Hace casi cincuenta años que nos conocimos en México, y entonces no podía imaginarme que llegaría tan lejos (de hecho, el dominicano que más alto ha llegado al poder en otro país en esta tan exigente contemporaneidad): diputado presidente del Congreso del Distrito Federal, el más importante de aquel inmenso continente político; secretario de Ética del Morena, partido oficial (donde ha destacado como azote de los corruptos) y mano derecha (o más bien izquierda) de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México…(¡Bienvenido Héctor Díaz Polanco, que no ha olvidado los pasteles en hoja ni el sancocho de habichuela!).