimos días, no sin asombro y expectación, a cómo las élites económicas gobiernan el Estado y el gobierno, para llevar a cabo y desarrollar los mecanismos que les mantengan en el poder tras las sombras. Y mediante esa revisión podemos verificar que son los mismos grupos que se han mantenido desde siempre, de tiranía en tiranía.

Otra forma en que se disfraza la tiranía con la supuesta “democracia” es la posibilidad de “hablar y expresarse libremente”. ¿En serio? Y si afectaras sensibles intereses, ¿podrías hacerlo? Ese postulado se cae por sí solo. El hecho de encubrirse de manera más sofisticada y sutil, no significa que en realidad tengamos libertad para expresarnos, puesto que hasta por estar en desacuerdo o por tener diferentes posiciones sobre cualquier tema ya se establece un conflicto y hasta forja enemistades. Señor, respete las diferencias de criterio si es verdad que vivimos en democracia, otra prueba más de que continuamos de tiranía en tiranía.

El caso de la Operación Medusa ha favorecido en nuestra sociedad dar pasos de avance en el entendimiento de los procedimientos de funcionamiento de las estructuras de poder. Porque es que la gente común cree que quien manda y dirige los destinos de la nación es el gobierno, y esto es un error. Son la clase empresarial, claro que sí, en simbiosis y contubernio con las organizaciones políticas y sus miembros más serviles a sus intereses, y capaces de llevar a cabo las instrucciones que se les den, para que todo se haga a su conveniencia y por qué no, formen parte de la repartiña del pastel, como lo han hecho los últimos dos expresidentes que nos gastamos. Pero siempre bajo el mandato de las élites económicas.

Y es lo que estamos viendo hoy en día. Con la participación estelar del Ministro de la Presidencia de licencia en este momento, hijo de otro Lisandro Macarrulla que formó parte del Movimiento Clandestino 14 de junio, que combatió la tiranía de aquel momento, pero que por la personalización de los procesos, un error conceptual que debemos revisar y corregir, puesto que la dictadura y la tiranía no son de un hombre, son de un grupo de hombres que se han reciclado, modernizado y adecuado a las condiciones de cada momento histórico, y han hecho lo que ha sido menester, como las masacres de los tenebrosos 12 años, para que sigamos viviendo de tiranía en tiranía.

Además del trauma social que ha significado el Caso Medusa para nuestra sociedad, por el involucramiento de la supuesta impoluta clase empresarial, con el señor Macarrulla a la cabeza, hijo de un señor Lisandro Macarrulla que fue torturado en cárcel de La 40 junto a mi padre, Rafael Valera Benítez, y participaron juntos en la preparación del Libro Blanco “Complot Develado” que presentó Jhonny Abbes García a la OEA para justificar los crímenes de la resistencia que luchaba para, o con el deseo, de desmontar la tiranía, cosa que, como vemos, les fue imposible, pero que sí hizo posible que, los intelectuales del Movimiento, cambiaran su papel de antitiranía, a formar parte de la nueva tiranía en formación, como hemos visto en el caso, asombroso, de los descendientes del señor Macarrulla. Toda esta información puede encontrarla, amigo lector, en la versión digital del libro “Complot Develado” publicado en 1984 por Rafael Valera Benítez, en la página web del Archivo General de la Nación.

Y ahí están, hijos y nietos de un torturado de la tiranía forjando esta nueva tiranía de hacerse ricos con las miserias de la población, con el manejo inadecuado delos recursos para adueñarse de los dineros que les pertenecen a todos. No sé, pero no creo que fueran esos los objetivos del señor Macarrulla para participar y sufrir los vejámenes que padeció en la conjura que debió terminar con aquella oprobiosa tiranía. Porque lo que se requiere, no es tan solo crear empresas fantasmas, o usar a los compañeritos del colegio para crear redes de enriquecimiento ilícito. Lo que se necesita es demostrar qué tan eficientes son para la población dominicana, las decisiones y las prácticas que se realizan para el ejercicio de los derechos ciudadanos y la oferta de los servicios públicos.

Pongamos como ejemplo las compras del Ministerio de Educación y su afán por introducir a los niños en el mundo tecnológico. Niños que con 8 y 10 años apenas leen deletreando, por favor!!! No saben leer sílabas de cuatro letras..!!! Urge que el Ministerio de Educación visite los pueblos del país para verificar la eficiencia del afán de la introducción de materiales tecnológicos para una supuesta “mejoría” en la educación dominicana, cuando las poblaciones suburbanas van a la escuela porque se les obliga, y no porque entiendan que el conocimiento les va a sacar de la pobreza. Urge que el Ministerio de Educación modifique el metodología de enseñanza de las escuelas y abandone la memorización de contenidos para cambiarlo por la racionalización del conocimiento mediante la metacognición.

Urge que el Estado deje de ser otra tiranía que propicie en enriquecimiento ilícito de los grupos políticos que acceden al poder, facilitados por el dominio del poder económico de la clase empresarial sobre las acciones del gobierno, para que esta tiranía de la hegemonía de la riqueza de unos pocos y la miseria de toda la población termine, para que disminuya la delincuencia barrial y la gente pueda trabajar, sin depender de que les convenga o no a las clases dominantes, sin olvidar los impactos ambientales que el desorden y la gula por la riqueza los atraganten y tengamos que seguir viviendo de tiranía en tiranía.