El arancel es el principal impuesto que se cobra en las aduanas sobre la importación de productos, cuya aplicación tiene un efecto en los precios de los productos importados para el consumidor final.

El economista clásico David Ricardo planteó en lo que se ha llamado la teoría de las ventajas comparativas, que los aranceles representaban una barrera para lograr el libre comercio entre los diversos países, teoría que otros economistas criticaron por entender que la reducción de los aranceles, tendría un efecto negativo para la producción nacional de cada país.

Siguiendo la teoría de las ventajas comparativas y buscando dar respuesta a la crisis posterior a la segunda guerra mundial y promover la paz, los países comenzaron a reunirse desde el año 1948, encuentros mediante los cuales se creó el mecanismo denominado Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT), que buscaba promover romper con las barreras comerciales en el intercambio de productos sobre todo agrícolas.

Luego comenzaron a realizarse rondas de negociaciones y la primera fue en el año 1986 en Punta del Este de Uruguay y por eso se denominan a ese y posteriores acuerdos como Ronda de Uruguay; los siguientes encuentros fueron en Montreal en el año 1988, Ginebra 1989, Bruselas 1990, Ginebra de nuevo 1991, Ginebra en 1992, Tokio 1993, Ginebra también en 1993, encuentro este último en que se logra finalizar gran parte de las negociaciones, sobre todo, porque Estados Unidos y la Unión Europea que mantenían un impasse con relación al desmonte de aranceles sobre productos agrícolas, más o menos se pusieron de acuerdo.

El encuentro cumbre fue en el año 1994 en Marrakech, en el cual definitivamente se firmaron los acuerdos, luego en el año 1995 se firman se crea la Organización Mundial de Comercio (OMC), organización esta, que se constituyo en un foro de negociación de los países miembros, cuyo objetivo que se definió en su origen es fomentar la liberalización del comercio mundial, donde los gobiernos negocian acuerdos comerciales y también resuelvan sus diferencias comerciales; esta entidad está regida por un sistema de normas que rigen su accionar. Un elemento de diferencia entre el GATT y la OMC, es que el primero se centró en la regulación del comercio de mercancías, en tanto que la segunda además de estos elementos, se incorpora el comercio de servicios y la propiedad intelectual.

A partir de todo ese proceso de negociación, se llegó a acuerdo para el desmonte de aranceles y se dio plazo a los países para que en los próximos años que siguieran al acuerdo realizaran reducción gradual de los aranceles, sobre las importaciones de productos.

La primera preocupación que surgió en la Republica Dominicana luego del acuerdo en el marco de la OMC, fue el efecto que el desmonte arancelario tendría sobre la producción nacional, sobre todo en la producción de arroz.

Con el proyecto de ley  que plantea tasa cero para la importación de productos agrícolas en la actualidad, por parte del gobierno dominicano, con el argumento que esto vendría a impactar en la carestía de productos de primera necesidad, sobre todo alimenticios, esta medida más que beneficios para el país se traduciría en un problema.

En primer lugar porque aunque se plantea que será de corta duración (seis meses) tendría un efecto en la producción nacional que repercutiría a mediano plazo, porque los productores perderían su rentabilidad por la competencia desde el exterior y entonces esto se traduce en carestía de los productos básicos de origen nacional y en segundo lugar en lo inmediato no es cierto que el consumidor final va a recibir el efecto del desmonte arancelario, pues como sabemos existe un monopolio en la importación de productos de origen agrícola y por lo tanto el efecto de disminución para la población es mínima, por no decir nula, de acuerdo a como lo indican experiencias pasadas de desmontes arancelarios.