México, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Argentina, Brasil y Cuba (por supuesto)…Más de media Latinoamérica ha girado hacia la izquierda en sus distintas tonalidades, pero en la Casa Blanca a nadie le preocupa eso, pues más bien se han dedicado a aprender mandarín para poder entenderse con China, su principal foco de atención, más dominante que la vieja Unión Soviética y la Rusia de hoy, “superpotencia” entrecomillada que ya no sabe qué hacer con Ucrania y quienes la apoyan (incluyendo a la República Dominicana, cuyo Gobierno, por cierto, acaba de abrir embajada en el muy lejano Vietnam).