¿Saben lo que significa recibir un castigo (cárcel y/o multa, con grillete y/o esposas) por no rebelar un secreto personal o familiar? ¿Se imaginan que pasaría si los medios de comunicación (todos, prensa escrita, televisión y radio) se negaran a rebelar un secreto profesional y fueran severamente castigados? ¿Se imaginan una institución estatal espiando miles de llamadas telefónicas día y noche cada día? Fácil: viviríamos un insoportable estado de corte dictatorial, al estilo de nuestras más odiosas dictaduras… (Eso lo sabe Luis Abinader, que no tiene que hacer ningún consenso para eliminar el odioso engendro 1-24).