Escribir versos y no compartirlos

es un asunto muy triste como

hacer un avión de papel para

un hijo que se ha ido. Hay

otros niños que golpearán

sus manos con alegría

al recibir el regalo. Da la vuelta

en la esquina. Visita al orfanato

y llama después al vecino

que mira la pared tratando

de alcanzar algunos fragmentos

de la memoria abiertos

por su hijo de paseo rápido

un domingo. Dale una sonrisa

durante la larga semana de trabajo.

Dale el avión de papel.