Evidentemente, en sus encuentros familiares Danilo Medina nunca se percató del sorprendente enriquecimiento de sus hermanos ni repitió lo que tanto decía: “Seré enérgico contra la corrupción”…“El que se equivoque deberá rendir cuentas y pagar”…”Mi gobierno contará con un equipo dedicado a detectar los casos de corrupción y capaces de llevar las pruebas al Ministerio Público”…“En mi gobierno no habrán vacas sagradas”…”Bastará el rumor público para someter a la justicia a todo aquel que haya incurrido en actos ilícitos”. (¡Qué lástima que no lo hiciera, pues quizás nos hubiéramos ahorrado estos vergonzosos pulpos judiciales).