Lloriqueo horizontalmente contra mi cuerpo

Como un difunto de noviembres repartidos

Y blasfemo parco orín del falo

Y grito rín grito como vela

Que duele al tizón velar de la vida

Pues duele el rín donde duele

El tibor de la médula seseana

Cuando pésimo es el muero

Desaccionando mis lloreadas verticales

II

Y dentro de sí

El ser no es simétrico

Pues imposé* a la hora del miedo

–La identidad es inmóvil

En los espejos que refunden el yo

*Querer ser, aspirar al azar o embeberse de la nada

III

El tiempo es un resquemor de la eternidad

No el olvido del instante

–En la verticalidad espontánea del reloj

El vivir es ajeno a lo mío

III

La paridad única mueve los extremos

De la quietud euclideana del no

Como la cosa misma no posee la cosa

Cosa-ánima del objeto como referencialidad

Altera cosa que niega el objeto

Como la cosa es el objeto mismo

Euclides de espacios sin objetos donde cabe la cosa

Que es el objetivo del concepto

Que al objeto con palabras denota

Cosa vacía de objeto que objeta la cosa al objeto

Para no ser sino la cosa del objeto

Que existe sin la racional cosa

Y tiene el objetivo del cogito

No la ergo cosa del sum objeto

Pues la cosa si es objeto cogita para la cosa misma

Sin el cogito ergo sum