Estas manos te atraparán

aunque hayas volado

más allá de la frontera,

continente, océano. Estas

manos son buenas para

hacer pan, plantar tomates

y rosas, levantar bebés,

libros de poesía, tejer

un chal. Estas manos surcadas,

experimentadas, han vivido

todo esto. Pero como pienso

en ti ahora, aterrizado

en el puerto, en la pista,

sus líneas desaparecen,

se sienten como cachorros,

polluelos, masa.