Tal vez muchos nos sintamos con la necesidad, el deseo o hasta el derecho de opinar y cuestionar lo que ocurre en Venezuela y a sus actores políticos y sociales por los eventos que todos conocemos. Y sí, con todo el derecho de emitir esas opiniones, considerándolas válidas frente a otras tal vez consideradas falsas o incorrectas. Lamentablemente muchas personas no cuentan con el aval de conocimientos sociológicos, y hasta históricos para fundamentar el basamento de sus consideraciones. Lamentablemente la crisis de humanidad que estamos viviendo, que se pensaba de finales de siglo, pero que por lo que se ve, comprenderá el nuevo famoso siglo XXI completo, no permite que nuestras sociedades se desenvuelvan en paz y concordia, siguiendo los postulados que rigen la supuesta racionalidad de la especie humana.
Mis años de infancia me unen a Venezuela, y un pedazo de mi vida se quedó allá, así que más que sentida por la situación que atraviesa esa nación, y ese pueblo, que es su más importante valor. De manera que pensando y viendo tantas opiniones, tratando de explicar y entender, recordé al insigne sociólogo francés Pierre Bourdieu para comentarles a tanto opinador los importantes análisis sociológicos que nos ha aportado para conocer, explicarnos y entender lo que ocurre, no solo en Venezuela, sino lo que estamos viendo en todo el mundo con esta conflictividad que estamos presentando como sociedades, y que no nos permite vivir en armonía, en paz, sosiego y solidaridad. Y es que Bourdieu no expone un objeto específico para su análisis, sino que lo son las relaciones y las posiciones del sujeto social su objeto de análisis, con un enfoque histórico que aporta luz a las explicaciones de su desenvolvimiento.
Seguramente pocos dominicanos muy opinadores sobre la situación de Venezuela conocen lo que Bourdieu ha definido como hábitus, que son los esquemas de acciones, pensamientos y formas de sentir determinadas por la posición social del individuo. El hábitus determina que personas de un entorno social homogéneo compartan sus estilos de vida porque sus recursos, estrategias de sobrevivencias y formas de evaluar el mundo son parecidas, y las cuales están íntimamente relacionadas con su nivel educativo, y si abordamos este aspecto en la sociedad dominicana, ya sabemos hacia qué nos dirigimos. Algo importante de conocer sobre el hábitus es que se aprende a través de un proceso de familiarización práctica que no pasa por la consciencia, es decir, no estamos conscientes de cómo y por qué, de acuerdo al entorno social en que crecemos y nos desenvolvemos, nos convertimos y, por ejemplo, somos barriales, campesinos, o niñitos de papi y mami, para utilizar términos vernáculos. Esta incorporación inconsciente del hábitus mediante la socialización, se lleva a cabo con la apropiación práctica de qué reproducen las características del campo social al que se pertenece, citado más arriba. Un ejemplo concreto de estas diferencias en el hábitus estaría en el gusto por el dembow o el gusto refinado por el arte y lo estético, según corresponda.
Otro concepto clave que nos enseña Bourdieu es el de capital total, definido como la acumulación o las formas de conocimientos, educación, habilidades y ventajas que tiene una persona perteneciente a una clase específica y que se adquiere mediante la socialización. Entre las diferentes formas de capital están el capital cultural y el económico, en que se movilizan las personas según el gráfico que se muestra más abajo:
El campo social, otro concepto a tener en cuenta para los juicios que hacemos a Venezuela, y quien sabe si tal vez, para poner nuestra propia barba en remojo, ya que la de nuestros vecinos comienza a arder, se define como el espacio social de acción y de influencia en el que confluyen determinadas relaciones sociales, con objetivos definidos entre posiciones, y por demás determinadas históricamente. Están definidas por las determinaciones que se les imprimen a sus ocupantes por la situación en la estructura de distribución de poder o capital y las relaciones objetivas y subjetivas con las demás posiciones. Estas posiciones se definen de igual forma por la posesión o producción de la forma específica de capital en que se encuentre o se movilice el individuo.
Otro concepto que nos enseña Bourdieu y que no puede faltar en esta descripción relacionada a nuestros conflictos sociales, que ya hasta da risa señalarlos como pleito entre comunistas y capitalistas, o entre dictadores y demócratas, cuando ningunos han dado su brazo a torcer frente a sus beneficios particulares e intereses personales, decía que otro concepto es el de violencia simbólica que debemos tomar muy en cuenta cuando queremos mirar la paja en el ojo ajeno. La violencia simbólica, que la vivimos a diario, es una relación social asimétrica donde el dominador ejerce violencia indirecta y no físicamente directa en contra de los dominados, los cuales no la distinguen como tal, o son inconscientes de esas prácticas violentas en su contra, por lo cual en momentos se convierten en cómplices de la dominación a la que son sometidos. Un ejemplo muy cercano a nosotros y que acabamos de presenciar, es la venta de nuestro voto en las elecciones por los dichosos 500 pesos a un estamento institucional que se apresta a violar nuestros derechos, digamos, cuando el Congreso aprueba préstamos de manera descontrolada e injustificada cuya devolución saldrá de nuestros exiguos bolsillos. Otra forma de violencia simbólica es la aplicación del tráfico de influencias en el manejo de cualquier situación que en el día a día conculca nuestros más elementales derechos civiles, ciudadanos y humanos.
Esta violencia simbólica forma parte de las estrategias construidas socialmente por las formas asimétricas en las que se ejerce el poder, caracterizados por la reproducción de roles sociales, estatus, género, posición social, categorías cognitivas y estructuras mentales que intervienen y son utilizadas como mecanismos de reproducción sistemática y encubierta de las injusticias y los ordenamientos sociales, que es la raíz de la problemática en Venezuela, y lo es aquí, solo que a los dominicanos los ha acobardado tanta represión y muerte a través de la historia. Hemos aprendido a vivir conformes con esos niveles de violencia simbólica y a no cucutearla mucho, para que no pique más duro. Porque de que tienen un sistema de violencia simbólica muy bien estructurado, lo tienen y hay que quitarse el sombrero frente a su organización y mantenimiento, especialmente en el área de la aplicación y funcionamiento del sistema jurídico y judicial. De tal manera que es una violencia invisible, soterrada, subyacente, implícita, que esconde la matriz que se encuentra en la base de las relaciones de fuerza que las configura por lo bajo.
Bourdieu es una magnifica referencia de estudio y análisis, no solo para la situación de Venezuela y ser un poco más reflexivo y objetivo en la mirada hacia los procesos que se están dando allí, sino que sería bueno que revisáramos sus análisis para que nos veamos en el espejo de las crisis que están ocurriendo en nuestros países, que nos creemos que porque el ”cambio” se reeligió, eso significa que todo marcha a las mil maravillas, cuando hemos podido tener acceso a la visión sobre nuestra situación sociopolítica y económica que expone el abogado Remberto Pichardo Juan en sus videos de la organización que dignamente dirige, Ciudadanos Contra la Corrupción, o C3, especialmente los que hablan sobre los estamentos políticos y económicos que nos gobiernan. Démosle un vistazo, y empecemos a mirar nuestro ombligo, la viga de nuestro ojo, para que podamos mirar mejor, la paja del ajeno, pero que nos preocupemos por nuestros problemas, que bastantes graves son. Y especialmente, leamos a Bourdieu, enseñémoslo en la escuela, que mucho que nos hace falta. Especialmente en lo relacionado a nuestra propuesta de estudiar la presencia de la herencia de los esclavizados africanos y de los colonizadores europeos, antiguos y no tanto, en las formas de manifestación de los fenómenos sociales aquí expuestos, y que representa la historia que nos sugiere Bourdieu que forma parte de las diferencias entre los campos sociales y hábitus de nuestras poblaciones, además del origen de la violencia simbólica que vivimos diariamente.
Fuentes consultadas:
https://es.wikipedia.org/wiki/Habitus
https://www.akal.com/autor/pierre-bourdieu/
https://www.akal.com/libro/la-miseria-del-mundo_32078/
https://es.wikipedia.org/wiki/Violencia_simb%C3%B3lica
https://www.youtube.com/watch?v=c27erXQrKAg
https://www.youtube.com/watch?v=ul1FKh71_R4
https://www.youtube.com/watch?v=JpuVhzYbdTI