Se suponía que los primeros “cruceritas” de Port Cabo Rojo estarían llegando en diciembre de este año. Sin embargo, ha sorprendido la noticia de que Royal Caribbean, la línea de cruceros que primero atracaría ahí sus barcos, ha dejado fuera a nuestro pais en su programación del Caribe para 2024-2025. Como algunos ambientalistas siguen contrariando ese proyecto por las redes sociales, aparenta que su activismo hundió al proyecto. Conviene pues visibilizar el rol de los corales en lo que sería una desgracia para el desarrollo turístico regional.
Fue el mismo presidente Abinader quien dió el primer palazo del proyecto Port Cabo Rojo en mayo del pasado año. El presidente de ITM Group, la empresa mexicana que haría la inversion de US$98 millones en el proyecto, anunció entonces que inaugurarían el 15 de diciembre del 2023. Pero la obra hubo de concitar una inmediata oposición de algunos ambientalistas que argumentaron que, aunque no se oponían al Proyecto de Desarrollo Turistico de Cabo Rojo, objetaban ese muelle en ese sitio por los previsibles daños a los corales del área. Eso dio lugar en una segunda vista pública a una encendida y agria polémica entre ambientalistas y comunitarios de Pedernales.
La empresa promotora ha declarado su empeño para que el proyecto sea sostenible y minimice cualquier daño a los corales. Primero propuso trasladar los corales que serian afectados a otro lugar, alegando que una obra similar en la isla de Roatán de Honduras había logrado una tasa de supervivencia de 99% de los corales trasplantados al nuevo hábitat. Pero para mejor satisfacer a los ambientalistas optaron por rediseñar el proyecto para minimizar su impacto sobre los arrecifes coralinos. Las gráficas adjuntas (#1 y #2) muestran el proyecto original y el rediseñado. Una comparación comprueba que el Canal de Navegación y el espigón del atracadero cumplen con ese objetivo.
Gráfica #1
Gráfica #2
Conviene entonces visibilizar la presencia de corales en el área afectada. La grafica #3 muestra los hábitats marinos correspondientes según el Grupo Jaragua, la entidad de donde emana la mayor oposición a Port Cabo Rojo.
Gráfica #3
La grafica #4, por su parte, muestra una captura de Google Earth donde se puede presumir que los arrecifes coralinos y los pastos marinos tienen una marcada presencia en el área marina de Cabo Rojo. (Lo más oscuro corresponde a las fosas marinas.) Ambas graficas tambien revelan que la fragilidad de los hábitats marinos de Cabo Rojo es mucho mayor que la de Bahia de las Águilas, tanto por el área que ocupan como por la presencia de las tortugas, peces, moluscos y crustaceos en los respectivos arrecifes.
Gráfica #4
Dos conclusiones fundamentales se desprenden de lo revelado por las gráficas. La primera es que el Canal de Navegación que transitarían los cruceros para atracar en el muelle es lo que menos afectaría a los corales. Lo segundo es que, a pesar de que el rediseñado atracadero se entromete en un área coralina, el total del área afectada por los cruceros no representa mas que un 5% del total. En consecuencia, sería muy limitada una operación de traslado de esos corales. Aun si no se trasladaran esos corales, el posible daño de los cruceros seria mínimo. De ahí que no se justifique rechazar el proyecto del muelle porque lo que exigen los ambientalistas es algo irrazonable.
En verdad, la oposición de algunos ambientalistas al proyecto Port Cabo Rojo resulta absurda porque fue la misma comunidad ambientalista la que, en una propuesta de la Academia de Ciencias y la Comisión Ambiental de la UASD, propuso en el 2004 que el desarrollo hotelero se concentrara en la Ciudad Turística Cabo Rojo. Esto así porque –como lo demuestran los gráficos—existe una indudable conectividad entre los ecosistemas de Cabo Rojo y Bahia de las Águilas. Es decir, todo lo que dañe el ecosistema del primero eventualmente dañará, por transmisión marina, al segundo. (Ver las respectivas fosas marinas en la gráfica #5.)
Gráfica #5
Ya quien escribe lo había advertido: “Y si la concentración de juveniles de carey frente a Cabo Rojo es la más densa del mundo resultaría contraproducente preferir a esta playa en vez de Bahía.” “Si queremos captar inversionistas para desarrollar el turismo en la región más pobre del país, entonces, tendremos que reexaminar este asunto. Lo que se ha reportado hasta ahora es el interés de inversionistas extranjeros en plantar hoteles en Bahía, sean las infraestructuras hoteleras livianas o no. El doble desafío es decidir si permitimos ese desarrollo en Bahía y si deben ser livianas las construcciones.”
De cualquier modo, la honestidad intelectual requiere mostrar aquí una maqueta de un muelle de cruceros que fue concebido por la Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (ANAMAR) hace unos anos (ver grafica #6).
Gráfica #6
Como la ubicación de ese muelle estaría al sur de Cabo Rojo –donde las fosas marinas son más anchas y profundas—queda claro que la propuesta de ITM Group es preferible porque su afectación de los corales seria mucho menor que el muelle de ANAMAR. Razones hay, entonces, para que las autoridades aclaren la situación actual del proyecto de Port Cabo Rojo y le den todo su apoyo.