La  pandemia  mundial de la COVID-19 ha hecho visible el papel central de la educación de los niños, jóvenes y adultos y el aprendizaje permanente, ya que ahora las personas de todas las edades deben aprender a crear nuevas formas de (re)organizar la vida social, económica y política.

Como país debemos ir más allá del afrontamiento de las emergencias educativas impuestas por la pandemia. Debemos asumir el desafío de “cambiar el rumbo,  transformar la educación” poniendo la mirada en el futuro.

Pero si algunos pensaran que en nuestro país ya se logró esta transformación, entonces, hagámosla de nuevo, haciéndola abierta e inclusiva. ¡Para muchos es una tarea necesaria que todavía está pendiente!

Y si hiciera falta algún recordatorio alertante, entonces atendamos el llamado de   la Asamblea General de las Naciones Unidas que en fecha 3 de diciembre del 2018 proclamó el 24 de enero “Día Internacional de la Educación” para  celebrar el papel que la educación desempeña en el logro de la paz y el desarrollo.

La aprobación de la Resolución 73/25 titulada “Día Internacional de la Educación”, corredactada por Nigeria y otros 58 Estados miembros, demostró la voluntad política inquebrantable de apoyar las acciones transformadoras en favor de una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos.

El próximo 24 de enero de 2022 el mundo entero celebrará  el cuarto Día Internacional de la Educación bajo el lema "Cambiar el rumbo, transformar la educación".  Como se fundamenta y detalla en el reciente informe global de la UNESCO sobre ‘Los futuros de la educación’ (https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000379381_spa).

El Informe Mundial de la Comisión Internacional sobre “Los Futuros de la Educación” plantea la cuestión de la función que puede cumplir la educación para dar forma a nuestro mundo común y nuestro futuro compartido de cara a 2050 y más allá.

Destaca también que para forjar futuros pacíficos, justos y sostenibles, es necesario transformar la educación misma: “Reimaginar juntos nuestros futuros como un nuevo contrato social para la educación”.

Trayéndolo a nuestra realidad, es más que probable que aquí en el país  debamos apostar a la creación de un Nuevo Pacto Social por la Educación que responda a las nuevas circunstancias sociales, sanitarias y políticas y a los nuevos aires democráticos que vive el país, lo que hace posible una mayor y mejor participación en esta iniciativa renovada.

Resulta de gran interés el compromiso colectivo que alienta la Resolución  en aras  de fortalecer la cooperación internacional en apoyo  del logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (“Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”).

Junto  a la invitación para que faciliten y auspicien la celebración del Día Internacional de la Educación, la UNESCO insta a los gobiernos y a todos los asociados a que hagan de la educación una prioridad destacada.

Reiteramos la importancia de la celebración con las palabras pronunciadas por Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, el 24 de enero del 2019, con motivo de la celebración del Día Internacional de la Educación: "En  esta  época  excepcional,  no  podemos  seguir  haciendo  lo  mismo  de  siempre.  Si  queremos transformar el futuro, si queremos cambiar el rumbo, debemos repensar la educación. Y  necesitamos  que  la educación  contribuya  plenamente al desarrollo sostenible”.

El Día Internacional de la Educación de este año será una plataforma para mostrar las transformaciones más importantes que hay que asumir para hacer realidad el derecho fundamental de todos a la educación y construir un futuro más sostenible, inclusivo y pacífico, a fin de no dejar a nadie atrás.

Como país, todos  tenemos  mucho  en  juego  en  la  educación. ¡Trabajemos  juntos  para  hacer  realidad su promesa mediante un nuevo pacto social para cambiar el rumbo y transformar la educación dominicana en sintonía con los nuevos tiempos!