Tahira Vargas, antropóloga social, expone las consecuencias del cierre fronterizo para la población de la zona: Afecta la capacidad de autogestión y empoderamiento, claves para el desarrollo humano; debilita la participación comunitaria desarrollada en base a continuas relaciones interculturales; fomenta el racismo y persecución de “sospechosos” de ser “enemigos”; aumenta la migración hacia las grandes ciudades y el exterior; expande la explotación laboral, sexual y tráfico de órganos; incrementa la explotación laboral infantil y la inseguridad ciudadana en todo el país…(Lo suscribo).